Duskwood: el hombre tras la máscara

1. Comienza el juego

Un ruido insistente me torturaba los oídos. ¿Qué sucede? Miré alrededor y mi cuarto seguía allí, estaba todo... ¿bien? El sonido provenía de mi mano, así que miré hacia abajo: mi teléfono. ¿Qué está pas...?

Y de pronto, instantáneamente, todo volvió a mi cabeza: mis amigos, la cabaña, el ataque, ¡Jake! Era él quien me estaba llamando, trayéndome de nuevo a la realidad y a la urgencia del momento.

Deslicé mis dedos sobre la pantalla con desesperación, intentando aceptar la llamada una y otra vez sin éxito, hasta que finalmente logré controlar mis manos, aún agarrotadas por el miedo.

Jake: ¡MC! ¿Estás ahí? ¿Estás bien? ¿Por qué no respondías?

MC: Jake...

Él no me dejó continuar. En cuanto escuchó mi voz dejó escapar un fuerte suspiro e inmediatamente comenzó a hablar otra vez, tan rápido que apenas podía comprenderlo. Su habitual calma y compostura se habían esfumado y su voz me llegaba entrecortada, casi temblorosa:

Jake: He estado llamándote durante 10 minutos, ¿por qué no respondías? Creí que... ¿Está todo bien? ¿Cómo se te ocurre desaparecer así? ¿Tú estás bien? No me vuelvas a hacer esto, ¿lo oyes? ¡Nunca me vuelvas a hacer esto! 

MC: ¡Jake, joder!

Él se calló de golpe y durante un momento sólo pude escuchar su respiración agitada, pero pronto escuché un nuevo suspiro y su voz volvió a mí, esta vez más calmada y triste:

Jake: Lo siento... No sabía qué hacer y eso me... Lo siento, MC.

Yo no respondí de inmediato, no podía. Luchaba contra el miedo y la angustia que volvían a escalar peligrosamente dentro de mí. Sabía que era imperioso recobrar la compostura, pero un doloroso sentimiento de culpa amenazaba con arrasarlo todo, impidiéndome enfocar mi mente.

Jake se mantuvo en silencio, esperando respetuosamente a que yo estuviese lista para hablar, aunque ese momento no llegó. Pasaron varios... ¿minutos? ¿segundos?... hasta que volví a escuchar su voz:

Jake: Por favor, habla conmigo.

Sólo un pensamiento se repetía en bucle en mi cabeza: Jessy, Dan, Lilly, Cleo, Thomas... ¿Cómo llegamos a esto?

MC: Es mi culpa, Jake.

Jake: No, por supuesto que no. Nada de esto es culpa tuya, y ni siquiera sabemos si realmente les ha pasado algo.

Claro que les ha pasado algo, les ha pasado todo. Ese hijo de puta me avisó, es verdad que me avisó. Tuve tantas advertencias, me lo dijo tantas veces... ¿por qué no escuché? ¿Por qué preferí autoconvencerme de que eran amenazas vacías? No les dije nada, no les advertí, en cambio dejé que fueran directamente al peligro. Y ahora... ¿había perdido a todos mis amigos?

Jake: ¿MC?

Fui una ingenua. Realmente creí que sería capaz de hacerlo, que traería de vuelta a Richy y Hannah y que al final todos seríamos felices. "Felices por siempre". ¿Cómo pude creerme esa mierda? Eres una tonta, MC, una chica tonta jugando a los detectives. Te dejaste llevar por tu ego y ahora los has perdido todos.

Jake: ¿MC? ¿Sigues ahí? Háblame.

¿Y decirte qué, Jake? ¿Que soy una imbécil? ¿Que esto es demasiado grande para nosotros? 

En ese momento, y como si hubiese estado escuchando mis pensamientos, él volvió a hablar:

Jake: No los has perdido. Los encontraremos juntos, créeme.

Se interrumpió por un instante, y luego de un suspiro dijo: "Te necesito conmigo, MC, ¿no lo entiendes?"

Sonó tan triste que sentí un pinchazo en el corazón. Él también estaba desesperado, él también tenía miedo. Ahora sus dos hermanas estaban en peligro, y yo, la única persona que le quedaba, ni siquiera lo estaba escuchando. Estábamos perdiendo minutos valiosísimos debido a mi cobardía, pero él continuaba ahí para mí, intentando tranquilizarme.

Entonces me di cuenta de algo...

MC: ¿Jake?

Jake: ¿Sí?

¡Su voz! Me tomó un segundo interiorizarlo, pero no había dudas. ¿En serio estuve tan desquiciada que no lo noté hasta ahora? Jake no había usado su distorsionador en todo este tiempo, y comprendí entonces cuán asustado tenía que estar para arriesgarse de esa forma sólo para hablarme. Estaba ahí, al otro lado del teléfono, tan preocupado por todos y por mí que se había olvidado de su propia protección.

Una cálida oleada de agradecimiento me recorrió el cuerpo y, por primera vez desde que tomé la llamada, me sentí segura. Iba a hablarle cuando entró un nuevo mensaje a mi teléfono:

Jessy: MC...😞