Todo por Granger || Hermione Granger

40. R.I.P.

PHOENIX ABOT Y RUBEUS HAGRID FUGITIVOS.

Los ahora ex profesores del colegio de magia y hechicería, Hogwarts, han sido declarados peligrosos por el Ministro de Magia, Cornelius Fudge, después de que hayan atacado a varios aurores e, inclusive, a la directora del colegio Hogwarts, Dolores Umbridge.

«El señor Abot es terriblemente peligroso, ya que es un ex auror, perfectamente entrenado —comentó Fudge esta mañana, cuando dio a conocer que se buscaban a ambos ex profesores—. Y Hagrid es un semigigante, no es necesario señalar el peligro. »

Desde ahora ambos son fugitivos de la ley y se le pide a cada ciudadano que en caso de ver a cualquiera de estos dos, avise inmediatamente a las autoridades.

—Eso es basura —escupió Phoenix, sosteniendo una bolsa de hielo contra su cabeza—. ¡Incluso escribieron mal mi apellido!

—¿Eso es lo que te preocupa de toda esta situación? —preguntó Remus con incredulidad—. ¿No te preocupa el hecho de que te quieren enviar a Azkaban?

—No —Phoenix se encogió de hombros—. Nunca dejaría que me atrapen. Antes muerto que encerrado.

—Yo preferiría que vivieras —opinó el otro.

—Esto duele mucho —se quejó Phoenix, alejando la bolsa de hielo de su cabeza—. No volveré a seguir a Hagrid jamás.

—Pensó que eras un auror, estaba bastante avergonzado cuando notó que eras tú... o eso me dijiste.

—Sí —Phoenix cerró los ojos—. No es su culpa.

—¿Te sientes mejor? —preguntó Remus con preocupación, apartando los mechones de cabello que le caían en la frente. Él abrió los ojos, mirándolo con atención.

—No te preocupes —Phoenix le quitó importancia, sonriéndole suavemente—. Solo odio no poder seguir enseñando.

—Sé que amas hacerlo —Phoenix asintió en respuesta—. Pronto podrás hacerlo de nuevo, no te preocupes.

Phoenix suspiró antes de acercarse a Remus y recostar su mejilla contra el pecho del otro. Cerró los ojos, escuchando el latir de su corazón.

—Lo sé —susurró, pero no estaba seguro de ello.

Remus sonrió levemente antes de dejar un beso en su cabeza, y ambos se quedaron así durante un largo rato.

★★★

—Lana... tenemos que hablar —dijo Hermione, luciendo nerviosa y preocupada.

—¿Ahora sí tienes tiempo para mis estupideces? —preguntó con el entrecejo fruncido—. Mira, Hermione, tenemos el examen de Historia de la Magia, y no creo que pueda concentrarme si hablamos ahora, ¿te parece si hablamos después? —preguntó rápidamente al notar la mirada triste de la castaña.

—Sí... sí, creo que está bien —asintió no muy conforme.

Ambas entraron al Gran Comedor junto a los demás alumnos que harían el examen, Lana se sentó algunos asientos tras Hermione y apenas pudo, comenzó a resolver el examen.

Cuando faltaba poco para terminar y cuando Lana estaba pensando seriamente en aprender Legeremancia para poder buscar las respuestas en la mente de los demás, un grito y un estruendo la hizo voltear, encontrándose con Harry en el suelo y notablemente desconcertado.

Lana de inmediato miró a Ron y luego a Hermione.

«¿Tienes idea de qué pasó?» preguntó la castaña moviendo sus labios, Lana negó con la cabeza y volteó a ver a Harry, que estaba siendo llevado hacia fuera por uno de los examinadores.