CAPITULO 36 PARTE DE VERDAD Y RECONCILIACIÓN

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Después de caminar unos cinco minutos más llegaron hasta una enorme puerta hecha de piedra, la cual tenía grabado un enrome dragón.
-Hóng lóng, ráng wo jínqú – dijo el mayor, y la enorme piedra se desplazó hacia un lado haciendo un fuerte ruido, mas parecía un rugido. El pequeño se encogió ante el estruendo y soltó la mano de su esposo para taparse los oídos. – vamos – lo instó Ohm y volvió a tomar su mano.
Al entrar por la ranura se encontraban varias antorchas por la pared de roca y había unas escaleras que bajaban. El Alfa guio a su Omega por estas, y entre más bajaban más iluminado se ponía. Fluke miraba todo con gran curiosidad, nunca se imaginó que un lugar como ese existiera en la isla. Empezó a sudar, cada vez se sentía más caliente.
-Ohm – lo llamo con duda.
-No te preocupes amor – lo volteo a ver y le sonrió a la vez que le apretaba mas la mano. – ya vamos a llegar.
El pequeño le regreso la sonrisa y siguió caminando tras él.
Cuando las escaleras llegaron a su fin, se encontraban varias puertas frente a ellos. Cada una tenia extraños símbolos, no sabía en qué idioma estaban.
Giraron a la izquierda y se dirigieron la última puerta. El mayor con premura abrió esta y Fluke abrió los ojos impresionados. El lugar era enorme, con un techo tal alto que no se alcanzaba a ver su final. Pero eso no fue lo que dejo al pequeño con la boca abierta, sino unos enormes dragones de todos los tamaños y con escamas de todo tipo de colores, las cuales brillaban bajo la luz de las antorchas. Eran alrededor de quince o más bestias, y una cantidad exorbitante de hombres y mujeres que hablaban entre ellos, incluso algunos parecían estar comunicándose de alguna manera con algunos dragones.
Al parecer todos de inmediato sintieron su presencia, ya que las bestias y las trecientas o más personas voltearon a verlos. Fluke apretó por instinto la mano de su esposo y se pegó más a él. Era obvio que estaba acostumbrado a ser el centro de atención, las miradas no le incomodaban, las miradas de los soldados, pero era diferente con los enormes ojos de los dragones puestas en él.
El Alfa sintió que el pequeño cuerpo a su lado se tensaba y se arrimaba a su persona. Soltó la mano que tenía tomada, y le paso el brazo por la cintura pegándolo más a él.
-Tranquilo mi precioso – le dijo Ohm en su mente.
Esto descoloco al pequeño y volteo a verlo con los ojos bien abiertos.
-No te separaras de mi lado – le siguió diciendo en su cabeza. –Vamos – le artículo en viva voz.
Fluke asintió y lo siguió al centro del lugar donde había un alto y grande podio. Subieron a él sin separarse ni un momento. Arriba de este lugar estaba dispuesta una larga mesa con varios papeles, que parecían planos, mapas y demás cosas.
-Perdón por la tardanza – les dijo Ohm a las personas que estaban sentadas alrededor de la enorme mesa.
En cuanto el futuro Rey termino de decir esto todos se levantaron e hicieron su reverencia. El pequeño todavía estaba descolocado por la voz de su esposo en su mente. Sabía que la mayoría de las parejas destinadas podían comunicarse por telepatía, esto pasaba al consumar su unión, pero era la primera vez que Ohm lo hacía con él. También sabía que a veces pasaba algún tiempo antes de que la pareja pudiera hacerlo.
-Kao, ¿qué me tienes? – pregunto su Alfa, y fue cuando vio que ahí estaba su cuñado y su esposo Earth.
-Hace un par de horas unos terrarios lograron entrar a la isla- le informo su hermano tomando asiento al igual que los que estaban alrededor, mientras los dragones y el resto que estaban bajo el toldo los escuchaban con atención.
Ohm acomodo a su esposo en una silla a su lado, y le tomo la mano bajo la mesa, Fluke agradeció no perder el contacto con él, eso lo tranquilizaba. El pequeño sabía que los terrarios eran las personas que manejaban la tierra, no sabía mucho de su cultura, pero no entendía por que tenía que haber problema porque llegaran unos terrarios a la isla.
-¿Cuantos son? –pregunto serio su Alfa.
-Alrededor de veinte, logramos atraparlos a todos.
-¿Los pusieron en los calabozos?
-Así es Ohm – le respondió Kao – cada uno en una celda separada.
Eso era nuevo para el pequeño, obvio que sabía de los calabozos, incluso en el castillo de su familia tenían, pero hacía años que no se usaban. Eso lo estaba poniendo nervioso.
-¿Tienen respuestas por parte de alguno?
-Nada hasta ahora, se niegan a hablar.
