Giving up to her heart

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TORI

Ver a Trina llorando por una cita fallida es buena parte de la rutina familiar, tanto mi madre como yo estamos acostumbradas a sentarnos en las esquinas del sofá mientras ella devora dos o tres litros de helado y se concentra en alguna película de Disney para distraerse de que algún chico nuevo que no conoce ni el mismísimo Dios la ha dejado plantada o se ha ido a media cita... Hoy es el turno del segundo caso.

–¿Quién era, de todos modos? –bebo un poco de la limonada rosa que mamá nos ha preparado esperando su respuesta y preguntándome cómo es que no sube de peso luego de comer así.

–Michael Keaton –puta madre, ¿qué?

–¿Michael Drew Keaton, el chico de mi clase? –asiente llevándose más helado napolitano a la boca, yo la miro con los ojos abiertos como platos. El timbre suena y es mi madre quien atiende.

–Creo que es hora de la reunión de chicos –me mira con una sonrisa y yo veo entrar a Beck acompañado de Robbie, trago saliva con un poco de dificultad.

–¿Qué le pasa a Trina? –cuestiona el judío sentándose en una de las sillas del comedor.

–Diez dólares a que se trata de otro chico que no conoce ni Satanás –responde Beck, que aun no entiendo qué hace en mi casa si siempre avisa antes de llegar.

–Esta vez no, se trata de Keaton –ellos me miran con los ojos abiertos y un ruido agudo lleno de sorpresa me obliga a girarme hacia la puerta de nuevo, es Cat.

–¿Michael Drew Keaton, el chico que te pidió salir un viernes en los casilleros...? –ay, Cat, no puedes hacerme esto.

Muerdo mi labio inferior recibiendo la mirada furiosa de mi hermana mayor acompañada de la expresión confusa de mi madre y la interrogativa de papá; no pasan más que unos segundos para que tenga helado encima y siento mis tímpanos a punto de reventarse por los gritos de Trina.

–¿Algo qué decirme? –cuestiona mi madre observándola correr hacia su habitación, papá asiente apoyando su pregunta, niego.

–Nunca salí con él, de alguna forma siempre le di excusas que resultaban creíbles pero no pensé que por eso se metería con Trina y la lastimaría –suspiro intentando ordenar mis ideas –....Lo siento.

–¡Cat! –la pelirroja se alerta al escuchar su nombre desde el segundo piso, y aunque la miro con duda ella no parece tener respuestas, yo le resto importancia.

Me giro de nuevo hacia Beck y Robbie, ellos están mirándome con sonrisas pequeñas que apenas arquean la comisura e sus labios y parecen deseosos de decirme algo

–Ay ya, por favor no se queden mirándome así.

–Lo siento –Beck ríe provocando la misma sensación en el chico rizado que hasta ahora me doy cuenta de que no lleva encima a Rex.

–¿Y Rex? –él se alza de hombros, yo lo miro con ojos entrecerrados

–¡Shadow! –¿Jade y su gato están en mi casa? –¡Ven aquí pequeña bestia peluda!

El cuadrúpedo se pega a mi pierna y yo me agacho lo suficiente como para poder cargarlo, él acepta mi oferta trepándose en mis manos y Jade nos mira fijamente. Sonrío más para ella que para el animal, pero no sé si alguien más se da cuenta de ello.

–Hola Shadow, ¿por qué Jade te trajo? –acaricio su pequeña cabecita y él ronronea escondiéndose en mi pecho, ha crecido un poco desde la primera vez que ella decidió traerlo.

–Porque Jade ama molestar a Vega con sus problemas y yo soy un pequeño problema que no tiene bolas de estambre con las cuales jugar –la voz de la azabache sale fingida haciéndome reír, entonces los chicos nos miran con confusión, yo la miro a los ojos riéndome.

EVERYTHING ABOUT HERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora