CAPITULO 3 ¿SOLUCIÓN?

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-Fluke de verdad lo siento – dijo el Rey sin dejar de mirarlo.
-¿Co…cómo que lo sientes? – se levantó de su silla y los miro a los tres. – solo no  concreten el matrimonio y listo – casi grito, algo muy raro en él que se caracterizaba por su paciencia.
Su familia cada vez se sorprendía más de ese extraño comportamiento en Fluke, nunca habían visto esa mirada y esos gestos en él, en sus 18 años había mantenido la postura.
-Conocerás a tu alfa en dos semanas- sentencio la Reina.
El príncipe Fluke, se dejó caer de nuevo en su silla, no podía creer lo que estaba pasando, nunca creyó que sus padres lo obligaran a un matrimonio que no tenía futuro, eso no estaba pasando, se repetía una y otra vez el Príncipe en su cabeza. Tenía que haber alguna solución viable, él no era mala persona, al menos se consideraba buena y noble, y ese tipo de cosas no les pasaba a las buenas personas como el, ¿O si?. Miro a su alrededor y vio a sus tres seres amados inclinados sobre el con cara de preocupación.
-Fluke, ¿Me oyes?- decía la Reyna.
El los escucha muy lejos, mientras un túnel de obscuridad se cernía de nuevo sobre él.
Abrió los ojos lentamente, ya que la luz que entraba por la venta le lastimaba. Se incorporó lentamente, miro a su alrededor y vio que estaba en sus aposentos, pero también vio que su hermano Boun estaba dormido, tenía recostada su cabeza, brazos y parte del pecho en la orilla del colchón de su cama.
¿Por qué su hermano estaba ahí?, se preguntó un segundo antes de recordar todo lo que había pasado la cena de la noche anterior, su cuerpo se tensó automáticamente, mientras temblaba a la vez. Miro por todos lados, y todo se veía tal cual, como si su mundo no se hubiera desmoronado.
El rubio despertó en ese instante y se estiro tratando de sacar la pereza y el dolor de espalda por haber dormido en una posición incómoda.
-Buenos días – saludo somnoliento el rubio.
Fluke se le quedo viendo con cara de “hablas en serio?”, a menos que hubiera sido un sueño.
-¿Fue un sueño?- pregunto esperanzado
-¿Que?... que…- pregunto desorientado su hermano, pero al ver los ojos llenos de esperanza de Fluke, supo a qué se refería. – No, no fue un sueño- le respondió con voz ronca.
Se llenaron sus ojos de lágrimas y se dejó caer de nuevo sobre la mullida almohada, las lágrimas empezaron a rodar por sus rosadas mejillas.
-Hermanito, por favor- se acercó el príncipe mayor – sé que es una situación que nadie había esperado, pero…
-Tu no entiendes- sollozo Fluke tapándose los ojos con el brazo. - desde que supe de mi pareja destinada, estuve soñando con eso, por eso solamente sonreía y vivía feliz – sorbió su nariz- pero ahora resulta que nada de lo yo creí es cierto.
-¿Como que solo por tu alfa eras feliz? – reprocho su hermano, tratando se sonar ofendido sin lograrlo.
-Sabes a lo que me refiero- contesto, sentándose de nuevo- ¿Porque todo tuvo que resultar de esta manera? – lloro más fuerte, haciendo que sus hombros temblaran. No le he hecho mal a nadie – vio a su hermano a los ojos, bastante distorsionado por las lágrimas- ¿Por qué me pasa esto a mí?- abrazo a su hermano y empezó a llorar con más ahínco.
Su llanto se escuchaba entre los pasillos del segundo piso del castillo, la servidumbre y demás solo se miraban de soslayo con lastima, ya que el Príncipe Fluke había descubierto su destino.
El reino siempre había estado en paz, y ahora las circunstancias cambiaban, y no porque fuera a haber una guerra si no porque el menor de los Príncipes era demasiado querido y no querían verlo sufrir.
-Eres demasiado fuerte como para no soportar esto-le dijo Boun a Fluke.
-Claro, lo dices porque tu omega es perfecto – se retiró y se limpió la nariz con la manga de la camisa- pero si hubieras corrido mi suerte, no dirías lo mismo.- exclamo con candor.
El rubio hizo cara de asco al ver al pequeño embarrar sus mocos en la camisa.
-Que asco- expreso con desagrado.
-Estoy devastado, así que, si quiero limpiarme la nariz con la colcha real, lo puedo hacer-  afirmo con rudeza ridícula, ya que de rudo en ese momento no demostraba nada.
Su hermano mayor lo volvió a abrazar.
-Es verdad lo que te digo- le acaricio el cabello- eres una persona muy fuerte, casi incluso más que yo- sonrió altanero.
Su hermano pequeño le dio un golpe leve en el hombro mientras disfrutaba de la calidez de Boun.
Nunca se podría comparar un omega con un alfa, pero sabía que su hermano trataba de hacerlo reír, o al menos relajar el ambiente.
-¿Que voy a hacer Bound? – pregunto con voz amortiguada por la camisa del futuro Rey.
-Nada.
Esa respuesta extrañó al pequeño príncipe.
-¿Nada? – cuestionó incrédulo separándose del otro.
-Así es- sonrió abiertamente mientras se levantaba y veía el rostro confundido de Fluke.
-No te entiendo, pero, creo que no entiendes la gravedad de la situación.- rio algo histérico.
-La entiendo perfectamente.
-Aja-  se burló el pequeño príncipe.
-Tu, un desvalido omega ahora estará a merced de un rudo y feroz alfa- se puso la mano en la frente haciendo drama.
-Eres tonto- refunfuño Fluke dirigiéndose a la puerta de su recámara.
-Espera- lo tomo del brazo.
-¿Vas seguir burlándote? – pregunto enfadado el pequeño.
-No me estoy burlando- aseguro Boun, esta vez con mirada seria.
-Explícate – exigió soltándose del agarre de su hermano y volvió sentarse en la cama.
Su hermano mayor suspiro profundo y se sentó a su lado.
-Es cierto que es un alfa, algo más alfa de lo normal.- se encogió de hombros.
Fluke hizo ojos de huevo cocido
-Eso es obvio que lo sé- respondió bufando.
-Pues tu tendrás que ser más omega de lo acostumbrado.
El pequeño lo miro interrogativamente.
-¿Y como se supone que hare eso?
-Darle una cucharada de su propio chocolate- sonrió triunfante.
-¿Dónde aprendiste esas expresiones?- sonrió sin querer hacerlo.
-No solo soy un alfa de cara bonita- encogió los hombros.
-Por favor-dijo Fluke dejando caer su espalda en el blando colchón
- Esta bien, fuera de bromas- empezó en tono más serio, de alfa, de gobernante, de Rey.
Eso hizo que el pequeño príncipe se levantara de nuevo. Su hermano, era cierto que le gusta bromear con las personas, pero también era bien sabido que era un hombre bastante inteligente y sabio.
-Adelante- indico el pequeño.
-Es bien sabido que los alfas somos más fuertes que el resto.- eso le valió una  mirada furibunda de Fluke.
-¿Deja que termine, quieres?  – pregunto el rubio con el ceño fruncido.
Fluke volvió a bufar malhumorado.
-Pero también es bien sabido que nuestra debilidad es nuestro omega. – soltó sonriendo
El hermano pequeño se puso a analizar lo que dijo Boun.
-¿Cómo saber la debilidad de tu alfa?-siguió el príncipe mayor.
-¿No es suficiente con ser su pareja destinada y su olor favorito?- dijo confundido el omega.
-No- exclamo Boun.
-¿Entonces? - cuestiono el príncipe.
-Tienes que aprender entre líneas.
-Explícate, que ya no entendí nada- dijo confundido.
-Si sabes leer y ver esas cosas que para el resto de las personas pasan desapercibidos, podrás tener a tu alfa a tus pies.
Fluke iba a volver a decir algo, pero su hermano lo interrumpió.
-Nadie conoce mejor a su alfa que su omega, la conexión no solo se trata de encontrar a tu pareja destinada, la conexión va más allá de lo que los demás ven. Tienes la capacidad de sentir las emociones de tu pareja, incluso hablar con él por telepatía.
-Eso todos lo saben – se burló su hermano pequeño.
-Sí, pero muchos no saben manejar esas ventajas –miro al pequeño – y ahí es donde yo te voy a ayudar – sonrió.

FIRE AND WATER (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora