83. Futuro.

5.5K 559 779
                                    

Lana consideraba que era imposible estar más feliz con su vida.

Se había casado con quien consideraba el amor de su vida, y estaba a punto de tener su luna de miel. Estaba segura de que su vida no podía ser mejor.

—Lana te envidio, ¿sabes? —dijo Ron la noche anterior a que Lana se fuera a su luna de miel.

—¿Porque se casó? —preguntó Harry, confundido.

—No, no —negó—. Lo digo porque tiene vacaciones. Ser auror es horrible, ¡no tengo ni un momento de descanso!

—Y Lavender me dijo que estaban planeando tener hijos —Ginny se rio—. Ahora sí que vas a tener menos descanso.

—Sí, lo planeamos —afirmó Ron—. Pero su familia insiste en que se case antes. ¿Tan importante es eso del matrimonio? Me gustó la boda de Lana y Hermione, pero solo por la comida.

—Qué bonito, nos esforzamos por tener una buena boda y a Ron le gusta por la comida —dijo Hermione, frunciendo el entrecejo.

—Nos gustó a nosotras, que es lo importante —Lana le sonrió—. ¿A quién le importa la opinión de Ron?

—Ah, claro, ahora no te importa, pero cuando necesitabas ayuda con el vestido sí que valorabas mi opinión.

—Eso es porque logré madurar.

—¿Insinúas que mi opinión es inmadura? —preguntó Ron, indignado.

—Que conste que lo dijiste tú y no yo.

Ginny se rio por la respuesta de Lana, y por la expresión que puso Ron.

—¿A dónde irán por lo de la luna de miel? —preguntó Harry, intentando cambiar el tema.

—Pensamos en Italia, podría mostrarle a Hermione los sitios mágicos que recuerdo, pero cambiamos de opinión —comentó Lana—. Pensamos que algo desconocido para ambas sería más emocionante.

—Iremos a Francia.

—¿Pero tú no fuiste ahí en unas vacaciones? —preguntó Ron—. Eso no es desconocido.

—Desconozco cualquier sitio mágico —aclaró—. Además, fue hace años, no recuerdo mucho.

—Y no tendremos que pagar hospedaje, ¿no es maravilloso?

—Ah, sí, la señorita «tengo propiedades en casi cualquier parte del maldito mundo» —dijo Ron, sonriendo.

—Yo no pedí dos súper herencias —Lana se encogió de hombros—. Creo que tengo más galeones que Harry.

—No creo —él negó de inmediato—. Mi bóveda de Gringotts tiene galeones hasta el techo.

—¿No es insensible hablar de eso delante de nosotros? —preguntó Ron, en tono bromista.

—Yo tengo dos, llenas hasta el techo —Lana le sonrió a Harry—. Y vaya a saber el Ministerio cuántas propiedades tengo.

—Era humillarlo, no humillarnos —dijo Ron, riendo levemente por la expresión sorprendida de Harry.

—De todos modos, eso no es tan importante —Lana le quitó importancia—. Podría...

—Ya me imagino algo cursi —Ginny la interrumpió—. Algo como «Podría estar muriéndome de hambre, pero estoy casada con Hermione, así que sería feliz de todas formas».

—Iba a decir que podría vivir tranquilamente con solo mi sueldo como jugadora de quidditch —dijo la italiana—. Pero fue buena esa.

La noche se les pasó hablando hasta que llegó la medianoche, y Lana y Hermione se fueron a la casa de la castaña para descansar.

Todo por Granger || Hermione GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora