CAPITULO 16 OTROS CONSEJOS

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El tan ansiado día llego. El castillo estaba lleno de bullicio, todos se esmeraban por hacer su trabajo lo mejor posible.
Fluke estaba muy quieto sentado mientras la estilista le hacía unas hermosas trenzas del lado derecho, y otra mujer le aplicaba un brillo en los labios, y un joven le acomodaba la bastilla del pantalón.
Obviamente el traje era blanco, y con esa cara, realmente brillaba como ángel. Mientras se dejaba hacer, rememoro el día anterior.
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Como al día siguiente era la boda, decidieron no hacer ninguna excursión, y quedarse a descansar en los terrenos del castillo, optaron por hacer un pequeño picnic, en la playa privada del reino.
Los empleados, fueron temprano a acomodar todo lo necesario, y cuando todo estuvo listo, le informaron al Rey. En el desayuno acordaron ir un poco antes de la hora del almuerzo, para regresar antes de la hora de la cena y poder asearse.
Todos llegaron a la playa y se dirigieron hacia una enorme palapa en la cual ya estaban las mesas y sillas puestas, al igual que platos con fruta picada y unos pequeños barriles llenos de jugo, vino, y agua.
Fluke y Mild, se ponían bloqueador mientras una joven les ofrecía algo de beber.
-Una piña colada por favor – pidió el amigo del príncipe
-Yo igual – dijo el pequeño Príncipe.
-Oye Fluke… - lo llamo su amigo
-Mmmm
-Soy yo, o tu Alfa ya no te come con la mirada, es más hasta parece que te evita. – le susurro.
Este volteo a ver a Mild, y después a Ohm, el cual se encontraba charlando con Earth y Kao. Y ya se había dado cuenta de ese detalle. Lo más probable era que le hubiera molestado el beso que le había robado enfrente de sus aposentos. Soltó un suspiro y agacho la mirada.
-Fluke – insistió el alquimista.
-Creo saber por qué esta distante – dijo avergonzado, viendo a su amigo. El cual al escuchar esto dejo lo que estaba haciendo y se acercó más al príncipe. –Ayer…
-Aquí tienen sus bebidas – interrumpió la chica dejando sus copas en la mesa a su lado. Ambos chicos agradecieron y se volvieron a quedar solos.
-Ayer que nos dejaron “sutilmente” solos – empezó – me saco conversación, me imagino que para aligerar el ambiente – se encogió de hombros – hablamos sobre cómo nos habíamos hecho amigos tu y yo, y así.
Mild abrió mucho los ojos, eso no se lo esperaba.
-¿Por que hablaron de eso? – pregunto extrañado.
-No lo sé, el solo pregunto y yo le conteste. El caso es que no sé como paso, que me beso –dijo esto por lo bajito.
-¿Se besaron? – casi grito.
-Shhh – le insto Fluke a guardar silencio y no hablar tan alto – pero no fue cualquier beso – confeso – era como si quisiera devorarme. – se sonrojo.
-Wowww, no pierden el tiempo – dijo sonriendo abiertamente, lo cual hizo que el castaño se acalorara más – ¿y luego? Quiero detalles, detalles amigo – exigió muy interesado.
-Me… me apretó mucho mucho a su cuerpo- se atrevió a decir mirando a su amigo al rostro- su lengua acaricio cada rincón de mi boca – dijo apresurado, eso estaba siendo muy vergonzoso, pero necesitaba desahogarse con alguien. – in… incluso metió sus manos debajo de mi camisa y con sus fuertes y callosas manos me acaricio la espalda –bajo la mirada ya que eso estaba sobrepasándolo, y volteo a ver si alguien los estaba escuchando, pero al ver que nadie les prestaba atención siguió. – yo sentía como si en cada lugar que el me tocaba, mi piel ardiera, fue algo muy avasallador la verdad -  miro de nuevo a su interlocutor – y estuvimos así, disfrutando hasta que… - se quedó callado, y vio cómo su amigo retenía su respiración – paso sus manos para el frente de mi cuerpo sin dejar de acariciarme – trago saliva recordando todas las sensaciones que lo habían envuelto – y fue cuando me di cuenta de lo que estábamos haciendo y donde lo estábamos haciendo.
-¿Que hiciste despues? – se inclinó más hacia él.
-Me separe obviamente – exclamo sintiéndose ofendido, como si su acción no fuera la obvia.
Mild bufo en desacuerdo a la acción de su amigo.
-¿Pues que querías que hiciera? – le pregunto molesto – ¿Que retozáramos en mitad del salón Azul? – subió su tono de voz un poco.
-No claro que no Fluke – le dijo tratando de tranquilizarlo- pero, ¿Que paso después? – se atrevió a preguntar ya que era mucha su curiosidad.
-Pues que me percate que ya nadie estaba en el salón, excepto él y yo.- se encogió de hombros.
-¿No notaste cuando todos salimos de ahí? – pregunto incrédulo.
-No – dijo mortificado, eso no estaba saliendo como esperaba, él quería un apoyo y lo que obtenía era la mirada curiosa e incrédula de su amigo.
-Vaya, sí que estabas ensimismado en los brazos de tu Alfa – subió sus cejas sugerentemente.
-Claro que no – empezó a defenderse Fluke- bueno, si – reconoció reacio- pero ese no es el punto.
-Si ese no es el punto entonces ¿Cuál es? – pregunto recordando su bebida, y tomándola de la mesa, le dio un sorbo.
-Ohm dijo que ya era tarde y que nos fuéramos a descansar. Entonces me acompaño hasta la puerta de mi habitación, y… - le daba pena soltarlo, así como así.
-¿Y? – urgió Mild zarandeando un poco al otro.
-Le robe un beso. – confeso mortificado, viendo que últimamente ese sentimiento lo acompañaba.
Su amigo se atraganto con su bebida y empezó a toser, a lo que Fluke empezó a golpear suavemente la espalda de este. Sus padres que eran los que estaban más cerca de ellos voltearon, pero al ver que no era nada grave, siguieron con lo suyo.
-No me digas que…. – le tomo las manos a Fluke viéndolo con los ojos bien abiertos y llorosos por la tos.
El Príncipe lo miro interrogante ya que no sabía que quería preguntar su amigo.
-¿Hicieron el sin respeto? – soltó apretando las manos que tenía sujetas. Fluke se quedó serio sin saber a qué se refería su amigo, y después de unos segundos entendió lo que le estaba preguntando.
-¿Que acaso estás loco? – exclamo levantándose y por consiguiente soltando el agarre de su amigo.
-¿Entonces? – pregunto desconcertado.
-Solo eso- dijo dejándose caer de nuevo en su silla.
- Entonces ya no entendí nada Fluke – le confeso confundido su amigo.
- ¿Que es lo que no entendiste Mild?- suspiro sintiéndose agotado de repente recargándose en el respaldo.
-¿Que tiene que ver lo que paso ayer, con la actitud de tu Alfa?  – se encogió de hombros, ya que no le veía ni pies ni cabeza.
-He llegado a esta conclusión – empezó el Príncipe acercándose más a su amigo – cuando el inicio el beso todo iba bien – se sonrojo de nuevo – pero cuando yo tuve la iniciativa, como que no le grado mucho – termino diciendo desalentado.
Mild se quedó pensativo viendo a su amigo.
-No creo que una cosa tenga que ver con la otra – le dijo
-¿Entonces?
-No lo sé, pero no creo que su actitud distante se deba a eso – volteo a ver a lo lejos al Alfa de Fluke.
-No me ayudas mucho Mild – se quejó el pequeño.
-Amenos que no me estés contando todo – le dijo inquisitivamente.
-Claro que ya te dije todo- se defendió – después de robarle el beso, me metí a mis aposentos y él se fue a los suyos.
-¿De casualidad no despertaste en sus brazos esta mañana?
-Claro que no – se apresuró a decir – tome mis medidas para que eso no pasara – dijo.
-¿Qué medidas? – alzo una ceja
-Antes de que te diga, promete que no te vas a reír de mi. - le pidió.
-Lo prometo – levanto su mano derecha de manera solemne en señal de promesa.
-Pues cuando ya estaba acostado, recordé que mi bendito Omega corría en las noches a los brazos de su Alfa- dijo haciendo una mirada graciosa. – así que me levante presuroso y busque algo con lo cual impedir que eso sucediera.
-¿Y que fue eso? – pregunto al ver que su amigo se quedaba callado.
-Busque algo con lo cual atarme a la cama.
-Que dem…
-Deja que termine – lo interrumpió el Príncipe. – busque en mi guardarropa, algo suficientemente fuerte pero que no me lastimara la piel, así que al encontrar una mascada de ceda – se encogió de hombros.
-¿Me estás diciendo, que te ataste a la cama con una mascada?  – pregunto aun sin poder creer lo que escuchaba. El otro asintió con su cabeza, y como lo había predicho, Mild empezó a reír.
-Prometiste que no te reirías – le reclamo sintiendo un calor abrazador en su rostro. Pero su amigo reía con ganas, lo cual solo hizo que el Príncipe casi lo asesinara con la mirada.
-Perdón – dijo el joven controlando su risa – pero es que te ves tan inocente y resulta que tienes ese tipo de fetiche-  rio de nuevo con ganas.
-No te vuelvo a contar nada – le dijo molesto y se levantó de su silla para irse.
-Espera – lo detuvo Mild, viendo que había lastimado los sentimientos de su mejor amigo. Lo tomo del brazo e hizo que se sentara de nuevo. – Perdón – le dijo tomando de nuevo sus manos – lo que pasa es que desde que llegue me has contado tantas cosas que no son usuales en ti – dijo tratando de sonreír, ya que ahora se sentía avergonzado.
-Lo sé – soltó un suspiro y miro a su amigo a los ojos regalándole una sonrisa conciliadora – si tu estas en ese estado, imagínate como me siento yo- Mild también le sonrió.
-Parece que tu Alfa está sacando cosas de ti, que ni siquiera tú te conoces- le dijo con tono tranquilo sin afán de ofender.
-Eso parece – consintió Fluke- pero realmente no me estoy guardando nada Mild, te he contado todo, tal cual fue.
-Entonces el atarte a la cama si funciono ya que no despertaste en su cama.
-Así es – sonrió triste.
-Puede que ahí resida el origen de todo esto, ¿No crees?
-¿Como?
-Sí, mira – empezó – dices que desde el primer beso resulta que tu Omega iba hacia tu Alfa ¿verdad?  – el Príncipe asintió.
-Pero ayer en la noche, ya siendo conocedor de lo que estaba pasando, tomaste cartas en el asunto para que no se repitiera. ¿No lo ves Fluke?  – lo miro intensamente.
-Perdón Mild, ¿No veo que?  – le dijo mirándolo directamente a los ojos, deseando urgentemente esa respuesta.
-Que al no haber asistido a sus “citas” nocturnas, él puede estarlo viendo como un tipo rechazo- concluyo muy ufano.
-Claro que no – se apresuró a responder. – eso es ridículo.
-Ponte a pensar un poco – insistió – si tu estuvieras en su lugar, donde tu pareja destinada después del primer beso, acudiera a ti para sentir esa conexión, y de repente ya no lo hace, ¿Qué pensarías?
El Príncipe se puso a analizar lo que decía su amigo, y entre más vueltas le daba al asunto, más coherentes sonaban esas palabras.
-Puede ser – reconoció, aun ensimismado en todo lo que estaban hablando.
-Claro que es eso – afirmo seguro Mild- es lo único que tiene sentido amigo.
-Pero ¿Que puedo hacer ahora?, mañana es la boda, y si el sigue con esa actitud, ¿Que será de nuestro matrimonio?  - dijo angustiado.
-Fluke mírame- pidió al ver la cara de preocupación- que me mires te digo- le exigió jalando un poco las manos del pequeño. Eso surgió efecto, y Fluke termino mirando seriamente a su amigo- Esto apenas está empezando, no se conocen, por los cielos tienen unos días de haberse visto por primera vez, así que este tipo de situaciones es normal- lo consoló.
-¿Qué debo hacer? – le pregunto con los ojos acuosos.
-Primero que nada, tranquilizarte y no soltar el llanto – le aconsejo, ya que veía el rostro compungido de su amigo. Fluke empezó a calmar su respiración, ya que se sentía a punto de llorar, ¿Por qué todo debía ser tan difícil? Se preguntó triste.
-Bien, vas muy bien – lo animo Mild viéndolo más tranquilo. – Ya sabemos que tu Alfa se siente rechazado.
Fluke asintió con la cabeza sintiendo un apretujón en su corazón.
-Lo único que tienes que hacer es que ese rechazo que el siente, desaparezca. – aconsejo.
-¿Pero cómo voy a hacer eso? - pregunto con voz temblorosa.
-Fluke por favor – lo miro incrédulo – sé que eres inexperto en el tema, pero me sorprendes. – le dijo exasperado.
El Príncipe solo se le quedo viendo, con esos enormes y bellos ojos color avellana nuevamente llenos de lágrimas.
Su amigo bufo, al darse cuenta que realmente Fluke, era muy, pero muy inocente en el tema.
-La respuesta es muy fácil, aunque llevarla a cabo no lo es tanto, bueno si, al demonio, estamos hablando de tu Alfa, tu pareja destinada. – exclamo haciendo énfasis en la última parte.
Pero Fuke lo siguió viendo con esos ojos de borrego a medio morir.
-Deja salir a tu omega – dijo simplificando a lo que se refería.

FIRE AND WATER (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora