In the middle of her memories: final part

327 35 14
                                    

JADE.

Londres es una ciudad demasiado fría incluso cuando apenas incia el invierno, pero en buena medida ha sido un lindo lugar para estar desde que decidí que sería lo mejor para mí.

—Cariño, ven un momento por favor.

—Ya voy, mamá.

FLASHBACK.

Al llegar al hospital acompañada de la mayor de las Vega me doy cuenta de que sus padres están aquí, y hay una ambulancia que está abriendo sus puertas rápidamente.

Verla llena de heridas y sangre, con una máscara de oxígeno y sin moverse solo puede plantarme en el suelo, sin habla, sin reacción alguna posible.

El señor y la señora Vega hablan con un par de extraños, no sé qué les dicen, pero ellos parecen enojados, muy enojados.

—Jade.

No respondo, sigo en shock. De repente todo se oscurece y siento que el peso de mi cuerpo es demasiado para sostenerlo por mí misma, así que solamente me dejo ir en medio de la oscuridad.

No sé exactamente cuánto tiempo pasa para que pueda ver a Cat, y entonces me entero de que estoy en una habitación del hospital, conectada a un catéter que me proporciona suero y un monitor que controla mis signos vitales.

—¡Jade! —Cat se lanza a mis brazos apenas ve que mis ojos se abren, yo me quejo un poco por su efusividad pero la abrazo un momento después.

—¿Me desmayé?

—Sí —asiente con una expresión triste.

—¿Tori... Cómo está, todo está bien?

—Perdió mucha sangre en el accidente y los médicos la mantendrán dormida mediante un coma inducido mientras sus fracturas se recuperan, consideran que es lo mejor teniendo en cuenta que tiene suerte de estar viva.

—¿Qué le pasó? —sus ojos se humedecen sin que yo pueda entender la razón —Cat, ¿hay algo que tengas que decirme y estés ocultándome? Por favor, hoy no es el día correcto para que no me expliques nada.

—Ella estaba en un hospital psiquiátrico tratándose por su drogadicción —se sienta a los pies de la cama y me mira con culpa, entonces mis piezas comienzan a encajar respecto a la carta —Llamó a Trina y a sus padres anoche para decirles que le habían dado de alta y que por fin volvería.

—¿Tú lo supiste y no me lo dijiste nunca por alguna razón? —sí, no puedo negar que me duele que lo haya ocultado, pero en nuestra vida juntas este tipo de cosas siempre guardan razones de fondo, ella sabe que necesito saberlo todo, que todo lo que ha pasado me ha dolido mucho.

Comienza a llorar sin responderme de inmediato, y me pide perdón unas quince o veinte veces mientras llora; no me ha gustado nunca verla en ese estado, con todo lo que ha sufrido no me parece justo.

—Creí que te lo decía todo en la carta que escribió, pensé que ella no podría ocultarte eso y que de ese modo estarías mucho más tranquila. Cuando supe que ella volvería no te lo dije porque pensaba que tú creerías que estaba mintiéndote para sacarte de tu depresión... Y —solloza, entonces puedo entender lo muy arrepentida que se siente —...Lo lamento tanto, Jadey.

—Ven —abro mis brazos en su dirección, su abrazo me reconforta y deja que llore a mares por un buen rato antes de que me detenga por la necesidad de preguntar cosas.

—¿Puedo verla?

—Deja que llame al doctor y veremos qué hacer.

Se va por un momento dejándome a solas en la habitación, los hospitales nunca han sido mi lugar favorito justamente porque su soledad siempre está condicionada a algo malo.

EVERYTHING ABOUT HERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora