CAPITULO 33 BUSQUEDA

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Su corazón latía como loco, y no porque estuviera agotado, era el miedo, los nervios y la incertidumbre. El océano era su hogar, no sabía qué tipo de peces había por ese territorio, trago saliva. Sentía el viento golpear su cuerpo desnudo, trato de respirar más acompasadamente, apretó sus pequeños manos a sus costados. Y, ¿si estaba exagerando?, se preguntó de repente. Estaba recién casado, y era obvio que las cosas no siempre eran buenos momentos en el matrimonio, pero tampoco esperaba tantos secretos, y no solo de parte de Ohm, también el resto de los que lo rodeaban le ocultaban cosas.
Se giró para ver detrás de él, todo se veía en calma, las siluetas de las palmas en movimiento con el viento, estaba sorprendido de no ver a nadie del castillo. Tomo aire muy profundamente y se empezó a introducirse en el agua salada. Si tan solo hubiera recibido respuestas a sus preguntas, se decía mientras sentía de nuevo las lágrimas correr por su rostro.
Dejo de tocar la arena con sus pies, y se empezó a adentrar más, cuando se sintió lo suficientemente alejado de la orilla, dejo salir la cola de pescado, y por última vez se giró hacia tierra, todo era tan oscuro, solo la luz tenue de la luna se dejaba ver. Sintió que algo se quebraba en su pecho, por instinto llevo su mano a la marca de la mordida de su alfa, y contuvo un sollozo. Si tan solo Ohm hubiera confiado en él.
Se zambulló en el mar negro, sus branquias se abrieron empezó a nadar sin rumbo. Esperaba poder encontrar algún animal marino que lo ayudara a guiarse. Nado sin pensar en nada más que alejarse de ahí y estar con su familia. Solo esperaba no encontrar criaturas hostiles en su camino. De vez en cuando salía a la superficie a ver las estrellas para poder guiarse.
Al contrario de todas las creencias de los acuáticos, de que solo estaban en lo profundo, eso era totalmente erróneo. Los soldados y seres acuáticos de más rango usaban las estrellas para guiarse. Cada tanto salía a la superficie para guiarse por esas estrellas que consultaban sus antepasados.
Era un Tritón, pero gracias a todos los siglos que habían pasado desde que su especie casi se hubiera extinguido, no era un pez en su totalidad. Tenía muchas características, pero tenía parte humana también, así que trataba de ubicar tierra firme.
El dolor corporal estaba volviendo, y más que nada el cansancio al cual no estaba acostumbrado. Sabía que podía durar unas horas bajo el agua, pero nada más, ¿Y si se perdía la conciencia?, moriría ahogado en el fondo de ese mar. Se exigió a seguir.
En el castillo la cena concluía.
-Ohm, debo hablar contigo – le dijo su madre.
Este la siguió a una de las salas contiguas al comedor.
-Tu dirás madre. – le dijo sentándose.
-¿No crees que estas siendo muy duro con Fluke? – le dijo.- hubieras ido tras de el, es ru esoposo.
-Madre, -la miro serio- ya habíamos hablado sobre eso.
-Tu nos diste la orden de no decirle nada.
-No fue una orden, fue una petición- la corrigió.
-Petición que todos tomamos como orden – lo rebatió, y se sentó a su lado.
El Alfa suspiro.
-Tu Omega se ve perdido, y triste. ¿No te has preguntado por que actuamos así con él?, ¿por qué actúas tan misterioso con él?
-Sabes la razón.
La Reina le tomo las manos.
-Cuéntale todo hijo – le dijo mirándolo intensamente a los ojos.
-Eso lo hará más vulnerable.- la miro vulnerable.
-No, eso hará que se aleje de ti antes de que realmente sean una pareja destinada solidificada.
-Trato de protegerlo – se defendió.
-Si es ignorante de lo que se avecina no se podrá defender, ni tú lo podrás proteger.
-Tu no lo s – le dijo en un tono algo duro.
-Si la guerra estalla en este momento, él va a estar desprotegido.
-Yo lo protegeré – dijo sin cambiar su postura, y se levantó.
-Sabes que eso no es cierto Ohm, tú tienes que estar al frente de los hombres y él no te podrá acompañar. – lo miro suplicante – el estará asustado y tratando de esconderse, si no es que sale a buscarte tratando de sentirse a salvo.
Eso no lo había pensado el Alfa. ¿Y si su madre tenía razón?, ¿Y si todo lo estaba haciendo mal? Se pasó las manos por el cabello dejándolo desalineado.
-Sé que eres un hombre muy inteligente – le dijo levantándose- y que nos protegeras con tu vida, pero nosotros sabemos a qué atenernos, pero Fluke es ignorante de todo, de la posible guerra. – le tomo el brazo.
-¿Qué he hecho madre? – le pregunto con angustia al darse cuenta de lo que había estado haciendo desde que conoció a su Omega, tratando de protegerlo pero había hecho lo contrario.
-Todavía es tiempo de que le digas todo – le dijo comprensiva – si en una relación no tienen comunicación y confianza, esta está destinada al fracaso.
El Alfa suspiro temblorosamente.
-Gracias madre – le sonrió con forzadamente dandole un beso en la frente. –Veré si todavía está despierto y hablare con él. Le diré todo, absolutamente todo – dijo con determinación, y salió del lugar.
Se dirigió hacia los aposentos, se topó con el asistente de su esposo, el cual al verlo hizo una reverencia.
-Su alteza Fluke, ¿sigue despierto? – le pregunto antes de que terminara de reverenciarlo.
Gun lo miro con el ceño fruncido.
-Él no se encuentra en los aposentos – le informo- me dirigía al comedor para ver si se le ofrecía algo.
-¿Cómo que no está en la recamara?- le pregunto con una sensación incomoda en la vientre.
-Lo… lo siento su majestad – dijo nervioso el joven – pero vengo de ahí, porque desde que lo deje en las puertas del comedor, ya no lo he visto.
-Fluke – dijo más para sí Ohm, y salió corriendo hacia las escaleras, con el corazón latiéndole más rápido de lo usual.
Llego estrepitosamente a los aposentos y al revisar todo el lugar confirmo que ahí no estaba. ¿A dónde pudo haber ido?, se preguntó preocupado. La cocina, se dijo a sí mismo y salió rápido de ahí, pero la cocina solo estaba ocupada por los empleados de la misma. Les pregunto por él y nadie lo había visto. Trato de que no se le notara la urgencia en la voz, no quería alertar a nadie. ¿Dónde más podría estar?
Lo busco por varias partes del castillo, incluso salió al jardín, no muy convencido de que estuviera ahí. Pregunto a todo el que se topaba si lo había visto, pero siempre obtenía la misma respuesta, nadie lo había visto. Regreso a los aposentos para ver si estaba su ropa, pero todo estaba en su lugar.
-¿Dónde estás pollito? – se preguntó con la voz ahogada.
¿Cómo era posible que nadie lo haya visto?, es cierto que era pequeño, pero por los cielos, era el esposo del futuro Rey. ¿Y si ya no estaba en el castillo?, eso no se le había pasado por la cabeza. Apenas tenían un par de días que habían llegado, si no se conocía todo el castillo mucho menos la isla. ¿Lo había abandonado?, sintió como si algo se rompiera dentro de él. No, eso no podía ser posible, se decía desesperado mirando alrededor del lugar.
No había manera de que saliera de la isla sin ser visto, todo estaba lleno de guardias, casi todo, se dijo abriendo mucho los ojos. Fluke salió del castillo, pero la isla era muy grande, tenía que estar vagando en algún lugar de esta. Había una parte que estaba desierta, al menos que el General Marck no haya mandado a alguien a cubrir esa bacante, era muy normal que este ignorara la guardia de esa parte, su familia había sido masacrada ahí. Se dirigió a los aposentos de su hermano, esperaba que no estuvieran dormidos o haciendo algo peor.
Toco la puerta sin miramientos, bastante escandaloso, si estaban intimando eso les bajaría el ánimo.
-Voy, voy – se escuchó la voz de su hermano.
-No los desperté ¿verdad? – le dijo Ohm en cuanto este abrió la puerta con el ceño fruncido y ya con ropa de dormir.
-No – le dijo – ¿qué sucede? – cerro la puerta tras de sí.
-Fuke no está –le informo.
-¿Cómo que no está? – lo miro sorprendido.
-Ya lo busqué por todos lados del castillo, el jardín y nada – le dijo pasando desesperado las manos por el cabello.
-A ver – le dijo viendo la desesperación en los ojos de su hermano – en primera ¿por qué se escondería?
-Porque soy un idiota.
-¿Apenas te das cuenta? – trato de bromear, pero al ver la mirada asesina que recibía de Ohm se puso serio.
-¿Pelearon?- se atrevió a preguntar.
-No – le informo inquieto – bueno algo así.
-¿Cómo que algo así Ohm?, explícate que me estas poniendo nervioso.
-Me ha estado preguntando sobre lo del entrenamiento y asi.
-Y por tozudez no le has dicho nada – lo dijo más como afirmación que pregunta.
Ohm bufo molesto.
-Te dijimos que le contaras todo, incluso antes de que se casaran – le dijo sentenciándolo a sentirse peor- pero decías que tu sabías lo que hacías y preferiste ocultarle la guerra y todo lo demás. No me sorprende que haya huido. –vio cómo su hermano abría los ojos angustiado – mira, lo siento, pero todos sabíamos que tu decisión no era buena.
-Pero no me lo dijeron – lo acuso.
-Claro que lo hicimos –le dijo tratando de no alterarse – pero no nos escuchaste, yo soy Ohm Thitiwat y no me equivoco. – trato de imitarlo.
-Yo no soy así – le dijo ofendido.
-Claro que sí, pero ese no es el punto. – le puso una mano en el hombro. –Si no está en el castillo, tenemos que salir a buscarlo.
-Kao, toda la isla tiene vigilancia.
-Así es – le dijo.
-¿También la playa norte? – le pregunto esperando una respuesta afirmativa.
-¿La playa norte? –le cuestiono extrañado. Y cuando cayo en cuenta abrió mucho los ojos.
-Demonios- Dijo Ohm.
-Marck me dijo que buscaría un remplazo, pero nunca confirmo.
-¿Cómo puede estar pasando esto?.- pregunto incrédulo el futuro Rey.
-Deja me cambio. – le dijo su hermano y se dio la vuelta entrando en la recamara.
Ohm se dejó caer con frustración en la pared de piedra y cerro sus ojos.
¿Qué había hecho? Se preguntó apuñalándose mentalmente. Si algo le pasaba a su esposo, jamás se lo perdonaría. Siguió en esa posición hasta que escucho que se abría la puerta a su lado. Al voltear no solo vio a su hermano listo, sino también a su cuñado.
-Revisemos de nuevo el castillo y sus terrenos – empezó a decir Kao – y si no lo encontramos nos vamos al pueblo y la playa.
-Pero ya lo busqué ahí. – dijo Ohm.
-Lo se hermano, pero más vale dar otra revisada – lo miro serio - Yo voy a abarcar la planta alta, tu Ohm ve a la planta baja y Earth ve hacia los jardines y demás.
Ambos oyentes asintieron con su cabeza y se dirigieron a su misión, ninguno de ellos queria sembrar el pánico en el castillo.
Ohm acepto, ya que por su apuro y preocupación a lo mejor no había buscado bien, si se estaba escondiendo de él, podría haberlo pasado por alto. Su parta Alfa estaba demasiado alterado, y con eso, lo más probable es que no lo haya detectado.
Cada uno tomo su camino, paso el tiempo y nadie veía nada inusual, parecía que no había querido dejar huellas.
Ohm corría desesperado por todos los pasillos y estancias, pero nada. Quería llorar de impotencia y preocupación. En toda su vida solo había llorado por una sola cosa, y esa había sido la muerte de su padre, amigo y mentor. Por favor, que Fluke estuviera bien, rogaba internamente con desesperación sin dejar de buscarlo en cada rincón. Se dirigió a la entrada principal del castillo.
-¿Nada? – le pregunto a su cuñado al verlo, y se le cayó más el corazón al recibir una respuesta negativa.
-Lo encontraremos – le dijo el rubio con tono determinado.
Estuvieron en un silencio pesado mientras esperaban a Kao, el llego unos minutos después con la respiración agitada.
-No esta – dijo dificultosamente.
-Tenemos que hacer una búsqueda extensiva – dijo Ohm. – avisen a los guardias – ordeno sin importarle nada mas, solo quería recuperar a su esposo, salió directo hacia el mar,algo lo llamaba.
Corrió como nunca antes, solo cuando le habían dado la noticia de la muerte del Rey, él se encontraba entrenando, y salió a una velocidad nada humana. Era un dragón, al igual que su padre y su hermano. Era una criatura fuerte y mítica, a pesar del mundo en el que vivían. Pocas personas sabían de su capacidad de transmutarse. Fluke era como él, y no podía haber tenido mejor pareja que él, de los últimos de su especie, Tritón y Dragón, en esencia pura.
Llego a su destino, para su desgracia no se veía nada. Trato de no dejarse llevar por el pesimismo y empezó a caminar por toda la playa. Se acercó a la orilla, no sabía por dónde iba. La arena estaba fría por el beso que daba la marea en ella.
A lo lejos vio una protuberancia que las olas lamian y jalaban poco a poco. Se dirigió con presura, parecía una pequeña roca. ¿Pero que era?
Llego, y se agacho a tomar lo que había llamado su atención. Ropa, ¿Qué hacía en la orilla del mar?, la miro con más detenimiento y su alma se le fue a los pies, era la ropa que Fluke llevaba puesta en la cena. Empezó a inspeccionarla con desesperación, buscando rasgaduras y sangre, nada, las prendas no tenían nada. Suspiro aliviado.
Se dirigió hacia el mar, apretando las prendas en su pecho. No se veía nada, solo negro. Apretó mas la ropa hacia sí. Fluke se había trasmutado. Fluke se había ido, lo había dejado. No pudo evitar un sollozo atorado en su garganta, se dejó caer en la arena.
No podía estar pasando eso, eran pareja destinadas, el destino no podía cambiar. ¿Por qué pasaba eso?, se preguntaba llorando con coraje. El tenía la culpa, si le hubiera explicado las cosas antes de la boda, todo sería diferente, soltó un grito desgarrador lleno de impotencia y decepción hacia su persona.
Todo lo había hecho mal, si tan solo no hubiera sido tan orgulloso y egocéntrico, se recriminaba mientras su cuerpo temblaba por el llanto. Su pequeño era alguien muy fuerte, y lo había subestimado, tratando de protegerlo, lo había minimizado.

FIRE AND WATER (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora