JADE
No he vivido historias demasiado espantosas cuando se trata de la escuela, en buena parte porque de pequeña era exageradamente distinta a como soy ahora y pues es quien soy ahora lo que ha evitado que sufra de algún tipo de acoso.
Pero dejando eso de lado, hay tantas emociones negativas recorriéndome que no tengo la fuerza suficiente para decir algo cuando observo a Tori inyectarse morfina, apenas puedo abrazar mis piernas y esperar a que vuelva a mirarme.
—¿Eso es necesario?
—Lo siento, lo siento tanto... —la jeringuilla se rompe cuando ella la lanza con fuerza contra el muro de concreto, se aleja hasta sentarse en una esquina y comienza a llorar con tanto dolor acumulado que mi corazón duele —Soy un desastre, uno que no puede curarse.
—Necesitas buscar ayuda.
—No hay ayuda que sea suficientemente buena para esto, no otra vez, no de nuevo —comienza a hiperventilar —No quiero que pase de nuevo, quiero más ventanas abiertas, no quiero más caídas, no quiero volver a llorar, no quiero... No quiero —sus ojos están enrojecidos para el momento en el que me acerco, hay una vena que se marca demasiado en su cuello, su respiración es tan fuerte que emite sonido. Sé que tiene un ataque de pánico, y que lo menos que debo hacer es asfixiarla. Intento tocar su hombro antes de ser bruscamente alejada con un manotazo que no alcanza a hacerme nada, pero no puedo evitar llorar—¡No, vete, no quiero hacerte daño!
Las uñas de su mano derecha se entierran con fuerza en su antebrazo izquierdo, su mandíbula se tensa y mis nervios se descontrolan por completo al ver una pequeñísima cantidad de sangre.
—Mi amor...
—¡Vete, Jadelyn! —su cuerpo se mueve hacia adelante y hacia atrás, sus manos tiran de su cabello con fuerza y yo me pongo de cuclillas con cuidado.
—¡No, Jade!
Tomo su rostro con mis manos, sus ojos están llenos de temor y culpa, ella forcejea intentando zafarse pero no se lo permito.
—No, no me voy a ir, no me voy a ir y dejarte así —separo sus brazos y la obligo a abrazarme por la cintura. Sus dedos presionan con demasiada fuerza pero no me atrevo a quejarme —Por favor, respira despacio —inhalo profundamente intentando que ella siga mi ritmo —Eso es, tranquila... —acaricio sus mejillas sin dejar de respirar profundo, sus dedos suavizan la presión y ella cierra los ojos —Te amo, aquí estoy, aquí me tienes —dejo varios besos en su coronilla mientras la abrazo, ella se recuesta en el suelo llevándome consigo y se esconde en mi cuello para poder llorar.
—Perdóname, perdóname, perdóname —recorro su espalda con mi mano derecha de manera lenta, ella no deja de llorar y sus suspiros y quejidos logran quebrar mi alma de todas las formas posibles. Ella está completamente rota, y aunque también me duele lo que pasa, sé que esto será momentáneo y yo podré superarlo con mayor facilidad que ella, de alguna u otra forma.
—Soy un big bang a punto de hacer explosión —susurra más para sí misma que para mí, pero creo que necesita escucharme a fin de cuentas, por lo que no tardo demasiado en responderle.
—Y es por eso por lo que creas la mejor de las galaxias para mí con tan solo abrazarme o besarme —sus ojos cansados buscan los míos y no puedo evitar que mi rostro demuestre cuánto me duele —No importa cuánta destrucción causes, ni tampoco cuán grande o pequeña sea la galaxia que formes... Te aseguro que yo no me iré a miles de kilómetros de años luz sin ti. Tú eres la más importante de las constelaciones de mi mundo ahora mismo.
—¿Por qué me amas?
—Porque no necesito razones para amarte, tú en todo tu esplendor eres lo que amo, simplemente porque sí.
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EVERYTHING ABOUT HER
FanfictionLo recordaba todo: La forma en que sus manos se movían hábilmente con la tijeras mientras me observaba como si disfrutase mi dolor, los momentos en los que se quedaba en casa mientras lloraba por su relación fallida con Beck, cuando me besó por pr...