FIRE AND WATER (COMPLETA)

CAPITULO 11 BESO NOCTURNO

Los días que siguieron, fueron como si estuviera en un sueño, pensaba el pequeño príncipe sentado en su balcón en esa noche estrellada. Suspiro mientras recargaba su quijada en la palma de su mano y miraba las luces de la isla a lo lejos, se relamió los labios como si todavía sintiera el sabor de su Alfa, su omega había estado bastante inquieto desde entonces, pero tenía que aprender a controlarlo.
Desde ese beso en la pequeña cabaña casi al pie del mar, no se habían vuelto a besar, y Fluke lo deseaba con todas sus fuerzas, y su omega prácticamente se retorcía de deseo. Los habían hecho caminar tomados de la mano por los jardines, e incluso abrazarse para las pinturas mágicas que se exhibirían en la ceremonia. Todos eso pequeños roces y muestras de cariño lo ponían bastante nervioso, donde Ohm lo tocaba, el sentía quemar ese lugar.
Agradecía que mañana llegara su mejor amigo Mild, él era de la comunidad de alquimistas, estaba algo chiflado pero era un genio y era de las pocas personas que lo comprendían. Esperaba que su presencia mejorara un poco su estado de alerta con el que se mantenía siempre desde que llego la familia Thitiwat.
Se levantó y mirando por última vez el cielo, entro en sus aposentos y se dispuso a dormir.
Se rodó sobre la cama dispuesto a abrazar una almohada y se llevó una gran sorpresa, se sobresaltó y se levantó lo más rápido que pudo. Miro su alrededor en la oscuridad reinante y se dio cuenta de que esa no era su recamara.
¿Pero dónde estaba?, se preguntó quitándose las sabanas de ceda de las piernas y levantándose, miro hacia la cama y lo que vio lo dejo de piedra. Ohm esta tranquilamente dormido, su respiración era tranquila y acompasada, las sabanas solo lo cubrían hasta la cintura, por lo que pudo apreciar el bello torso del Alfa, tenía unos músculos maravillosos y un abdomen bien formado.
Subió su vista hasta su rostro, sus largas pestañas acariciaban sus pómulos y de sus carnosos y bien formados labios salió su respiración como si fueran pequeños suspiros.
¿Cómo había llegado ahí?, miro de nuevo a su alrededor, sería mejor que saliera de ahí antes de que el mayor despertara, empezó a darse la vuelta para salir, cuando su Omega lo detuvo, ¿y si lo besamos?, le dijo su lado animal.
Se giro de nuevo, y empezó a acercarse lentamente hacia la cama, hasta llegar a su lado, se quedó embelesado mirándolo, era tan guapo y varonil, esas hermosas cejas, y extendió la mano hasta casi tocarlas, su nariz también la dibujo en el aire, al llegar a sus labios se quedó quieto mirándolos hipnotizado, recordando su primer y único beso, se tocó sus labios con la otra mano y antes de que pudiera arrepentirse, se inclinó sobre su Alfa y rozo sus labios. Se separó llevándose con él la suave sensación y salió de prisa de la habitación.
Llegando a sus aposentos, cerró la puerta con cuidado, con una enorme y hermosa sonrisa en su rostro acompañado de un rubor en sus mejillas, soltó un suspiro y se fue directo a dormir.
En la otra orilla del pasillo, se encontraba un Alfa muy sonriente, sentado en su cama y acariciándose los labios con los dedos.
Fluke bajo de prisa las escaleras, había tenido pánico de toparse con Ohm fuera de su dormitorio. Aun no sabía si lo de anoche había sido un sueño o si en verdad había pasado, la razón le decía que solo fue un sueño, pero no podía dejar de estar nervioso.
La osadía con la que se había acercado a besarlo no era normal en él, se tranquilizaba interiormente el príncipe, solo con eso tenía que estar seguro y tranquilo, de que fue un sueño.
Entro al comedor y para su sorpresa ya estaban todos ahí.
-Buenos días – los saludo y se dirigió a su asiento en seguida de Ohm.
-Cómo amaneciste? – pregunto su Alfa acariciándose la ceja.
-Bien, ¿Y usted? – contesto nervioso.
-Bastante bien, gracias por preguntar- se acarició la nariz.
Fluke se quedó quieto, algo andaba mal, lo miro más directo.
-¿Tuviste buenos sueños? – termino por preguntar el mayor pasándose los dedos por sus labios.
El pequeño príncipe abrió desmesuradamente los ojos, no podía ser cierto, se decía. No había sido un sueño, trago con dificultad, quería que se lo tragara la tierra, sabía que estaba más rojo que un tomate.
-S…si, gra…. gracias – contesto a duras penas y regreso su mirada a la copa con jugo de piña.
Necesitaba algo dulce, pero ya. Se levantó de su asiento.
-Vuelvo en un momento – les dijo apresurado a los presentes y salió del lugar con la risa baja de su Alfa atormentándole los oídos.
Llego a la cocina donde todos se le quedaron viendo extrañados, ya que era hora del desayuno y no debía estar ahí. Se dirigió hacia una de las mesas tomo varias piezas de pan de elote, y una jarra de leche fría.
Salió y se dirigió a sus aposentos, con una enorme jarra en la mano y una bandeja repleta de pan recién hecho. Al llegar a su recamara, puso todo en su escritorio, se dejó caer en la silla frente a él y empezó a comer como si no hubiera un mañana.
Después de un rato alguien toco la puerta y entro sin ser invitado.
Boun entro en los aposentos de su hermano al ver que no había respuesta. Su pequeño Fluke estaba ahí hipando con la boca llena de comida y una enorme jarra de leche vaciada a la mitad.
-Fluke, ¿Que sucede? – le pregunto empezando a caminar hacia él.
El susodicho volteo hacia la voz, su imagen era graciosa y patética a la vez. Pero el rubio se guardó la risa que quería salir. El pequeño tenía los ojos rojos y las mejillas mojadas, y sumándole la boca llena de pan con leche……
El pequeño se levantó y salió corriendo a los brazos de su hermano y empezó a llorar patéticamente, ya que el pan mojado con leche en su boca no dejaba que sus sollozos salieran bien.
Su hermano lo abrazo con cariño y le acaricio la cabeza.
-Ya, ya – trato de tranquilizarlo. Espero, hasta que su llanto seso y gracias al cielo trago esa masa de pan. – ¿Me puedes decir que pasa? – le pregunto alejándolo un poco y guiándolo a un sillón, donde se sentaron.
-Me siento tan mortificado, quiero desaparecer. – dijo el pequeño con el rostro irritado por el llanto.
Su hermano le paso un pañuelo y Fluke se sonó la nariz sin pudor, ya no le importaba nada.
-¿Por qué quieres desaparecer? – le miro, pero este seguía con la cabeza baja.
-Hice algo fuera de la etiqueta. – contesto mortificado y sorbiéndose la nariz.
-¿Que fue lo que hiciste? – pregunto calmadamente.
-Creí que había sido un sueño, por eso fui tan atrevido.
-¿Que fue lo que hiciste? - volvió a preguntar, pero esta vez más preocupado.
-A… anoche después de estar un rato en la terraza, disfrutando de la brisa nocturna, me fui a dormir igual que siempre.
-Si- le tomo las manos.
-Pero, no sé qué paso que cuando quise abrazar mi almohada, resulto que no era una almohada.- lo miro con grandes ojos.
-¿Entonces que era? - dijo curioso y preocupado, y levanto el rostro de su hermano pequeño.
-Ohm Thitiwat – contesto con voz temblorosa, llenándose de nuevo sus ojos de lágrimas.
-¿Que? – se levantó como resorte. – ¿Como oso meterse en tus aposentos a media noche?, ¿Te puso una mano encima?  - estaba realmente furioso, ese Thitiwat lo escucharía.
-No, y no- dijo poniéndose las orejas rojas.
-¿Entonces? – pregunto desesperado por salir de ahí e ir a ponerle una paliza al Alfa de su pequeño hermano.
-No sé por qué – empezó el pequeño – pero desperté en la cama de Ohm.
El rubio se llevó las manos a la cabeza, no podía creer lo que estaba escuchando, ¿Lo había reclamado antes de la boda?, ¿Pero como demonios hizo eso?, si su hermano era puro, e inocente.
-Ahora si lo mato- el mayor se dio la vuelta para ir a buscar a ese abusivo.
-Boun espera- grito el más pequeño.
-No quieras defenderlo – le dijo enfurecido- será muy tu Alfa, pero hay cosas que no se hacen- apretó los dientes.
-Pe… pero él no me hizo nada, bueno, creo- dijo tímidamente.
-A ver Fluke, estoy bastante molesto y además ya no entiendo nada, así que me puedes explicar bien.
-Co… como te digo, me fui a dormir, pero por una extraña razón desperté en los aposentos de Ohm, él estaba dormido profundamente, y estábamos vestidos – mintió un poco ya que él estaba vestido, pero su Alfa…
-¿Y luego? – apresuro su hermano.
-Yo… yo- no sabía cómo decirle, ya se sentía bastante avergonzado por todo el mal entendido- creí que estaba soñando… así que- se quedó callado, ¿Cómo decirle algo tan vergonzoso?
-Fluke Natouch Manow – exigió el rubio furioso.
-Lo bese- soltó y se dejó caer en el sillón detrás de él, tapándose el rostro enrojecido.
Su hermano se dejó caer a su lado en estado de shock.
-¿Como carajos que lo besaste? – pregunto casi gritando.
-Creí que estaba soñando- se excuso también levantando la voz.
-¿Y él te respondió el beso? – lo obligo a levantar el rostro para que lo viera.
-N…no, él, estaba profundamente dormido. - dijo temblorosamente.
Rara vez veía a su hermano en ese estado, dejando salir a su Alfa.
-¿Cómo supiste que no fue un sueño? – exigió Boun respuesta, frunciendo la ceja.
-Hoy en la mañana….- el pequeño príncipe le conto a su hermano lo que había pasado hasta que el saliera apresurado a atiborrarse de panecillos con leche.
-Es bueno saber que no pasó nada, y tanto tu como el no hicieron nada indecoroso.
Fluke se puso más rojo, si eso pudiera ser posible.
-Iremos a hablar con él, y aclararemos como demonios apareciste en su cama. - dijo el mayor.
-No por favor- pido el más pequeño con gran terror.
-Tenemos que hacerlo Fluke- lo miro apenado- ¿O quieres que mis padres lo hagan?
-No- casi grito con los ojos muy abiertos y llenos de lágrimas.
-Hermanito – empezó el rubio- esto se tiene que aclarar, o lo aclaramos nosotros dos, o lo aclaran mis padres con él y su madre. - le dio a elegir.
Boun sabia como se sentía su pequeño hermano, pero no era normal acostarse en una cama y despertar en otra, y si algo había pasado, él quería saberlo.
-Por favor- suplico de nuevo el pequeño, imaginando el caos que se haría.
- Lo siento, pero esto no se puede quedar así- suspiro tomando de los hombros a su hermano pequeño. – si estuvieras en mi lugar ¿Qué harías?- pregunto aun sabiendo la repuesta de Fluke.
-Lo mismo que tu- dijo con los labios temblorosos y bajando resignado la mirada.
-Vamos- lo dirigió hacia la puerta de su cuarto, llevando un Fluke tembloroso y sin poder dejar de llorar por lo bajo.