-No creemos que tuvieran intención de atacar – dijo una mujer de unos cuarenta años que estaba sentada al otro lado de la mesa.
-Eso es obvio – dijo Ohm – si realmente son veinte personas – volteo a ver a su hermano con interrogación.
-Ya revisamos todo, y si, al parecer solo son ellos, aun así tengo soldados en guardia revisando la isla. – contesto este al ver la mirada de su hermano.
-Está bien, en ese caso creo que se necesita otra sesión de interrogatorio – contesto el futuro Rey, a lo que la mayoría asintió con su cabeza.-Bien – les dijo levantándose y jalando con él a su pequeño esposo. Todos los imitaron. –Ya saben que hacer, ya los alcanzo.
Todos empezaron a bajar de podio, excepto Kao y Earth.
-Fluke – le llamo su esposo, y este de inmediato volteo a verlo.
-Los interrogatorios no son nada agradables- le empezó a decir el mayor- así que te pregunto si deseas acompañarnos o te quedas con Earth y él te puede explicar de qué va esta reunión.
Fluke se sintió muy bien de que Ohm le preguntara que quería hacer, antes, solo le hubiera ordenado quedarse con el rubio, es más, antes ni siquiera lo habría llevado con él a ese lugar.
-Yo te espero – le dijo con una sonrisa tímida, no quería ver nada de esos supuestos interrogatorios.
-Bien –le regreso la sonrisa, acuno su mejilla, y se acercó para dejarle un suave beso en los labios – no sé cuánto tardemos – lo miro con intensidad y se alejó de ahí junto con su hermano.
Al pequeño se le pusieron sonrojadas las mejillas ya que era la primera vez que lo besaba en público, si no contaba ese dia con la cabaña de la anciana Del y la boda.
-Me alegro tanto que estés de vuelta con nosotros y que se hayan arreglado las cosas con Ohm – le dijo sonriendo el rubio tomándolo de las manos haciendo que se sentara frente a él. – ¿Qué quieres saber? – lo miro con intensidad.
-Todo – le dijo sin rechistar el menor.
Y así fue como Earth le empezó a relatar cómo habían encontrado los pergaminos de los terreros y el resto de los acontecimientos.
-Los terrarios son algo tontos a mi parecer, ya que ustedes no tienen motivos de  robar algo de ellos. – opino Fluke al terminar de escuchar toda la historia.
-Son unos cabezotas, en primero por lo que acabas de decir, y en segunda por que nunca podrían ganarnos, ya sabes, dragones enormes, volando por el cielo interminable, mientras ellos solo manejan la tierra – le dijo con pesar Earth. -Ohm estaba bastante preocupado por todo lo que está pasando y más en fechas de su boda contigo, pero lo que más le preocupa, es tu seguridad, por eso no te decía lo que estaba pasando, no quería preocuparte y que estuvieras con miedo constantemente. – le confeso.
Ahora Fluke entendía muchas cosas, porque su esposo era tan reservado, no es fácil estar en posible guerra y menos si estas recién casado. Se sentía como tonto, el haciendo esos numeritos de escaparse, mientras su esposo tiene la responsabilidad de protegerlos a todos.
-No te sientas mal- le dijo el mayor como si le hubiera leído el pensamiento- tanto los actos de Ohm como los tuyos están justificados – le sonrió comprensivo- yo hubiera hecho lo mismo que tú en tu lugar – le confeso con vergüenza. - es más, creo que hubiera armado una guerra interna entre Kao y yo – le dijo colorado por poner en palabras sus verdaderos sentimientos – al menos tú fuiste más discreto – le sonrió tímidamente.
-Gracias por decirme todo esto, pero no creo haber sido nada discreto –le dijo el pequeño con una sonrisa.
-Ni lo digas – le contesto- es más, creo que muchos te debemos una disculpa, lo hicimos porque Ohm dijo que era lo mejor y ya sabes, es el futuro Rey.- se encogió de hombros.
-No te culpo de nada Earth – le dijo sonriendo y tomando una de sus manos – a nadie, sé que trataron de hacer lo que creyeron correcto en su momento.
-Gracias – le devolvió la sonrisa sin soltarlo.
-¿Y ahora? – pregunto el pequeño volteando a ver a su alrededor donde muchos de los soldados y todos los dragones seguían en sus asuntos.
-Esperar a que nuestros poderosos y guapos Alfas terminen con los interrogatorios, a menos que quieras regresar a los aposentos – le ofreció el rubio.
-Eso ni lo pienses-le dijo el pequeño- estamos en esto juntos, excepto los interrogatorios -  le dijo en tono broma, pero agradeciendo no ver qué pasaba en las celdas del calabozo.
-Así se habla – le dijo feliz el rubio.
Siguieron hablando de los terrarios, todo lo que el rubio sabia sobre ellos, se lo estaba platicando al pequeño futuro Rey, y este como era demasiado curioso no dejaba de preguntar. Ya solo le quedaba otra duda, pero esa no se la podía decir a Earth.
El tiempo pasaba y los interrogadores no regresaban, Fluke se sentía algo cansado ya que apenas se estaba recuperando, pero no se iba a ir de ahí sin su esposo.
Cuando lo ausentes hicieron acto de presencia se notaban estresados y fastidiados. Ohm se dirigió a su esposo, y en cuanto llego a el cambio su semblante serio por una hermosa sonrisa, lo levanto y lo abrazo. Esto confortó al castaño.
-Obtuvimos algunas respuestas – les informo el futuro Rey- vayan a descansar ya, hoy no se puede hacer más, ya mañana les informare que prosigue. Gracias a todos por venir – los despidió.
Todos se despidieron con una reverencia, incluyendo a los dragones y fueron desapareciendo del lugar.
Fluke siguió a su Alfa, detrás de ellos venían su cuñado y su esposo. El camino de regreso al castillo lo hicieron en silencio. Cuando llegaron, cada pareja se dirigió a sus aposentos.
Al pequeño no dejaba de rondarle por su cabeza esa duda que no había podido cuestionarle al rubio. Pero su esposo se veía cansado y realmente él también se sentía agotado. Por conformidad silenciosa, se metieron a bañar juntos, se enjabonaron y se limpiaron uno al otro. Ambos tenían planeado solo dormir, pero al terminar de bañarse las cosas cambiaron, e hicieron el amor con intensidad. Al terminar su acto de amor, se quedaron abrazados con la respiración acelerada.
-Te amo mi pequeño pollito, te amo mi amor – le susurro el mayor mientras se apretaba más al pequeño cuerpo sudoroso a su lado.
-También te amo – contesto Fluke con el corazón lleno de amor, la voz temblorosa y con los ojos hechos agua por la emoción. Era la primera vez que se decían que se amaban con palabras. El mayor lo apretó más a él con una sonrisa satisfecha y perezosa en su rostro, se se quedaron dormidos.
Unos minutos después de haber quedado en los brazos de Morfeo, el sol empezó a salir en la isla Dragón Rojo. Los corazones de esa nueva pareja latían en armonía, mientras sus animales internos ronroneaban felices.
La intención de Ohm era solo dormir si mucho una hora, pero su cuerpo estaba cansado y satisfecho. Había hecho el amor de una manera intensa con Fluke, era la primera vez que se había sentido tan conectado a su pequeño esposo, ni cuando se anudaron había sentido eso.  Algo le decía que su pollito no tardaba en preguntarle por ese asunto.
Suspiro despertando poco a poco, sintiendo el pequeño cuerpo desnudo y cálido a su lado. Abrió sus ojos lentamente, y se puso a observar a su esposo. Esta agradecido con el cielo por haber podido arreglar los malos entendidos con él, pero más que nada, que Fluke hubiera podido regresar sano y salvo.
Sin importarle la hora que fuera, se quedó viendo y acariciando el pequeño y hermoso cuerpo a su lado. De ahora en adelante no le ocultaría nada, pensó determinado Ohm, no quería volver a cometer ese error, estuvo a punto de pagar caro su testarudez y orgullo de Alfa. Su pollito era muy inteligente y capaz de comprender todo, sabía que de ahora en adelante caminarían juntos, ni el frente, ni su esposo tras el, si no al mismo ritmo, como pareja, como esposos, como amigos y confidentes. Sonrió cuando Fluke se restregó contra su cuerpo, buscando su calor, su Omega buscando a su Alfa.
-Buenos días – susurro el mayor sin dejar de sonreír.
Fluke se estiro perezosamente casi encima de su marido. O por los cielos, eso era tan jodidamente sexy, pensó Ohm sintiendo como el miembro de su esposo se rosaba con su cadera desnuda.
El pequeño abrió su enormes y bellos ojos color avellana, y sonrió al ver a su esposo.
-Hola – le saludo Fluke pegándose más a él, y ocultando su pequeño rostro en su cuello.
-Hola pollito – le respondió su Alfa – ¿cómo te sientes?
-Satisfecho – contesto descaradamente contra el cuello.
Esto ocasiono que saliera una carcajada ronca del mayor.
-¿Seguro que estas satisfecho? – pregunto Ohm tomando el miembro de su Omega.
Fluke dejo salir un gemido al sentir esta caricia.
-¿Seguro? – volvió a preguntar Ohm, empezando a masajear el pene de su pollito.
-Aaaah – dejo salir el pequeño de sus labios mientras se restregaba en el cuerpo de su esposo.
-Parece que no estás tan satisfecho- dijo muy conforme Ohm, mientras subía y bajaba su mano sin dejar de masturbar.
-O..Ohm –le dijo en un susurro mientras levantaba su rostro al mayor con los ojos ya nublados por el deseo.
-Si – contesto sintiendo como poco a poco el miembro se iba poniendo duro en su mano.
-Hazme el amor – contesto con las mejillas arreboladas y sus caderas moviéndose al ritmo que marcaba su Alfa.
-¿Si? – le dijo masajeando la punta por donde empezaba a salir liquido pre seminal.
-Por… por favor – pidió su Omega con ojos suplicantes.
Omh dejo salir un gruñido y se subió en el pequeño cuerpo apoderándose de esos deliciosos y carnosos labios.
Fluke gustoso respondió su beso abrazador, rodeo con sus delgados brazos el cuello de su esposo y abrió más sus lechosas piernas para que el mayor se acomodara mejor.
Sus lenguas danzaron en el más viejo baile de los tiempos, y las caricias no se hicieron esperar. El Omega acariciaba con ansias la espalda y el cabello del mayor, mientras este le tomaba el rostro con frenesí para profundizar el beso. Succionaba la lengua de su pollito con tanto placer que creía subir al cielo. Fluke abrazo la cintura de Ohm con sus piernas, quería sentirlo más cerca, más cerca, se decía mentalmente mientras sus caderas se restregaban el en estomago del más grande.
El Alfa bajo uno una de sus manos y con respiración agitada separo sus labios de esa boca que invitaba al pecado, húmeda e hinchada por los besos. Introdujo tentativamente uno de sus dedos en esa cavidad mojada, y gimió cuando la pequeña lengua acaricio este, suave y caliente lengua.
Lo miro al rostro, y lo que vio le empezó a nublar el sentido, los ojos de su pequeño estaban húmedos y opacos, llenos de deseo.
-Te amo Fluke – dijo jadeante sintiendo las caricias de esa lengua en su dedo. Masajeo el arrugado y tierno aro que se movía tentativamente dejando salir su lubricante natural.
-Ohm –jadeo el pequeño sin separar su mirada de esos ojos que se estaban volviendo color carmesí. – Te amo, te amo muchísimo.
El mayor sonrió con suficiencia, e introdujo su dedo resbaladizo.
-Si – soltó Fluke moviendo sus pequeñas caderas contra ese dedo.
-¿Te gusta?- le pregunto su esposo sin dejar de meter y sacar.
-Me… me encanta – contesto sin dejar de moverse- pero quiero más- termino de decir descaradamente.
-Tus deseos son ordenes – contesto gustoso Ohm, introduciendo otro dedo.
-Si – jadeo el Omega aumentado el movimiento.
El mayor volvió a besarlo con frenesí, mordiendo, lambiendo y chupando con gusto, sin dejar de lado el trabajo de sus dedos, que entraban, salía y hacían movimiento de tijeras dentro para dilatar. Las paredes húmedas y calientes de su esposo respondían tan bien.
Después de haber introducido su tercer dedo, y haber trabajado la entrada, empezó a besar todo el rostro de su pequeño pollito. Saco sus dedos y acomodo su pene en la entrada dilatada y rosada.
Empezó a entrar lentamente, aguantando la respiración, estaba tan deliciosamente apretado y húmedo. En cuanto su pene logro entrar por completo empezó a moverse lentamente.
-Si – soltó Fluke mirando a Ohm.
Ambos se veían a los ojos sin parpadear o apartar sus miradas, y aumentando poco a poco el ritmo acompasado.
Los testículos del mayor empezaron a golpear las nalgas del pequeño con más frenesí, sus respiraciones eran muy aceleradas, jadeaban al unísono llenando el lugar solo de esos sonidos. Cuerpos golpeando con fuerza y con jadeos llenos de éxtasis. Esos cuerpos sudorosos disfrutaban del acto más íntimo que podría haber entre dos personas.
El Alfa golpeaba con fuerza la próstata de su esposo, mientras este gemía con la cara casi del color carmesí de los ojos de su pareja. Cuando Ohm sintió que su Omega estaba a punto de tener su orgasmo, dejo salir sus colmillos y su nudo. Se acercó a ese blanco cuello, cuando Fluke ladeo su rostro dándole acceso libre para que lo mordiera.
Sus colmillos se abrieron paso en esa tierna carne, y ambos se dejaron llevar por el placer. El más pequeño manchando con su esperma los vientres de ambos, y el mayor dejando su semilla dentro de su esposo mientras su glande formada el nudo en sus cuerpos.
Ambos cuerpos se tensaron unos segundos reteniendo su respiración. Ohm se dejó caer suavemente en el pequeño cuerpo, quedando estático del cansancio.
Su Alfa se había anudado de nuevo, pensó el pequeño respirando aceleradamente, sintiendo todo el cuerpo de su esposo, pero sabiendo que no se estaba dejando caer todo su peso sobre él.

FIRE AND WATER (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora