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La fiesta llego a su fin, y todos se fueron a sus aposentos, incluyendo a los recién casados. Ohm había planeado dejar descansar a su pequeño esposo, pero al ver que los minutos se habían convertido en una hora y media, donde Fluke no se había despegado para nada de su gran amigo Mild, opto por cambiar de planes, así que de nuevo le hizo el amor dos veces más, hasta hacerlo gritar de placer. Fluke era suyo y de nadie más, y haría que este no lo olvidara.
Cuando llego a su cuarto orgasmo el Omega se dejó caer el pecho sudoroso de su esposo, respirando con dificultad, sintió como Ohm lo abrazaba con posesividad y sin salir de él se quedaron dormidos.
En la mañana, el primero en despertar fue el Alfa, se separó un poco de su pequeño que lo tenía abrazado y miro su rostro tranquilo, con sus hermosos labios entreabiertos respirando acompasadamente.
Sonrió con ternura y le hizo a un lado el cabello que caía sobre su frente. Era lo más perfecto de todo el universo, se inclinó besando levemente esos labios carnosos y salió de sus brazos para irse a bañar.
Se dirigió totalmente desnudo hacia la ventana y miro el cielo despejado. Tendrían un buen clima, pensó mientras sonreía satisfecho, se dirigío al baño.
Fluke despertó con el ruido de la ducha, subió los brazos sobre su cabeza y se estiro, sintió una punzada en su entrada, hizo un gesto de dolor y recordó todo lo que había pasado en esa cama la noche anterior.
Ohm era insaciable, pensó sonrojado tomando la sabana para cubrirse ya que estaba total y obviamente desnudo. Por alguna razón lo que había pasado, había sido más intenso que las otras veces, parecía como si su Alfa quisiera demostrar algo, pero no sabía qué.
Se arrebujo en el colchón con la cara acalorada, rememorando todo lo que su esposo le había enseñado sobre la intimidad, y así estuvo hasta que el susodicho lo interrumpió, saliendo del baño con una toalla enredada en sus caderas.
-Pollito – le dijo el mayor con esa voz sensual – será mejor que te levantes y te bañes, ya no tardamos en zarpar. – sonrió al verlo bajo las sabanas con el cabello revuelto y la cara sonrojada.
El pequeño asintió, y con todo el valor que pudo, se levantó desnudo tomando con fuerza la sabana a su alrededor, con paso presuroso se dirigió al baño, soportando el dolor en su cuerpo y la mirada penetrante del más grande.
Se metió bajo el chorro de agua, suspirando de alivio y sintiendo como el semen restante de su esposo salía de su parte intima. Se lavó el cabello y se tallo el cuerpo, teniendo sumo cuidado en su rosada entrada, sus caderas querían quebrarlo. Fue fabuloso, pero esperaba que no siempre fuera así de doloroso al día siguiente, sonrió sin darse cuenta.
Cuando se sintió suficientemente limpio, cerro el agua, y tomo una toalla para secarse. Hoy vería por última vez a sus seres queridos, y sabe los cielos hasta cuando los volvería a ver, sus ojos se llenaron de lágrimas. Se contuvo, ya que no quería incomodar a su Alfa y poner triste a su familia, así que haciendo acopio de toda la fortaleza emocional que no sentía, sorbió la nariz, se limpió los ojos y salió hacia la recamara para alistarse e ir a quien sabe cuánto de distancia de su gente.
Cuando entro en a la habitación, su esposo ya estaba cambiado y estaba empacando.
-¿Mejor?- pregunto el mayor al verlo salir del baño.
-Si – contesto suplicando bajando la mirada y que su voz no haya temblado.
-¿Quieres que te espere o me puedo adelantar? – lo miro dejando de hacer la maleta y se dirigió al pequeño, sabía que estaba mas avergonzado que en después de su noche de bodas, no quería incomodarlo.
-Está bien, adelántate –le sonrió agradecido.
-Bien, mis hombres son muy capaces, pero si me gustaría ir a verificar que todo esté en orden – se excuso con una tierna sonrisa y le dio un leve beso en los labios. – nos vemos abajo.
El pequeño lo vio salir del lugar y soltó un suspiro. Podía ver que Ohm sería un buen esposo, pero aun así no podía evitar sentirse triste y nervioso. Se dispuso a vestirse, sabía que la familia Thitiwat quería salir lo más temprano posible.
Cuando estaba casi listo, alguien llamo a la puerta.
-Su majestad – le dijo un hombre ya entrado en años – sus padres piden que por favor a la brevedad posible se encuentre con ellos en al despacho del Rey.
-Gracias, ahí estaré.
Retoco su maquillaje, y viendo por última vez ese lugar en el cual había perdido su virginidad y que también su ahora esposo le había enseñado tanto. Se alejó y se dirigió a donde lo esperaba su familia.
-Pasa hijo- escucho decir a su padre cuando toco la puerta.
Al entrar fue inmediatamente rodeado por los brazos de su madre.
-¿Cómo esta mi pequeño?
-Bien madre – le regreso el abrazo – gracias por preguntar.
Esta se separó y lo miro directo al rostro, escrutándolo, lo cual hizo que el menor se sonrojara.
Se hizo a un lado, y con eso dejo ver a su pequeño hijo al resto de la familia.
-Ven y siéntate – invito su hermano mayo haciéndole espacio en el sillón que compartía con su prometido.
-A menos que no puedas sentarte- le soltó pícaramente Mild, haciendo que las orejas de Fluke se pusieran rojas.
-Mild!! – dijeron al unísono los Reyes con los ojos bien abiertos y compartiendo el sonrojo de su pequeño hijo.
Prem contuvo su risa al ver la incomodidad de estos.
-Tonto – le dijo el pequeño dirigiéndose al sillón y tratando de sentarse los más natural que pudo, reprimiendo un gesto de dolor al hacerlo.
El mayor de los hermanos Natouch sonrió más abiertamente al notar como su pequeño hermanito se sentaba con el más cuidado que podía.
-Ya que estamos todos reunidos – empezó el padre – y no sabemos cuánto tiempo tardaremos en hacerlo de nuevo – dijo en tono aprensivo – tomemos nuestro último desayuno a solas como la familia Natouch Manow que somos.
Después de decir esto, entraron tres mujeres y les dejaron un apetitoso desayuno frente a cada uno en unas pequeñas mesas pagables. Por supuesto el desayuno del pequeño príncipe consistía en panques de chocolate con una jarra de leche bien fría.
Mientras el desayuno transcurría, hablaron de todo y nada, principalmente de vagancias que el pequeño Fluke había hecho de niño, junto su inseparable amigo Mild y a veces también el travieso Boun.
Las risas llenaron el lugar, y las peleas actuadas entre los hermanos también, echándose la culpa, el uno al otro.
Alguien toco la puerta de la oficina del Rey, las risas cesaron, el Rey dio la orden de entrada.
-Disculpen la interrupción – dijo el príncipe Ohm, mirando a todos – pero falta poco para que zarpemos.
Fluke miro a su esposo con preocupación, pero trato de disimularlo, obviamente no paso desapercibida esa mirada, para su Alfa, Boun y Mild.
-No te disculpes- le dijo la Reina con una sonrisa – ya estábamos terminando.
-Entonces, los veo abajo – hizo reverencia y se fue.
-Bueno, nosotros nos adelantaremos – dijo Boun levantándose y tomando la mano de Prem, Mild los imito.
-Ya es la hora – dijo bajito el Omega.
Su padre se levantó de su asiento y se dirigió a su escritorio. Abrió uno de los cajones y saco una pequeña caja de el.
-No podemos decir que los Thitiwat sean malas personas – empezó su madre – pero como vas a un lugar extraño y muy apartado de aquí queremos que aparte de los pendientes que te dimos con anterioridad, también tengas esto.
El Rey se acercó a donde estaba sentado su hijo, y se puso a su lado, la Reina lo imito y se sentó del otro lado.
Su padre le tendió la pequeña caja, la cual Fluke tomo entre sus pequeñas manos. Y sin más, la abrió, revelando un hermoso collar de oro blanco, con un dije de unos tres centímetros de diámetro con una piedra color zafiro.
-¿Un collar? – pregunto sin entender.
-No es cualquier collar hijo – le dijo su padre.
-¿También es un traslador? – pregunto tomando el collar en sus manos y acercando el dije más para observarlo mejor.
-No es un traslador – dijo la Reyna, - es una comunicador.
-¿Comunicador? – volteo a ver a sus padres.
-Así es hijo – su padre tomo su mano – sabemos que los trasladores no deben ser usados cada vez que apetezca.
-Como ya te lo habíamos dicho Fluke – secundo su madre – estos requieren de mucha energía, por ello es peligroso usarlo a la ligera.
Su hijo solo asintió.
-El comunicador, es lo que su nombre lo dice, comunica a las personas. –Le dijo la Reyna tomando su otra mano.
-Y lo mejor de todo es que puedes usarlo cuando quieras y las veces que quieras.
-¿Cómo funciona? – les pregunto curioso su pequeño.
-Bueno, primero que nada, deja decirte que, lo tienes que traer puesto siempre, ya que se le puso un hechizo protector. –Le sonrió su padre.
Fluke de inmediato se lo colgó en su esbelto cuello.
-Su funcionamiento es muy sencillo querido – dijo su madre igual sonriendo. – Lo único que tienes que hacer es besar la piedra del dije.
-Besar la piedra – dijo este y tomo la piedra entre sus dedos.
-En el momento en que tus labios la toquen, te podrás comunicar con tu madre, Boun o conmigo – le guiño un ojo. – eso depende de con quien quieras hablar en ese momento.
-¿Y como el comunicador va a saber con quién deseo hablar en ese momento?- pregunto levantando una ceja.
-Este collar al igual que la piedra incrustada en el, fueron hechos con la esencia de nuestros corazones.
-¿Usaron magia negra? - pregunto asustado.
-Claro que no Fluke – le dijo con rapidez el Rey – Mira, tratare de explicarte todo lo más rápido que se pueda, ya que nos están esperando.
El pequeño asintió.
-Como sabes – empezó – tenemos una bóveda en el castillo, en el cual se guardan los más valiosos tesoros de la familia, y al decir tesoros, no solo me refiero a las joyas o cosas valiosas tanto monetarias como sentimentales, sino también a cosas que van más allá de la comprensión del ojo humano. Tenemos esencias de todos nuestros sentimientos e incluso todas las partes de nuestros cuerpos. Y antes de que te imagines, partes de cuerpos desmembrados, no, no es eso, te estoy hablando de la esencia, y eso no es algo palpable.
-Lo que tu padre quiere decir – empezó su madre, ya que veía cara de confusión y horror en su pequeño- es que todo en el universo tiene esencia, se podría decir que es su alma, las flores, el agua, las piedras, la tierra, tu cabello, en fin, todo lo tangible tiene esencia.
-¿Hasta los panques que me como? – pregunto horrorizado el pequeño príncipe imaginando los gritos de sus panques al ser mordidos por el.
-Hasta los panques – afirmo su padre – pero no te asustes, ya que no sufren como veo que te lo estas imaginando.- sonrio- Todo tiene su esencia Fluke, hasta mi escritorio, este sillón donde estamos, y no, no lo estamos aplastando. Esencia no significa que todo tenga vida, no al menos la vida como la de tu madre, tu o yo.
-Todo en este mundo hijo, tiene su finalidad- le tomo ambas manos para tranquilizarlo- por eso tienen esencia, por ejemplo, los arboles nos dan fruto, sombra, madera, oxígeno, entre otras cosas, las flores dan polen para que las abejas puedan hacer su trabajo, las vacas algunas sirven de alimento y otras de herramienta agrícola, estas piedras – señalo las paredes del despacho – podrían haber servido para hacer una chimenea, o para crear paredes de otro hogar, o simplemente para estar entre las montañas o los ríos. Todo tiene su función, y su destino Fluke.
El pequeño respiro más tranquilo y empezó a entender un poco lo que le decían sus padres. Asintió dándoles a entender que podían seguir con su explicación.
-Así que prosiguiendo con la bóveda real – dijo su padre – este collar fue hecho con la esencia de los Natouch Manow, así que cuando quieras hablar con Boun, la piedra lo sabrá al instante, al igual si lo quieres hacer con tu madre o conmigo, o con los tres, esa es su función y su destino hijo.
-¿Por qué no está la esencia de Prem? – les pregunto curioso.
-Eso es porque todavía no se une con su Alfa, Boun – explico su madre.
-¿Entonces la de Ohm?
-Esa ya se obtuvo hace unos días – le dijo du padre.
-¿Y por qué no está incluida en este collar? – pregunto si ya Ohm era su esposo, por consiguiente, era parte de la familia.
-Eso es - su madre lo abrazo de los hombros – porque a pesar de que ya es tu esposo, y ya están unidos- dijo esto sonrojándose – el no es un Natouch Manow, y antes de que mal entiendas todo- se apresuró a decir al ver que su pequeño hijo iba a saltar a defender el “honor” de su esposo- este collar es un regalo que te hacemos tu padre, Boun y yo. – termino diciendo con tono conciliador y sonrisa comprensiva, ya que a pesar de estar recién casados, entendía la conexión que ahora tenía su pequeño con su Alfa.
Fluke bajo la mirada y volvió a tomar en sus manos el dije.
-Muchas gracias – apretó la piedra entre sus dedos, y miro a sus padres – pero ¿por qué le hicieron un hechizo de protección?
-En primera, porque no queremos que caiga en manos que no deben- explico su padre levantándose del sillón – el collar solo funciona con tus labios, pero tiene nuestra esencia – se encogió de hombros – y por ser quienes somos puede tener un mal uso.
El pequeño asintió, dándose cuenta del valor que tenía ese collar que estaba en su cuello y lo apretó más en sus dedos.
-¿En segunda? – les pregunto.
Su padre iba a contestar, pero fueron interrumpidos.
-Ya está todo listo – les dijo Boun entrando – de hecho, tenemos bastante esperándolos.
-Cierto – dijo la Reina levantándose. – Hijo, es hora – le tendió la mano a su pequeño mirándolo con añoranza.
Este tomo la mano que le extendía su madre, y se levantó para ir a reunirse con su esposo y familia política.
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FIRE AND WATER (COMPLETA)
FanfictionLa vida a veces juega con nuestras vidas, ¿Qué pasara cuando el Príncipe Fluke que maneja el aguay el futuro Rey Ohm del fuego se crucen? Es un matrimonio arreglado, algo que todos conocen como destino, Alfa y Omega, un amor que rompe fronteras, per...