JADE.
—¿Cómo sabías que estaría aquí?
No hemos dejado el risco, ella ya ha pasado los efectos de la droga y no hemos dejado de abrazarnos en ningún momento.
Son al menos las diez de la noche, pero la verdad es que no quiero tomar mi teléfono para nada.
—No lo sabía, pero me alegra haberte encontrado —me dejo caer en el pasto con ella a mi lado recostando su cabeza en mi pecho, tengo tantos malos presentimientos que no sé qué hacer respecto a nada en especial.
—Mira, es la constelación de Orión —me concentro en lo que señala con su mano, y sonrío al ver sus ojos perderse en medio de la bóveda celeste.
—Sí...
Hay un grupo de estrellas más a la derecha, pero no tengo idea de cuál sea su nombre.
—¿Esas cuáles son? —señalo dejando un beso en su coronilla, y entonces me doy cuenta de lo mucho que la extrañé en estos días que decidimos no hablar por solo discutir.
—No lo sé, pero será nuestra nebulosa azul si quieres que lo sea.
Me quedo en silencio disfrutando del momento, mi corazón late tranquilamente a pesar de los cientos de miles de pensamientos que me invaden, el terror se cuela poco a poco en mis venas y hace que el llanto salga casi a borbotones de inmediato.
—Perdóname, ¿dije...?
Niego, aferrándome mucho más a ella.
—No, no se trata de ti. Ahora mismo no.
Ella acaricia mi mejilla y sube sobre mí abrazándome más.
—¿Qué tienes, mi nebulosa? —mis labios tiemblan y sus ojos exploran mi mirada con cuidado, como si buscara respuestas.
—Tú... ¿Me amas, de verdad me amas?
—Lo hago —asiente, cierra sus ojos sin dejar de acariciarme con cuidado, su nariz roza con la mía y yo me abrazo aún más a ella —Te amo, te amo te amo.
—Tengo miedo.
La profunda respiración que inhala me hace sentir peor, pero no quiero dañar esta noche después de todo lo que hemos pasado.
—No debes tener miedo, no mientras ambas podamos ver el mismo cielo. Mis estrellas siempre van a brillar junto a las tuyas, mi corazón no va a dejar de latir por ti.
—Pero...
Me acalla con un beso, y aunque me siento viva de nuevo, el peso sobre mis hombros se siente aún peor, hay tantas cosas por las cuales necesito llorar, tanto por lo que he pasado y solo me he dedicado a ser fuerte que me duele inmensamente.
—No dejes que mis líos te destruyan, tú nunca tendrás la culpa de mis desvaríos, ni de mi capacidad de destrucción inminente.
—Solo quiero que estés bien —ella besa la punta de mi nariz y limpia las pocas lágrimas que todavía insisten en derramarse.
—Yo lo sé, yo también. Pero no por que me ames tienes que vivir en medio de mi infierno; tú eres la representación viva del paraíso y las estrellas brillan con mayor intensidad siempre que apareces. Yo te amo, Jadelyn, y justamente porque te amo, quiero que entiendas que no es tu deber cuidarme, no es tu deber salvarme, no tienes que hacerte daño con mis heridas, no tienes que...
—Cállate —aprieto su rostro con mi mano derecha y la atraigo hacia mí en un beso desesperado.
Ella termina por sonreír ampliamente, y por una fracción de segundo todo se estabiliza, puedo olvidarme por completo de todo lo que me duele, del dolor inmenso, de la duda, de la necesidad de que todo esté mejor para nosotras porque a fin de cuentas solo quiero que seamos felices.
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EVERYTHING ABOUT HER
FanfictionLo recordaba todo: La forma en que sus manos se movían hábilmente con la tijeras mientras me observaba como si disfrutase mi dolor, los momentos en los que se quedaba en casa mientras lloraba por su relación fallida con Beck, cuando me besó por pr...