Grumpy, Sneeze & Lovely

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TORI

En retrospectiva no fue una buena idea el asunto del beso bajo la lluvia, tampoco lo fue quedarnos hasta tarde en la piscina de mi casa esa noche a escondidas de mis padres, y mucho menos irnos con la ropa mojada hasta el rascacielos en su auto.

Me voy a morir de tanto estornudar.

Ella está igual que yo, lo sé porque nos hemos enviado cientos de mensajes quejándonos de la cantidad insana de mocos en nuestras fosas nasales que ahora están enrojecidas del mismo modo que la punta de nuestras narices.

Jade: Me siento mejor del dolor de cabeza, hace rato me tomé una pastilla.

Tori: Me alegra mucho, pero tengo la nariz como un reno de navidad.

Jade: Eso debe verse como algo divertido, ¿puedo ver una foto de tu nariz de Rudolf?

Tori: ¿Y la palabra mágica?

Jade: ...¿Por favor?

Tori: *Imagen*

Tori: Espero que eso sea suficiente para hacer que te rías un poco y que recuerdes nunca volver a besarme bajo la lluvia.

Jade: ¡Oye, fuiste tú quien quiso besarme!

Tori: ¡Pero no dije que bajo la lluvia, cabeza de chorlito"

Tori: Te quiero, Jade.

Dejo el celular a un lado y busco un nuevo pañuelo con el cual sonar mi nariz, me pongo las cobijas hasta los hombros y me acurruco en posición fetal con una pequeña almohada.

Escucho el timbre de mi teléfono y por alguna extraña razón no respondo, solo busco entre los cajones de mi mesa de noche un puro de marihuana y mi encendedor.

Si la pregunta es si mis padres o Trina saben de mis adicciones, sí, ellos han convivido con esto desde hace un buen tiempo, pero creen que puedo manejarlo -lo que no es del todo mentira- excepto porque lo que comenzaron siendo dos porros por mes se ha convertido en dos porros diarios y una que otra dosis de morfina semanal que aún puedo combatir.

Mi teléfono suena con una llamada, estornudo de inmediato por el olor y con mucha dificultad me giro para contestar, sonrío al escuchar su voz.

—¿Qué haces?

—Fumar un puro mientras siento el ardor infernal en mi nariz.

—Uhm...

—¿Y tú?

—Jugar con mi par de tijeras viejitas porque me recuerdan a tus habilidades policiales.

—Quiero un santa secreto otra vez —estornudo haciéndola reír —Oye, no es divertido —esta vez tengo un pequeño ataque de tos.

—Para mí —estornudo —Sí es muy divertido —estornudo —Mierda, basta —estornudo conjunto.

Reímos, y entonces me doy cuenta de que pasaría un poco mejor si ella estuviera aquí.

Fue divertido ponernos al día con las cosas pendientes después de un día de ausencia a clases porque siempre que nos mirábamos a los ojos o por alguna razón ella se detenía mientras leía algún fragmento de cualquier libro de clases podía besarla inesperadamente, y ella solo me miraba con los ojos entrecerrados y sonreía para continuar.

Llevamos dos días sin vernos, pero la costumbre a Jade me ha hecho completamente dependiente a su esencia, con todo y todo ella se ha convertido en mi mejor amiga, aunque eso incluya cosas que normalmente no hacen las mejores amigas.

—¡Sal de Vegalandia y responde mi pregunta, tonta!

—Lo siento, lo siento, ¿qué me preguntaste?

EVERYTHING ABOUT HERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora