CAPITULO 13 SENTIMIENTOS

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Mild escuchaba con la boca abierta.
-Y eso es todo- termino el príncipe.
-Se besaron y han dormido juntos – dijo sin poder creerlo.
-Ya no me digas nada, me siento tan avergonzado por todo, y la boda es pasado mañana. –Dijo desalentado ya que se separaría de las personas que ama.
Su amigo lo vio con tristeza, sabía que toda la vida de Fluke cambiaria, esperaba que para mejor.
-Sé que es tonto preguntarte – empezó Mild – pero, ¿Cómo te sientes?, ¿Qué es lo que dice tu corazón a todo esto?
-Tu como crees, querido amigo- lo miro a los ojos compungidos.
-¿A parte de avergonzado y triste?, no lo sé, por eso quiero que saques todo lo que traes.
-Empezare desde el principio- suspiro el Príncipe, y se dispuso a contarle toda su historia desde que tuvo su primer celo. Mild era de los pocos con los que de verdad podría abrirse, él lo entendía y no lo juzgaba.
Al terminar el relato, ambos se quedaron en silencio, el amigo ya no necesito que el Príncipe le dijera sus sentimientos, con haber escuchado todo lo que ha pasado sabía muy bien que en el fondo estaba aterrado. Quería ayudarlo, pero no sabía cómo. Se levantó y le tendió la mano a Fluke, este levanto la mirada inquisitivamente, y al ver la sonrisa de Mild, le tendió la mano y dejo que lo arrastrara al mar.
Ambos jóvenes se introdujeron al océano con todo y ropa, el cielo estaba despejado, no se fueron muy hondo ya que Mild no era muy bueno nadando, así que solo se salpicaban agua y se montaban y empujaban entre ellos. Las risas llenaban el lugar solitario, se zambullían y volvían a salir, persiguiéndose como chiquillos, hasta que ambos terminaron agotados. Salieron hacia la palmera en la que estaban antes y fueron hacia la sombra, con las respiraciones agitadas y una enorme sonrisa en el rostro.
-Sabes que todo va a salir bien- dijo su amigo tratando de respirar normal.
-Una parte de mi lo sabe, pero la otra…-
-Esta aterrada.
-Así es- también se sentó- sé que no puedo desafiar al destino, pero una parte de mi reniega por como son las cosas. – lo miro a los ojos. – Sé que él es mi Alfa y admito que es muy atractivo. – se sonrojo.
-Esta buenisimo – lo corrigió Mild, esto hizo sonreír y ponerse más rojo al Príncipe.
-Pero es que somos tan diferentes- le dijo- yo soy agua y él es fuego, ¿Cómo demonios paso esto? – pregunto exasperado. - Él es fuerte, yo soy débil, él es varonil, yo soy muy delicado, el derrocha autoridad, y yo…
-Basta- lo interrumpió su amigo- se lo que tratas de explicar, pero de eso se trata la vida amigo, de complementarnos, de que se pueda crear una armonía, que la balanza no este ni muy inclinada para allá ni para acá, si no que este uniforme. – le sonrió de lado.
-¿Desde cuándo te volviste tan filosófico? – pregunto levantando una ceja, Mild rio.
-No estudio alquimia solo por la piedra de la vida eterna – le aseguro- imagina que los dos tuvieran un carácter de… - se abstuvo de terminar la frase- que a los dos les guste cocinar, pero no limpiar – dijo exclamando con terror - ambos vivirían en un chiquero, si a los dos les gusta estar arriba- sonrió maliciosamente.
-Calla tonto- pidió el príncipe soltando una carcajada y su amigo lo siguió divertido -ya entendí- dijo Fluke más tranquilo. – será difícil- suspiro- pero no tengo alternativa.
-Por eso amigo mío – se acercó al Príncipe y lo abrazo por los hombros- debes de sacar partido de la situación.
-Eso mismo me dijo Boun.
-Sacar lo bueno de lo malo, si no tienes más opciones, debes de sacar todo lo positivo de la situación.
-Tienes razón – le concedió Fluke.
-Por ejemplo, tu Alfa tiene un trasero que…- Hizo gesto con las manos y se mordió los labios.
-Calla pervertido- le dijo empujándolo en la arena.
Mild rio y se levanto
-Y esos labios tan carnosos- volvió gesticular.
-Tú te lo buscaste- lo amenazo el Príncipe levantándose y se fue contra él. Mild empezó a correr por la arena, sin dejar de decir cosas sobre el buen físico del Alfa de su amigo, mientras reía.
Fluke no dejo de perseguirlo por toda la playa, se divirtieron como enanos, y volvieron a terminar con la respiración agitada.
Nunca supieron que alguien los había estado observando todo ese tiempo, con su mirada seria y calculada.
Ohm, se separó de la palmera donde estaba recargado, viendo como dos figuras pequeñas se alejaban de la playa. Había tenido curiosidad sobre la amistad de su Omega. Era un Beta igual de pequeño y delgado que Fluke, y también con cara de niño. Había escuchado gran parte de su conversación. Pero había captado el olor a felicidad, miedo, incertidumbre e incluso terror de su Omega.
Parecía que el pequeño tenía muchos conflictos emocionales causados por su próximo matrimonio.  Fluke al estar con su único amigo, dejo que su Omega dejara salir todo lo que traía guardado, era normal, ya que se veían muy cercanos, pero una parte de eso lo inquietaba, ya que, con él, a pesar de no tener cara de póker, tampoco dejaba salir mucho el olor de sus sentimientos en su presencia. Sabía que era de esperarse, ya que casi no se conocían, pero una parte de él se había sentido algo triste, esa parte era su Alfa.
No tenía idea de cómo el Príncipe Natouch se había hecho gran amigo de un alquimista, y en verdad no le importaba mucho, pero debía admitir que verlo relajado en compañía de su amigo, lo había puesto algo celoso.
Se estaba comportando como adolescente enamorado y celoso, se dijo mientras tomaba camino hacia el castillo saliendo de su “escondite”, pero también,  para él era todo nuevo, no solo para Fluke. Suspiro y se dirigió a sus aposentos.
Después de tomar una ducha para quitarse toda la arena que se le había pegado al cuerpo, se tomó un baño de rosas, el haber hablado de todo lo que sentía con su amigo Mild le había sentado muy bien, y no es que no le tuviera confianza a su hermano, sabía que con él podía hablar de cualquier cosa, pero era diferente con su amistad, Mild podía ver las cosas desde un punto diferente.
Decidió hacer lo que le dijo su amigo, verle lo positivo a lo negativo, faltaba poco para la boda y no había vuelta atrás, así que o era optimista o se dejaba arrastrar por sus miedos e inseguridades.
Ese día había sido emocionalmente pesado para él, salió de la bañera, y se dispuso a cambiarse para la cena.
En otra parte del catillo, se concertaba una curiosa reunión.
-¿Cómo has estado? - pregunto la madre de Ohm, al hombre parado frente a ella.
-Que te puedo decir Alexa – respondió aun dándole la espalda.
-Sé que esto es bastante incómodo para ambos, - acepto nerviosa la Reina.
-Incomodo, es decir poco, ¿Sabes cómo me sentí cuando me enteré del Alfa destinado para Fluke? – le pregunto volteando a verla.
-Me imagino que igual que yo cuando supe quien era el Omega de Ohm- sonrió con tristeza.
-No podemos hacer nada – dijo serio – lo único que te pido es que, nuestros hijos, familia y demás, no sepan de nosotros.
-Esta demás decirlo Goss- le dijo sintiéndose algo ofendida- creo que ninguno estamos muy orgulloso de nuestro pasado- levanto el rostro y miro a su antiguo amor a los ojos, temblando un poco, ya que el amor que le tuvo un día, seguía muy en lo profundo de su corazón, así era el primer amor. Todo está enterrado en el pasado, no sabemos por qué el destino nos pone estas pruebas – le volvió a sonreír con tristeza – pero ambos sabemos que todo pasa por algo, y que el destino no se equivoca.
-Lo se Alexa- la miro. Él amaba a su esposa Samantha con todo el corazón, pero su primer amor, jamás lo olvidaría.
-De ahora en adelante seremos familia política y eso no cambiara, esta es la única y última vez que te pido que hablemos a solas.
El Rey asintió, sabía que eso tenía que ser de esa forma. Lo pasado, pasado estaba, y ellos tenían que seguir con su vida.
-Mi hijo a veces es muy obtuso, pero prometo que hará feliz a Fluke, Ohm tiene un corazón de oro, es testarudo lo admito, pero nunca le haría daño a su Omega.
-Gracias, esas palabras me tranquilizan, además si fue criado por ti- le sonrió por primera vez con sinceridad- se que es una gran persona.
-También has hecho un gran trabajo con Fluke, él es súper tierno y dulce – dijo devolviéndole la sonrisa. - Ahora también agradezco al cielo haberte conocido, y no me mal interpretes – dijo la Reyna- me refiero a que gracias a eso sé que mi hijo va a tener la mejor pareja destinada que le podría haber tocado.
-Lo mismo digo Alexa – sonrió y salió del lugar.
La Reyna retomo el camino que había seguido, estaba más tranquila, y le había servido hablar con Goss Natouch, se lo debían, su amor había sido muy puro y hermoso, así que sonriendo, tranquila se dirigió a sus aposentos.
Después de la cena, pasaron al salón para tomar una copa, y relajarse un poco ya que desde la llegada de los Titiwat habían estado bastante ajetreados y también estresados.
Earth al ver un fonógrafo en una de las mesas, pidió permiso de poner música para alegrar la noche, los demás que se encontraban aceptaron. 
El esposo de Kao busco algo alegre aprovechando que era la primera vez que los veía tan desinhibidos a todos. Era verdad que la preparación de una boda era muy estresante y agotador, él ya lo había experimentado, así que decidió que necesitaban relajarse. La boda seria pasado mañana, así que la noche era perfecta para poder beber y bailar sin preocupaciones.
Puso el disco y la música empezó a sonar, era diferente a lo que había escuchado, pero le agradaba, así que empezó a mover el cuerpo lentamente, y se dirigió hacia su esposo, el cual sonrió un poco avergonzado, pero tomo la mano que le tendía ese rubio que le hacía perder la cabeza.
Los presentes veían el baile de la pareja, se veían muy felices y compenetrados.
Ya que Mild también era algo extrovertido jalo a su amigo para que lo acompañara hacia la pareja que bailaba sonriente.
Al principio Fluke se sintió cohibido, sentía todas las miradas sobre ellos, además los ojos de su Alfa parecía que lo atravesaban. Sintió que alguien tomaba su mano, y miro a Earth sonriente empezando a girar la rueda, Kao tomaba la mano de su esposo y del amigo del príncipe, riendo y girando junto con los demás. Fluke se dejó llevar tomando la mano de Mild y siguiendo su ritmo, riendo feliz.
La música y el ambiente eran muy alegres, los adultos miraban a esos cuatro que parecían niños y sonreían junto con ellos desde su lugar. Los más jóvenes cambiaban de pareja, Mild con Kao, Fluke con Eart, y así se turnaban entre risas y pasos equivocados.
De pronto el ritmo de la música cambio a algo más calmado. Kao volvió con su esposo y lo abrazo para bailar esa balada romántica, mientras Fluke y su amigo regresaban a sus asientos.
La joven pareja se sonreía como si nadie los viera, los demás se deleitaban con ese amor joven.
Fluke hizo una seña para que le llevaran un jugo frio. Se hizo de dos copas de jugo de piña con un piquete de licor y le paso uno a su amigo, el cual encantado lo tomo ya que en su isla era raro que se tomara alcohol.
La joven pareja dejo de bailar y Kao invito a bailar a su madre, la cual acepto gustosa, y Earth tomo asiento tomando un gran trago de ese jugo de piña alcoholizada.
Los Reyes de Agua mágica también se dispusieron a danzar un poco. Fluke veía feliz a sus padres moviéndose al ritmo de la música y diciendo quien sabe que cosas en el odio. Suspiro romántico.
-¿Me permites?
El pequeño Príncipe levanto la vista hacia la voz y sus ojos se agrandaron. Su Alfa le tendía la mano sonriendo. Lo único que pudo hacer fue tender su blanca y pequeña mano hacia su pareja destinada.

FIRE AND WATER (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora