Mientras Madam Dell tomaba medidas del mayor, el pequeño estaba de pie fingiendo ver unas caracolas, pero realmente estaba viendo la ancha y fuerte espalda de Omh, su estrecha cintura, se fijó que no tenía ningún gramo de grasa en ese firme estómago, y que decir de su trasero por dios, cuantas sentadillas al día tenía que hacer para tener ese duro y caliente trasero. Esas manos con esos dedos tan largos, los muslos, pensaba acaloradamente el pequeño. Siguió recorriendo su mirada por ese cuerpo escultural hasta que, para su desgracia al subir la vista de esos labios bien formados, se encontró con una mirada llena de deseo, sintió como su corazón empezó a latir más de prisa, y los colores le subieron hasta la punta del cabello.
Su omega parecía que estaba en celo, se reprochó volteando a otro lado, lo sentía excitado, diablos, y empeoraba todo el haber sido descubierto por la persona, objeto de los deseos de su lado animal, apretó los puños.
-Príncipe Natouch, por favor- pidió la anciana con una sonrisa dirigiendo sus blancos ojos hacia el pequeño.
Este se dirigió hacia la mujer, e hizo todo lo que ella le pedía. Ahora, él era observado por el mayor, ¿Así de incomodo se había sentido Ohm?, se preguntó Fluke.
-Bueno – dijo la anciana- ya casi está todo listo, ahora solo necesito una conexión. –Giro su rostro entre los tres presentes, haciendo que la Reina se sonrojara.
Fluke noto eso en su madre y tuvo un mal presentimiento.
-¿Que conexión? - se atrevió a preguntar nerviosamente el pequeño.
-Para finalizar las medidas de los trajes, necesito una conexión de la pareja, ósea ustedes. – la anciana junto sus dos manos, sonriente.
-¿Y en que se basa esa conexión? – pregunto curioso Thitiwat.
-Un beso – respondió como si hablaran del clima.
Ohm inmediatamente volteo a ver a Fluke y este tenía una expresión de pánico, que si la situación no fuera tan vergonzosa se reiría.
-¿Co…como que un beso? – cuestiono el pequeño.
-No se preocupen, nosotros no miraremos – dijo la Reina con la cara color rosa.
-Ese no es el problema madre – exclamo exaltado. – ¿Porque tenemos que besarnos? – parecía que quería hacer rabieta, y Ohm estuvo a punto de sonreir.
-Porque el conjuro para hacer mis trajes necesita una conexión – explico la anciana avanzando hacia la salida de la cabaña – sin eso no puedo hacer nada- y salió del lugar.
-Madre, dime que es una broma – tomo las manos de la reina desesperadamente.
-Cariño, lo siento – apretó el agarre – es solo un beso, además al fin de cuentas ustedes se van a casar, no tienen que avergonzarse- los miro a ambos, le dio un beso en la frente a su hijo y salió del lugar.
Los dejaron ahí solos, uno mirando la puerta aun sin creer lo que estaba pasando, el otro más tranquilo tomo asiento, esperando que Fluke saliera del shock.
-Fluke- llamo Ohm, pero el pequeño parecía estar en otro planeta. Se levantó y se dirigió hacia él, y por primera vez se atrevió a tocarlo, lo tomo por los hombros, lo volteo e hizo que quedara frente a él.
El más pequeño se tensó al sentir el contacto, nadie más lo había tocado más que su familia, y se sentía extraño. El más alto hizo que Fluke levantara el rostro.
-Sé que esto es muy apresurado y que es incómodo – empezó a decir- pero también sé que tu madre nos está obsequiando esto con todo el corazón. ¿Crees que podrías hacer un esfuerzo por ella?- pregunto tiernamente.
Ohm había tomado con ambas manos el rostro de Fluke y se había acercado más. Mientras el pequeño príncipe solo volteo a ver sus carnosos labios y trago saliva.
-Buen chico – dijo Ohm y antes de que se arrepintiera junto sus labios con los de Fluke, fue un leve contacto que el más pequeño sintió como una bomba. Nunca imagino que los labios de alguien tan rudo como Ohm Thitiwat fueran tan suaves, bueno los de nadie, ya que nunca había sido besado.
El príncipe mayor empezó a mover sus labios contra esa hermosa carnosidad que desde el principio le había hipnotizado, ladeo su cabeza para poder besarlo mejor.
Fluke se dejó llevar, hasta parecía que escuchaba suspirar a su Omega, imito los movimientos de su Alfa, era su primer beso y no sabía muy bien qué hacer. Subió las manos hasta el pecho de Ohm, y ahí las dejo, no se atrevió a hacer nada más.
Sintió como la lengua del más alto acariciaba sus labios, soltó un suspiro a la vez que se estremecía. La lengua de Ohm entro en su cavidad bucal, y empezó a recorrer todos los rincones hasta lograr que Fluke hiciera lo mismo con él. Su alfa estaba demasiado excitado y rugía de placer, esto hizo que bajara sus manos hasta la cintura del pequeño y lo apretara a su cuerpo.
Fluke tuvo el impulso de morderlo y así lo hizo, atrapo el labio inferior sintiendo el grosor del mismo, era delicioso y siguió dejándose llevar. Ohm gruño de satisfacción y profundizo el beso.
No sabían que había pasado, pero cuando menos pensaron se encontraba Ohm sentado en la silla y Fluke a horcajadas sobre su regazo. Y un carraspeo los separo.
-Gracias por esa mas que excelente conexión – dijo la anciana entrando a la cabaña.
Fluke se puso rojo de pena, mientras Ohm sonreía con suficiencia, el menos se levantó presuroso, sintiéndose mortificado. Se estaban acomodando la ropa cuando la Reina entro.
-Vaya – exclamo también avergonzada la recién llegada, mirando los rostros de ambos chicos- parece que no fue tan mal.
Fluke se puso más rojo, si eso podría ser posible. Se terminó de arreglar la ropa y noto que tenía una erección, se volteo rápidamente para acomodarse los pantalones lo más holgado que se pudiera y noto que el Alfa también trataba de hacer lo mismo. Abrió mucho los ojos a ver el tamaño de su miembro, ¿Eso tendría que encajar con él?, se preguntó asustado notando la mirada profunda del más alto y viendo que sonreía muy pagado de sí mismo.
Los tres salieron del lugar despidiéndose de la anciana y agradeciéndole. Retomaron el camino hacia el pueblo. Se reunieron con el resto sin dar explicaciones, pero por el hecho de que nadie les cuestionara nada, era obvio que sabían a donde habían desaparecido y regresaron al castillo. Solo tres personas iban muy pensativas.
Todos se dispusieron a ir a sus aposentos, pero Fluke necesitaba hablar con su madre, se sentía algo traicionado.
-Madre - le llamo al pie de las escaleras mientras el resto subía.
-Dime – lo miro.
-Puedes acompañarme por favor, necesito hablar contigo. – la guio hacia el despacho de su padre que se encontraba en el segundo piso.
Al entrar a lugar, a penas la Reina cerró la puerta, este soltó la pregunta que estaba rondando su cabeza.
-¿Que fue eso?
-Lo siento mucho- dijo avergonzada, bajando la mirada.
-¿Por qué tenías que orillarnos a eso? – cuestiono tratando de calmar su enojo, el cual estaba creciendo.
-Cuando me dijeron que mi destinado era el futuro rey, yo solo quería morir. – dijo avergonzada tomando asiento.
-¿Tanto así? – pregunto sorprendido su hijo.
Sabía que la mayoría de las parejas destinadas no tenían buen comienzo, ya que es un matrimonio arreglado sin amor. Dependiendo el lugar donde nacías, varia la edad y la forma en que te enteras quien es tu destinado. Si eran de el mismo lugar o isla, no tenían mucho problema, pero aun así era difícil, ya que el primero en enterarse tenia ventaja de averiguar sobre su pareja, pero el último en enterarse tenía las de perder, ya que no tenía mucho tiempo para prepararse, psicológicamente, moralmente y culturalmente hablando.
-Cuando yo era niña, a nuestra aldea llego un virus mortal, la mayoría de los habitantes enfermaron y algunos perdieron la vida- siguió su madre. - Mi padre como ya sabes, era un gran dignatario, pero ni eso lo salvo del virus, así que murió dejando a mi madre viuda con cinco hijos a los cuales tenía que alimentar y educar. Tuvimos tiempos difíciles – lo vio con lágrimas en los ojos- todo niño necesita a sus padres y el que mi padre haya partido tan pronto nos dejó marcados a todos. Cuando tu abuelo todavía vivía, estaba el reino en disputa por una isla, así que se concertó una reunión con los gobernantes de dicha tierra, pero estaba en apogeo ese virus que mataba a la mayoría. Crearon una poción que podía revelar si la persona que la bebía, tenía tal virus en su organismo. –Siguió la Reina- Así que, persona que entrara en la isla, persona que bebía la poción. El gobernante de dicha isla obviamente tomo la poción para poder ingresar al reino, todo salió limpio – sonrió con tristeza- así que la reunión tuvo lugar como se había planeado.
Fluke había leído sobre eso en los libros de historia, pero era diferente escucharlo como algo tan personal de los labios de su madre. Ella prosiguió.
-Como sabes, el padre de tu padre se caracterizaba por ser pacífico y justo, así que llegaron a un acuerdo de reclamar la tierra, pero haciendo a sus habitantes parte de nuestro reino, eso dejo a todos felices y la paz reino en ambas islas por unas semanas, hasta que el virus nos invadió.
El pequeño príncipe también sabia eso, pero ¿Porque su madre le estaba diciendo todo eso?
-El Rey en aquel entonces, ósea el padre de tu padre, había mandado a mi padre a recibir a los extraños y darles de beber la poción. Entonces si no tenían síntomas, como era posible que ellos hubieran traído el virus a la isla. La respuesta es que el gobernante de la tierra que reclamaba el Rey, era asintomático.
Eso no venía en los libros de historia pensó Fluke mirando a su madre.
-Muchas personas creyeron que el Rey había fallado con su poción y que había permitido entrar al virus, y obviamente yo crecí con esa idea. – Dijo su madre- Y yo pensaba que el Rey había matado a mi padre, que todo era su culpa- una lagrima callo por la mejilla de la Reina- cuando me dijeron que era pareja destinada del hijo del hombre que le había arrebatado la vida a mi querido padre, yo quería morir- termino con un sollozo.
-Y después que paso? – pregunto el príncipe con el corazón en la garganta.
-Me obligaron a conocerlo y obviamente a casarme con el – se limpió las lágrimas- mi familia le tenía bastante odio a la familia real, pero sabían respetar el destino. Con el tiempo me fui enterando la verdad, de cómo realmente había sucedido todo. Pasé esta información a mi familia y por fin pude aceptar el amor de tu padre – sonrió avergonzada.- Tu padre me amaba antes de conocerme, el hecho de ser fiel al destino y saber que tenía su pareja destinada lo había hecho muy feliz – sollozo- yo lo trate tan mal, le hice muchos desaires, que no puedo creer que me perdonara - termino la Reina en un mar de lágrimas.
El pequeño príncipe nunca imagino que sus padres hubieran pasado por tanto, creía que desde el principio habían sido felices. Fue y abrazo a su madre hasta que el temblor de sus hombros había cesado.
-Siento tanto que hayan pasado por todo eso – le dijo su hijo con voz quebrada mientras acariciaba su espalda.
-Te conté todo esto porque quiero que entiendas- la Reina miro a los ojos a su hijo- no quiero que Ohm y especialmente tu tengan que pasar por tanto sufrimiento, es obvio que tienen que estar juntos, serán felices, pero tienes que darle una oportunidad.
Ahora comprendía el regalo de su madre, no eran tanto los trajes de la boda, era que ella quería que su hijo no estuviera tan nervioso y con miedo, que comprendiera que todo iba a salir bien.
El príncipe abrazo a su madre de nuevo y así estuvieron bastante tiempo. Fluke se sentía mucho más tranquilo que hace mucho tiempo.
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FIRE AND WATER (COMPLETA)
FanfictionLa vida a veces juega con nuestras vidas, ¿Qué pasara cuando el Príncipe Fluke que maneja el aguay el futuro Rey Ohm del fuego se crucen? Es un matrimonio arreglado, algo que todos conocen como destino, Alfa y Omega, un amor que rompe fronteras, per...