CAPITULO 21 BODA

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Al salir de la oficina de su padre, Fluke se sentía más ligero, se dejó hacer de nuevo el peinado y el maquillaje, agradecía que su padre le hubiera platicado todo el camino ya que sentía que su Omega se le saldría por la garganta, estaba más que feliz.
Cuando entro al salón del brazo de su madre, sintió que las piernas le iban a fallar, no sabía que era más fuerte en ese momento, los nervios o el revoltijo que estaba haciendo su Omega dentro de él.
Con cada paso que daba sentía que batallaba más para respirar, por los cielos, estaba a punto de casarse. El corazón le golpeaba el pecho de tal manera que creyó que todos podían escucharlo, trago saliva sin dejar de sonreír. Y cuando su Alfa le tendió esa fuerte mano, mientras lo miraba más intensamente que nunca acompañado de una hermosa sonrisa, no lo dudo y se dejó tomar por él. Sabía que estaba temblando y que Ohm lo había notado.
Trataba de poner atención a lo que la ciega Del frente a ellos les decía, pero estaba que se sentía como gelatina, se sentía en un sueño, como si él estuviera viendo todo desde otro ángulo, nunca se había sentido así.
Nunca se imaginó que la canosa dirigiría la ceremonia, había quedado bastante sorprendido al verla. De repente noto silencio, salió de su ensimismamiento y miro a Ohm, el cual le sonrió compresivo, y miro a la anciana.
-Sus votos alteza – le indico esta con tono educado.
-Alteza – se escuchó de su otro lado, y vio a Earth tendiéndole un pequeño cojín con el anillo que tenía que ponerle a Ohm. Lo tomo con mano temblorosa y le devolvió la sonrisa, para girarse hacia su Alfa.
-Cla..claro – se puso rojo y más nervioso de lo que ya estaba. Miro a Ohm a los ojos y este le tendió su mano para que le pusiera el anillo, lo cual el pequeño hizo y empezó a decir sus votos. – Encontrar a alguien que ames y que te amé de vuelta es un sentimiento maravilloso; pero encontrar a tu alma gemela es alguien que te entiende como nadie, y estará ahí para ti siempre, pase lo que pase. Con estas palabras y todas las demás que guardo en mi corazón me ofrezco a ti como compañero de aventuras y para hacerte feliz el resto de nuestras vidas. Con esta promesa de amor te demuestro que estoy completamente seguro de que el gran paso que daremos juntos será la base de un futuro hermoso y lleno de amor. – le sonrió más abiertamente a su pareja, sabía que su voz había temblado ligeramente, pero rayos, estaba muy nervioso, se consoló mentalmente, agradeciendo a su hermano, Pert y Mild a ayudarle con ideas para los votos. Soltó un suspiro entrecortado.
Prem ya estaba a un lado de Ohm, y le tendió el cojín con el anillo, el mayor lo tomo y se volvió hacia su pequeño, le tomo la delicada mano temblorosa y le puso el anillo.
-Prometo- empezó el mayor, tomando las manos de Fluke – ayudarte a amar la vida, a tratarte siempre con ternura y a tener la paciencia que el amor requiere. Hablar cuando sea necesario y a compartir el silencio cuando no, a estar de acuerdo o no sobre los pasteles –los presentes soltaron unas risitas ya que la mayoría sabia la adicción del pequeño por los pastelillos, las orejas de Fluke se pusieron rojas preguntándose como Ohm sabia eso sobre el –y a vivir – prosiguió el mayor – en la calidez de tu corazón que siempre será mi hogar. Te garantizo que habrá épocas difíciles y te garantizo que en algún momento uno de los dos o los dos querremos dejarlo todo, pero también te garantizo que, si no te pido que seas mío, me arrepentiré el resto de mi vida. Por qué se en lo más profundo de mi ser que estas hecho para mí.
Se escucharon suspiros, y pequeños aplausos.
-Príncipe Fluke Natouch Manow, ¿acepta al Príncipe Ohm Titiwat Dean como su esposo, amarlo y respetarlo hasta el final de sus días?
-Acepto – contesto lo más seguro que pudo.
-Príncipe Ohm Titiwat Dean, ¿acepta al Príncipe Fluke Natouch Manow como su esposo, amarlo y respetarlo hasta el final de sus días?
-Acepto – dijo inmediatamente.
-Por el poder que me confiere la Isla Agua Mágica, yo los declaro esposos – les dijo sonriendo – pueden besarse.
Ambos se giraron para quedar de nuevo uno frente a otro.
El pequeño trago saliva visiblemente, mientras veía acercarse hacia él, Ohm bajo lentamente su rostro hacia el suyo, Fluke cerro fuertemente los ojos de la ansiedad que sentía.
-Tranquilo – le susurro su pareja haciendo que el aliento le golpeara el rostro- no te besare como quisiera – eso hizo que el pequeño abriera sus hermosos ojos y viera como su Alfa le tomaba el rostro y juntaba sus labios.
Su primer beso de esposos, exclamo internamente el pequeño príncipe, mientras tímidamente se amoldaba al alto.
Ohm dejo de besarlo y junto sus frentes dándole una hermosa sonrisa, que Fluke correspondió. Los aplausos no se hicieron esperar, e hicieron que los jóvenes se separaran, el pequeño algo rojo y el mayor sin dejarlo de mirar. El Alfa le tomo el brazo a su Omega y empezaron a caminar por el pasillo central.
Durante el camino, en la carroza designada a los recién casados, se mantuvo el silencio, pero Ohm no soltó en ningún momento la mano que le sostenía a Fluke, el cual iba mirando por la ventana, sentía el corazón salírsele del pecho y su rostro caliente, sentía la mirada de su esposo fija en él, y así se fueron esos 10 minutos de camino.
Ya de vuelta en el castillo, todos tomaron sus lugares, la mesa principal era mucho más grande que las demás y estaba situada frente al resto. En medio de esta se sentaron los recién casados y cada lado su respectiva familia.
El banquete empezó, Fluke comía en silencio, la verdad es que no tenía hambre, pero era el día de su boda, y ese platillo lo había escogido el, era su favorito, ¿entonces por qué no le apetecía?, se preguntó soltando un suspiro, picando la comida.
-¿Te sientes bien? – lo interrumpió la voz de Ohm.
El Omega se sobresalta y deja caer su tenedor.
-S..si – le contesta tímido.
-No tienes mucha hambre o el platillo no es de tu agrado? – lo mira inquisitivo.
-No es eso – contesta inmediatamente sintiendo calor en la orejas- solo que no se – dice dubitativo – creo que estoy muy nervioso – reconoció poniéndose rojo.
-Es normal – le sonrió comprensivo – no todos los días te casas – le dice guiñándole un ojo.
-Cierto – contesta relajándose un poco y le sonríe. Toma su copa y le da un trago el cual hace que casi se ahogue, y empieza a toser.
-¿Estas bien? – pregunta por segunda vez su Alfa mientras lo mira preocupado y le da palmaditas en la espalda. Sus familiares se les quedan viendo y cuando Fluke deja de toser, sonríen y siguen comiendo.
-Si -dice con la voz un poco ronca- gracias. ¿Por qué pusieron vino en mi copa?  –pregunta con el ceño fruncido, tomando la copa y viéndola como si fuera lo más raro que sus ojos pudieran ver.
-Es normal tomar vino en las celebraciones – se encoge de hombros Ohm.
-Pero yo nunca he bebido alcohol – le dice sonrojándose mas.
El mayor lo mira admirado al principio, pero lo termina viendo con ternura, era de esperarse de su Omega.
-¿Y puedo saber por qué nunca has bebido alcohol? – pregunta tomando de su copa.
-El sabor es tan.. fushi – dice haciendo cara de asco.
Esto provoca que el mayor suelte una carcajada, y eso atrae las miradas de los de la mesa, era raro escuchar ese tipo de risa proveniente de él.
Fluke lo ve fascinado, era la primera vez que lo escuchaba reír y era maravilloso, pensó embelesado viendo esos hermosos hoyuelos y ese sonido tan sensual.
-Lo siento – le dice aun riendo un poco- es que ese término no lo conocía, y se escucha muy gracioso – le pone una mano en su pequeño hombro, y eso causa que el pequeño salga de su ensueño.
-Fushi – repite el príncipe – es que esa palabra la invente yo – le dice como si hubiera descubierto la rueda. - Todo sucedió hace unos años, cuando viaje con mis padres a la isla de los alquimistas – empezó muy emocionado – ya sabes, a visitar a Mild, entonces en la cena sirvieron un platillo que no recuerdo ni como se llama – dijo frunciendo el ceño mientras Ohm no podía dejar de verlo y sonreír- pues tenía mucha pero mucha pimienta, me hizo estornudar de una manera tan extraña que parecía que había dicho fushi, su sabor era.. fushi –recalco encogiéndose de hombros- y ahí surgió ese término para lo que a mi paladar no le agrade.
Sin poder evitarlo el mayor volvió a reír con ganas, su Omega era como un aire fresco y puro al cual no estaba acostumbrado.
-¿Es muy graciosa la palabra? – le pregunto al ver que se volvía a reír.
-Un poco- le confiesa calmando su risa. –Ya que no te gusta este vino, puedo mandar traer del barco uno muy suave y delicioso que estoy seguro que te gustara - le ofreció.
-¿Existe un vino que sepa delicioso? – pregunta incrédulo.
-Existen muchos- le sigue sonriendo mientras hace señas – lo que pasa es que no los has probado.
Un hombre muy grande, de un cuerpo muy bien trabajado se acerca al príncipe Thitiwat, este le dice algo al recién llegado, el hombre hace una reverencia y sale de ahí.
-Está bien lo probare- le dice el pequeño – pero te advierto que, si no es de mi agrado, no importa que tan importado, exportado y caro sea, yo lo bautizare como fushi – le dice muy serio.
-Entendido – le dice riendo.
Después de unos veinte minutos el hombretón llego con un par de botellas transparentes con un líquido rojo burbujeante. El mayor pone ambas botellas frente a Fluke.
-Aquí tienes – le dice- tienes que tomar despacio, su sabor es fresco y dulce, y parece que no tiene alcohol, asi que no te dejes engañar.- le advierte mirándolo directamente a los ojos.
-Está bien – le sonríe y le extiende la copa para que le sirva. Toma un sorbo, esperando sentir ese horrible sabor tan amargo, y se sorprende al sentir como si estuviera tomando un jugo de frutos rojos. – Oye, que bien sabe – le dice y vuelve a tomar de la copa.
-Despacio- le dice quitando delicadamente la copa de su pequeña mano y poniéndola sobre la mesa.
El pequeño se sonroja un poco y asiente con la cabeza.
La cena siguió su curso, hasta que llego la orquesta del reino para empezar el baile nupcial. Cuando al director de la orquesta pidió silencio, todos lo hicieron.
-Buenas noches – empezó el hombre – para nosotros es un honor estar esta noche con ustedes – les sonrió – quiero felicitar al Príncipe Natouch y a su ahora esposo, Príncipe Thitiwat – le dijo dirigiéndose a los recién casados.
Ambos desde su asiento hicieron reverencia de agradecimiento, la única diferencia es que el pequeño príncipe se volvió a poner colorado.
-Lo reyes me pidieron crear una melodía única y especial para los recién casados, este es nuestro regalo de bodas, espero les guste- hizo una reverencia y se giró hacia sus músicos.
Ohm se levantó de su lugar y le tiende la mano a Fluke, este toma la mano y se dirigen hacia el centro del lugar. Una música suave empieza a sonar, y el mayor toma entre sus brazos al pequeño, el cual tiembla levemente ante la cercanía. Se empiezan a mover al unísono lentamente.
-Fluke – lo llama, el pequeño levanta el rostro hacia su Alfa- quiero que me mires mientras bailamos, es nuestra primer pieza como esposos – le pide mirándolo intensamente, a lo cual el menor asiente y supera las ganas de bajar la vista.
Y así entre todos esos ojos que los miran, ellos siguieron en su baile, girando y sonriendo.
La noche paso volando, y más para el pequeño Fluke, que se tomaba el vino rojo como si fuera agua, obviamente lo hacía cuando Ohm no lo veía, sabía que se estaba comportando como un niño, pero sabía tan rico y lo hacía sentirse relajado.
Estaba muy quieto sentado en un sillón fuera del salón, recordaba haber recibido varias felicitaciones de varias personas, algunas las conocía y otras no. Recargo su cabeza en el respaldo, ¿porque el piso se movía?, se preguntó mientras rememoraba lo que había pasado. Sus padres habían estado charlando con él, y también había platicado con Mild, Boun y Prem. Había bailado mucho con Ohm. Recordar eso lo hizo sonreír tontamente, ¿el techo giraba?, lo miro ceñudamente.
-Aquí estas
Fluke volteo y trato de enfocar la vista, y al ver de quien se trataba, se levantó torpemente y se fue directo a sus brazos, enterrando el rostro en el pecho del recién llegado.

FIRE AND WATER (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora