There she's, here i'm

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TORI

Las cosas que he hecho de alguna forma siempre han intentado enseñarme de todo un poco; desde el día que conduje por primera vez un auto y supe que no estaba hecha para los vehículos de cuatro ruedas y me detuve un momento para pensarlo hasta que compré una motocicleta con toda la seguridad de que no iba a pasarme nada malo sin equivocarme hasta mi decisión arriesgada de alejarme de todo lo que conocía para dejar atrás mi pasado y poder resurgir, he tenido la oportunidad de mejorar y aprender de cada cosa... Pero en todo eso he sufrido una inmensa cantidad de dolor del que nadie me ha salvado, y me costó un montón entender que nadie tenía esa responsabilidad.

Excepto que, de la forma más inesperada posible, conocí a Jade, y ella no solo me salvó un poco de todo el caos, sino que me hizo ver las cosas de una forma tan diferente que por un tiempo tuve miedo de que fuese ella quien iba a irse primero... Y la traición a mano propia sobre mis juramentos es dolorosa en todos los sentidos.

—¿En qué estás pensando, Tori? —Leslie aparece de la nada, y creo que todo el mundo en este hospital psiquiátrico tiene la cualidad de aparecer de cualquier lado, lo que hace que no me aburra demasiado.

—En que todos aquí aparecen desde cualquier lado sin que pueda darme cuenta.

—Tori, necesito que vengas por tus ansiolíticos, por favor —suspiro, sintiéndome derrotada de repente.

¿Han sentido que cuando las cosas van bien, el peso del mundo de repente se cae a sus hombros sin que haya nada que lo frene y lo único que sienten son ganas de llorar? Bien, en este momento me siento así.

Me detengo en el mostrador, Lena pone un par de pastillas frente a mí, un pequeño vaso con agua y su mirada severa de siempre, la que anuncia que no se vale hacer trampa respecto a haberme tomado o no la medicina y que abrirá mi boca con sus manos si es necesario para verificar dicha regla.

No ha sido necesario en el tiempo que llevo aquí, desde las enfermeras hasta los doctores y pacientes han sabido siempre que lo único que espero con esto es mejorar... Pero nadie comparte la angustia de estar lejos de todo lo que amas.

Camino hacia mi habitación sin hablar con nadie más, realmente no tengo ganas. Me siento en la cama y busco entre mis cosas las fotografías que tengo con Jade, el corazón me late fuerte en el pecho como si no hubiera bombeado sangre jamás, me duele pensar en lo mucho que la he hecho sufrir desde que me fui, me duele pensar en que ha pasado mucho tiempo y no he podido verla sonreír, me carcome la culpa por no habérselo dicho esa noche.

Cubro mi rostro con la almohada, las lágrimas salen de mis cuencas como si llevasen demasiado tiempo conteniéndose, hay miles de pensamientos dolorosos y recuerdos de todo tipo que destruyen todo a su paso; siento mis cuerdas vocales desgarrarse por mis gritos de desesperación, golpeo con mis piernas el colchón, no quiero seguir, me siento demasiado cansada.

—¡Tori, respira, respira!

—¡No, vete, vete Lauren!

—Estás teniendo un ataque de pánico, por favor respira.

—¡Vete! —vuelvo a golpear el colchón, siento mis mejillas calientes por el esfuerzo, mi garganta duele.

—Déjame a mí —la voz de Henry aparece, yo no puedo distinguir nada con la claridad suficiente, pero escucho bien —Tori, hija, respira... Aquí estamos, no estás sola.

—Quiero estar sola —reclamo apenas con un hilo de voz.

—No te vamos a dejar sola, Tori.

—Por favor —me cubro de nuevo con las almohadas.

—El día que te hablé de este lugar me dijiste que habías prometido reunir todas tus fuerzas para mejorar, me dijiste que lo harías por ti, que el amor que sentías por Jade te llenaba de valentía. No puedes perder todo eso ahora, estás cerca, muy cerca de lograrlo.

EVERYTHING ABOUT HERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora