JADE.
Ella está completamente desnuda y descansa en mi pecho, su cabello está regado por toda la almohada y puedo ver su costado subir y bajar con cada respiración.
No quiero despertarla, quiero quedarme así un rato más, quiero seguir sintiéndome así de extrañamente dominada y tranquila.
—¿Jade?
—¿Uhm?
—Buenos días, Jade, ¿si es correcto darte los buenos días a las cuatro de la madrugada?
—Hola, Vega. Supongo que sí.
Me sonríe, sus ojos están cansados por el poco sueño que hemos tenido, sus padres saben que estoy aquí -aunque no creo que supongan qué es lo que hemos estado haciendo Tori y yo gran parte de la noche en un increíble silencio-, Trina no parece estar del todo conforme con la idea pero no dijo demasiado al respecto.
—¿En qué piensas?
—Nada, no te preocupes.
—Jade.
—Tori.
Siento sus dedos dibujando figuras abstractas en mi piel, me mira con los ojos entrecerrados y una expresión de cansancio y ternura que no puedo explicar.
—¿Estás cansada?
—¿Después de revolcarme en tu cama y dejar que me mordieras, me azotaras, me besaras a tu antojo y me amordazaras para evitar que tus padres y tu hermana nos escucharan? Sí, un poco. —reímos , ella se pone de pie dejándome ver su desnudez que aún no me permite tocar por completo. El deseo irrefrenable de tocarla tanto como ella lo hace me tiene completamente fuera de mí, pero creo saber qué hacer.
—¿Vienes?
—¿A dónde?
—A mi baño.
—¡Yendo! —me pongo de pie como un resorte y casi corro a su encuentro, al verla ella tiene su cepillo de dientes en una de sus manos y en la otra tiene el que me obsequió la otra noche.
Nos cepillamos los dientes en silencio, mirándonos a través del enorme espejo del lavabo. Mi cabello está desordenado y revuelto, en mis pechos hay unas pequeñas marcas rojizas de su boca, mi abdomen tiene algunos rasguños y chupetones que se mezclan a la perfección con mis cicatrices y lo poco que puedo ver de mis caderas también está marcado por Tori.
—Bésame —pide de pronto sentándose en el pequeño espacio libre del mesón de mármol que sostiene el lavamanos.
—Sí —me acerco lo suficiente para estar a unos milímetros de su boca, pero me alejo jugueteando con su paciencia cuando estoy a punto de besarla. Lo hago unas tres veces antes de sentir una pequeña palmada en mi mejilla.
Rio
Sus labios son suaves y carnosos, el carmesí que los decora me recuerda a varias de mis flores favoritas, su perfume inunda mis fosas nasales, ella envuelve sus brazos en mi cuello profundizando nuestro beso; muerde sutilmente pidiendo permiso. Suspiro.
Nos separamos segundos después por falta de oxígeno, nuestras miradas conectan en un cómodo silencio hasta que el frío del mármol me recuerda que estoy desnuda, ella sonríe pareciendo tener una idea.
—¿Podemos dar un paseo en mi motocicleta?
—¿A esta hora? —asiente, el brillo en su mirada no miente y yo me siento tan débil que no puedo decir que no. No sé si la quiero, pero su cercanía me hace bien, siempre me ha hecho bien
No me equivoqué mientras escribía "You don't know me" a pesar de que odio que me toquen, odio que me reten, que se metan conmigo de cualquier forma y cuestionen cada cosa ella es diferente, parece ser la única excepción a la regla.
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EVERYTHING ABOUT HER
FanfictionLo recordaba todo: La forma en que sus manos se movían hábilmente con la tijeras mientras me observaba como si disfrutase mi dolor, los momentos en los que se quedaba en casa mientras lloraba por su relación fallida con Beck, cuando me besó por pr...