Todo por Granger || Hermione Granger

Extra: «Lana se fue»

Extra situado en la batalla de Hogwarts.

Antonella caminó por los terrenos del castillo.

Los mortífagos ya habían irrumpido en el castillo, podía oír gritos y maldiciones, a pesar de que estaba fuera.

Se detuvo cuando vio a Aldo, corriendo por los terrenos. Negó con la cabeza y siguió de largo, no iba a perder el tiempo.

—¡Antonella!

Lo ignoró y siguió caminando. En su mente no cabía la posibilidad de que Aldo pudiera atacarla por la espalda, era demasiado bueno para hacerlo...

—¡Petrificus Totalus!

Antonella se giró de golpe y desvió el hechizo, mirando a Aldo.

—¿Se puede saber qué estás haciendo? —espetó, dando zancadas para acercarse a él, pero Aldo se alejaba—. Deja de molestar.

—¡Todo esto es tu culpa! —le gritó Aldo cuando Antonella se iba a dar la vuelta.

—¿Ah, sí? —Antonella se detuvo para mirarlo—. Claro, fui yo la que trajo al Señor Oscuro de regreso a la vida —dijo con sarcasmo—. Si tantas ganas de pelear tienes, búscate a otro mortífago.

—Lana está molesta contigo.

—¡¿Y a mí qué me importa?!

—Te importa —dijo Aldo—. Es tu amiga... fue tu amiga —se corrigió—. Sigue siendo importante para ti. Detente, por favor, aún... aún puedes salir de esto.

—¿Y si no quiero, Aldo? —preguntó, aún sin despegar la mirada de él—. Todos hablan de lo que es correcto y toda esa mierda, pero a mí no me importa. Yo estoy del lado del que mi familia está, ¿es suficientemente claro para ti? Ahora déjame en paz.

Aldo le apuntó con su varita.

—No voy a dejar que te vayas.

—Entonces tendré que apartarte de mi camino.

Antonella lo atacó, diciéndole un montón de cosas que, de hecho, no sentía para distraerlo y hacerlo fallar en su intento de desviar sus hechizos. Entonces Aldo falló, cayendo al suelo, desarmado.

—Ahora déjame en paz.

Y se dio media vuelta para alejarse, dejándolo solo.

Antonella suspiró cuando estuvo dentro del castillo. Aldo no había tratado de detenerla de nuevo. Caminó por el lugar con su varita en alto, no había nadie con quien luchar, todos estaban ocupados. Antonella solo quería buscar a sus padres, los había perdido hace un buen rato y, aunque su relación con ellos no fuera precisamente estable, quería asegurarse de que estaban bien.

Entonces la vio, Lana estaba de espaldas, atacando con ferocidad a alguien que Antonella no podía ver. Se acercó rápidamente, casi corriendo. Podía reconocer a Lana de cualquier forma, incluso de espaldas. No había cambiado nada la forma en la que se paraba, incluso después de tantos años...

Antonella lo vio: Greyback era al que Lana atacaba. Él estaba corriendo hacia ella.

—¡No!

Gritó cuando Greyback se acercó demasiado. Quizás fue un descuido de Lana, quizás él fue demasiado ágil. No importaba, de todas formas, los dientes de Greyback estaban clavados en el costado de Lana, mientras que ella soltó un grito de puro dolor, golpeándolo en la cabeza con sus puños, tratando de apartarlo.

—¡Diffindo!

Antonella le apuntó a la cabeza. Greyback dejó ir a Lana y soltó un alarido, luego se alejó. En otra ocasión, ella lo habría seguido para luego acabar con él, pero se arrodilló junto a Lana.