5. Tenemos visita

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Jessy estuvo comunicándose conmigo todo el rato. Cada cierto tiempo me llamaba y conversábamos mientras continuaba conduciendo. Le repetí mil veces que dejara de llamar y se concentrara en la carretera, pero no hubo forma de hacerla entrar en razón. Dijo que necesitaba hacerlo para no aburrirse demasiado, pero yo sabía que simplemente quería asegurarse de que todo iba bien conmigo.

Estaba agradecida de haberla conocido, a ella y a los demás. Jessy era un espíritu amable e inocente, a veces quizás demasiado ingenua, pero es que en su corazón, tan grande como era, no había espacio para la desconfianza.

Siendo honesta, esta aventura había sido lo mejor que me había pasado en la vida. Dejando a un lado la parte macabra del asunto, gracias a todo esto pude conocer a gente maravillosa a las que ya considero mis amigos. He reído, he llorado, me he enamorado... Porque, sí, a pesar de todo también agradezco haber conocido a Jake.

Jake...

Ahora, con la cabeza fría y viéndolo todo desde la distancia, comprendo que él tampoco lo tiene fácil. Está solo, quién sabe dónde, y día a día debe cargar con la amenaza de sus perseguidores y con el miedo a perder a Hannah para siempre. Sé que se siente culpable de mucho de lo que está pasando, y sé que la impotencia debe estar carcomiéndolo, pues sabe que no es mucho lo que puede hacer.

Él también está exhausto y frustrado, quizás mucho más que todos nosotros. Y sí, puede que sabiéndolo, o sin saberlo, me haya manipulado, es cierto que yo habría hecho cualquier cosa por él; pero estoy segura de que él siempre había intentado hacer lo correcto. Ya había decido pasar página respecto a él, pero seguiría siendo su amiga. Se lo había ganado.

En todo esto estaba pensando cuando alguien tocó a mi puerta y, en cuanto abrí, un vendabal pelirrojo se me abalanzó apretándome en un abrazo sincero:

MC: Por Dios, Jessy ¡que me ahogas! Jajaja...

Jessy: Lo siento, ¡tenía muchos deseos de verte! ¿Cómo te sientes? Puedo decir que sigues con fiebre, me has quemado de sólo tocarte.

MC: Bah, eres una exagerada.

Jessy: Si vieras tu aspecto ahora mismo te ahorrarías el esfuerzo de mentirme. Así que arreando, nos vamos al hospital y después hablamos.

MC: Más tarde. Ahora descansa, acabas de llegar. Además necesitamos conversar sobre...

Jessy: Ni hablar. ¿Se te olvida que vine a cuidarte? Pero no podré hacerlo si no sabemos lo que te pasa o lo que necesitas. Vamos a ver a un médico ahora mismo y luego hablamos y nos relajamos todo lo que quieras.

Esto lo dijo mientras me empujaba buscando el baño. Luego me obligó a bañarme y a ponerme una muda de ropa que ella misma había elegido de mi armario.

Cuando todo estuvo listo y salimos por la puerta, casi chocamos con Gabe, que salía en ese momento de su apartamento. Jessy lo miró de arriba a abajo y le regaló una sonrisa. Él sólo atinó a decir "Hola" casi asustado, pero ella no pudo contener su personalidad expansiva:

Jessy: ¡Hola! Mi nombre es Jessy, mucho gusto. ¿Eres amigo de MC? ¿Sabías que está enferma y que no quiere ver a un médico? Pero la llevo de todos modos, alguien tiene que poner orden por aquí.

Él me miró azorado, sin saber cómo lidiar con la mirada curiosa de Jessy. A pesar de lo mal que me sentía y del frío que la fiebre me estaba colando en los huesos, no pude evitar reír ante lo incómodo que se veía el pobre muchacho.

MC: Hola, Gabe.

Gabe: Hola, MC... y mucho gusto... Jessy. Me alegra mucho que la hayas convencido de ver a un doctor, de verdad lo necesita.

Duskwood: el hombre tras la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora