Sacrificios

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¡RANGER KEY, SET!

¡REEEEEEEEEEEEEEEEDD CHARGEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!

FIIIIIIINAL WAVEEEEEEE!!

¡BYAKO SLASH!

¡ULTIMATE DOUBLE SLASH!

GOUKAI SUPERNOVA!!

La pelea no daba indicios de poderse terminar pronto... todos los soldados modificados, los demonios de otros mundos, aquella enorme criatura de metal.

Sabían que no podían confiarse contra ellos, no con estas modificaciones tan presentes en la batalla. Tuvieron que hacer uso de todo el poder que sus cuerpos pudieran usar.

Pero... aun con todo y eso... no sabían si sería suficiente.

Esperaron que... quizás... su ataque combinado fuera suficiente para terminar esta batalla.

Ellos esperaron demasiado...

Todo su poder lanzado... termino absorbido por el gran dragón negro. Su placa pectoral se abrió, y todo aquel torrente de poder termino en su interior.

Su cristal rojo, brillo todavía con mayor intensidad que antes. Sus fauces se abrieron demostrando sus afilados dientes... que tenían solo un propósito.

Exterminarlos

Ryo: (Era demasiado pedir un poco de ayuda)- Se dice en sus pensamientos.

Ninguno de los demás podía darla apoyo en este momento, cada uno estaba metido dentro de su propia pelea.

Desde los cielos, Caesar con Shayla batallaban contra las mutaciones voladoras. Cortándolas y quemándolas en el proceso.

Pero no era tiempo para pensar, en el segundo que le quito la vista al dragón oscuro. Una intensa ráfaga de misiles salió en su dirección.

Ryo: ¡CORTEGO!

Conjurando en un momento una barrera, los misiles chocaran generando mínimo daño, aprovechando el humo de las explosiones, el gran dragón corrió con velocidad asombrosa hacia su objetivo.

Un gran cráter se generó, cuando el dragón oscuro impacto su puño donde antes estaba Ryo...

Pero nadie estaba allí.

Su computadora interna le propicio la mejor opción de contraataque.

Su espalda adquirió picos afilados, mismos que fueron disparados hacia atrás.

Un pequeño bip pudo escucharse de estos, esos picos se tornaron rojos en la punta. Volviéndose más rápidos y desprendiendo una estela de humo.

Ryo, quien se había ocultado justo detrás del dragón, busco la oportunidad para atravesarle la cabeza. Pero tuvo que dejar esa idea, cuando ese ataque lo sorprendió, tan corta era la distancia que tenía con el acorazado, que le fue casi imposible esquivar todas esos picos.

Uno de hecho había roto el traje.... Haciéndolo sangrar.

Ryo: (Este no es un robot cualquiera... si no tomo esto en serio... me matara, de eso no tengo duda)- Piensa él.

Sabe que no puede andarse con rodeos, era matar o morir ahora.

Pudo poner una distancia lo suficientemente prudente de los proyectiles, pero de poco le sirvió pues los proyectiles no tenían intención de dejarlo en paz.

De hecho, tres nuevas series de picos emergieron con prontitud del dragón negro.

Ryo: ¡ALGICAL!

Un Destino DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora