Un Destino Diferente

La nueva alumna 2/2

Al mismo tiempo

En el preciso instante en que el escuadrón de caballeros y el general estaban a punto de combatir; En la habitación de Louise, Siesta se encontraba limpiando la habitación, evitando hacer el menor ruido posible.

¿Por qué hacía esto? Pues...

Miro levemente hacia la cama, luchando con todas sus fuerzas no reírse ante quien yacía allí dormida.

Mmm... ñam...ñam

Siesta: (Tiene una forma peculiar de dormir)- Pensó recogiendo unas cosas.

Pero justo entonces...

¿Hmm?

Escucho violentos sonidos que provenían de afuera. Con curiosidad, pero también cautelosa, la chica se acerco lentamente hacia la ventana. Aunque la torre y las murallas rodeaban la habitación bloqueando su vista, de alguna forma que ella no comprendía al principio, fue capaz de "ver" aquello que causaba tanto sonido de lucha.

¿Qué era esto?

Desde su perspectiva, veía un montón de colores aumentando de tamaño e intensidad. Adquiriendo vagamente la forma de personas en combate, cada una era diferente y se volvía agitada por momentos.

Siesta: (Sera... ¿Sera acaso esta mi habilidad?)- Pensó, con la emoción creciendo en su interior.

Ryo le había explicado, que cada joya y moneda daba ciertas cualidades y habilidades a su portador. En el caso de Guiche fue el mejor manejo de la magia de tierra y una abrumadora fuerza, con Louise fue el refinamiento de sus sentidos y una mayor velocidad y fiereza.

Dan había adquirido mayor valor y coraje en su actitud, y ella no sabia bien cual seria la suya. Pero en ese preciso momento, la acababa de despertar.

Le tomo tiempo saber que era todo el bullicio; Eran explosiones mágicas, el sonido de furiosos llamas volando, lanzas de hielo rompiéndose, el sonido de trozos de tierra chocando. también oía gritos y rugidos de batalla.

Siesta: (¿De verdad iniciaron una nueva batalla?)

Tan distraída estaba en esto, que no noto cuando bajo las sabanas de la cama una figura comenzaba a moverse, despertando mas rápido a causa del ruido que llegaba hasta su habitación.

La tersa sabana blanca cayo al suelo, revelando un pelo completamente desordenado, donde un deje de baba seco podía verse cerca de sus labios. Una mirada soñolienta de la chica vago por la habitación, antes que escuchara en todos sus sentidos las explosiones.

Notando el movimiento con el rabillo del ojo, Siesta ignoro el estado de su amiga para poder preguntar.

Siesta: Buen día Louise, aunque me gustaría decir que es una mañana tranquila, creo que te darás cuenta que no es tan buena en realidad.