JADE
No puedo explicarme por qué, pero Victoria parece estar demasiado triste, sus ojos me lo dicen aunque no sus palabras llenas de amor.
—¿A dónde vamos? —no quería preguntarlo porque ella está muy concentrada en conducir, pero me siento muy intrigada.
—Al planetario, hay algo especial hoy que quiero que veamos.
—Es un buen plan.
Me aferro como puedo a ella, quiero sentirla tan cerca como me sea posible. Estoy feliz porque no ha consumido drogas hoy, ni siquiera ha fumado un cigarrillo, y eso -aunque sé que no es permanente porque ella es una adicta- es demasiado lindo, casi como si me dijera que quiere repararse por completo a sí misma.
Me dejo conducir por mi persona favorita durante al menos diez minutos, frente a nosotras se alza un edificio de varios pisos. En la zona de afuera hay un sistema solar inmenso, al quitarme el casco puedo ver que en cada uno de los planetas hay ciertas descripciones que supongo son importantes. Tori me toma de la mano, me regala una sonrisa y me guía hacia la zona en la que podemos comprar boletos para una exposición en específico.
Dejamos los cascos en un casillero y el chico de los boletos nos entrega una llave con la que podremos recogerlos apenas salgamos.
—Ven —en realidad hay muy pocas personas, cosa que en verdad agradezco.
La primera puerta en la que nos detenemos es en una exposición sobre las constelaciones más importantes descubiertas hasta ahora, hay una sala enorme con varias puertas, cada una tiene el nombre de una de las constelaciones; a nuestro alrededor, varias personas prestan atención a lo que el chico de anteojos y vestido casual, que oficia como guía, dice sobre cada cosa importante como el año de descubrimiento, la forma y la distancia a la que esos grupos de estrellas se encuentran.
Yo solo estoy mirando todo con curiosidad, ella no ha dejado de sostener mi mano ni por un segundo.
—Mira, es la constelación de Orión.
Conduzco mi mirada hacia donde su dedo índice apunta, y camino con ella hasta llegar al pequeño cuarto en donde somos recibidas por una señora de al menos cuarenta años.
—¿Podemos entrar?
—Sí, solo pueden hacerlo de a dos personas, de hecho.
—¡Perfecto!
La mujer sonríe con entusiasmo ofreciéndonos dos pares de anteojos.
—Deben usarlos ahí dentro, así podrán verlo todo de una mejor manera. El recorrido completo dura cinco minutos, pero en realidad pueden quedarse todo el tiempo que quieran.
Nos ponemos los anteojos antes de verla abrir la puerta.
—Gracias —sonreímos y ella es quien nos ayuda a entrar, a puerta cerrada todo es oscuro por un par de segundos, y todo cambia cuando comienzan a aparecer pequeños destellos sobre nosotras.
Caminamos juntas, y finalmente somos recibidas por un tobogán sobre el cual hay un pequeño letrero:
"el espacio se descubre mejor si bajas por mí"
—Lindo —susurramos al mismo tiempo, ella me sonríe con amor antes de plantar varios besos en mis labios y agacharse para poder deslizarse por el mentada tobogán, solo que me espera con toda la paciencia del mundo.
—Odio estas cosas —hago una mueca ante su cara de decepción, pero inmediatamente estoy riendo —Solo estaba bromeando.
—Ven aquí.
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EVERYTHING ABOUT HER
FanfictionLo recordaba todo: La forma en que sus manos se movían hábilmente con la tijeras mientras me observaba como si disfrutase mi dolor, los momentos en los que se quedaba en casa mientras lloraba por su relación fallida con Beck, cuando me besó por pr...