El plan del Rey

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Galia

Un reino que posee la mayor población en toda Halkeginia, poseedor de quince millones de personas. Un país muy avanzado en cuanto a la magia se refiere. Más que nada, su población consistía en los nobles.

Situada a orillas del Rio Shire. La denominada "Ciudad Antigua" con el paso del tiempo fue urbanizándose poco a poco, siendo que donde antes fue una ciudad que el tiempo daño, ahora era moderna para sus tiempos.

El castillo de Versalles estaba situado al lado izquierdo de este mismo rio, considerablemente apartado de la ciudad. Este palacio por sí mismo no solo era elegante y complejo, otro de sus puntos atractivos era su jardín.

Dicho jardín y la edificación fueron expandidos por  arquitectos y jardineros maestros de todo el mundo

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Dicho jardín y la edificación fueron expandidos por arquitectos y jardineros maestros de todo el mundo. Desde sus propias culturas y métodos se construcción lograron modificar y crear el panorama del patio del castillo.

Dentro de aquel palacio existía un edificio de dimensiones particularmente grandes. Debido a pertenecer a la Real Familia de Galia, los ladrillos con los que el llamado "La Grand Troyes" estaba hecho con ladrillos azules, esto claro para gloriar a los miembros de la familia real de Galia, quienes poseían un tono de cabello azul.

En aquella torre un hombre vivía allí, este hombre era aquel poseía el control acerca de los quince millones de vida del reino. Este hombre... lleva por nombre Joseph.

Y Joseph... es el REY de Galia.

Su cabello y barba azul enmarcan su rostro, su aspecto es hermoso. Alto y robusto, parecía ser una estatua firme de lo que es su persona, y seria tal cual una estatua de no ser por el movimiento de sus ojos. Estaba ya con cuarentaicinco años de edad.

Pero por muy hermosa que fuera su rostro o su apariencia, un detalle extraño de este hombre era que estaba acompañado por dos escuderos, algo extraño considerando que era el mismo Rey de quien estamos hablando.

¡Su Majestad! ¡Traemos ante usted a la persona que ha buscado!

Una dama hace saber desde afuera de la recamara donde el Rey y sus acompañantes están.

Escuchándola con claridad, se abre camino hacia la entrada de la habitación. Al abrir la puerta que los separa, Joseph ve frente a él una bella dama, rodeada de rosas.

Joseph: ¡Ahhh! ¡Sra. Molliere! Es la mejor de las mejores.

Aquella dama que respondía al nombre de Molliere, asiente con sumisión mientras que entre una caja que llevaba en sus manos.

Molliere: Además de las Tropas de Su Majestad.

Con un brillo casi infantil en sus ojos, algo impropio para alguien con esa edad, Jospeh abre la caja con tal rapidez que un trozo de uña se desprende de uno de sus dedos.

Cuando observa el contenido de aquella caja, su rostro y su sonrisa asemejan más a la de un niño que recibió su juguete preferido a la de un Rey.

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