La fama, el fútbol y tú.

14. ◼️ Tu capitán ◼️

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Oliver

Nunca había salido con amigos. Nunca me había sentado a charlar con chicos de mi edad. Nunca había tomado un café con chicos de mi edad.

Nunca. Nunca. Nunca.

Todo esto es nuevo. Todo esto tiene un olor a ropa nueva. Es interesante, tal vez suene un poco raro que esta salida la esté describiendo como "interesante", pero es lo que siento. Los chicos de mi edad hablan sobre el fútbol, bueno, tal vez tenga que ver en parte porque estamos en el mismo equipo y literalmente ellos se rodean de deporte. Hablan también de sus días. Si son horribles, dicen que fue horrible y si fueron geniales, pues dicen que fueron geniales. Yo solo hubiera dicho la parte bonita de mis días, esa parte en donde se siente tranquilo y divertido, porque es lo que todo adulto quiere escuchar, los adultos no quieren saber sobre tus problemas de adolescentes porque básicamente, son adolescentes. Y los problemas de adolescentes "no son importantes", o al menos eso fue lo que me dijeron.

Pero con "Amigos", puedes decir cualquier cosa y siempre habrá alguno que se sienta identificado. Conmigo es un poco diferente, ya que no creo que sea normal que en una salida de "amigos" estén los paparazzis afuera del local en donde quedaron para pasar el rato esperándonos a que salgamos para invadir nuestro espacio completamente.

-Ahora.— dio la señal Hades.

Vamos a ir en su Auto porque queda mas cerca que el mío. Yo puedo mandar a traer mi auto, así que no hay ningún problema...bueno, o al menos ese no es el problema.

Dejamos el dinero en la mesa, con todo y propina. Pasamos entre la multitud, entre el Flash de cada cámara. Miré hacia los lados, había perdido a los chicos. El flash no me dejaba ver con claridad, le presté atención a las personas que me estaban rodeando.

-¡Oliver! ¿¡Cómo están tus clases!?.—

-¡Oliver! ¿¡Ellos son tus amigos!?.—

-¡Oliver! ¿¡Es cierto que dejarás el modelaje!?.—

-¿¡Tu madre está feliz con la decisión que tomaste!?.—

-¿¡Oliver, estás perdido!? ¿¡Tus amigos te dejaron!?.—

No sabía que hacer. No podía moverme para ningún lado, ni pensé que fueran bastantes. Desde que estoy en la escuela, la prensa me sigue mas seguido por respuestas, pero, ya dije todo lo que tenía que decir en las redes, no puedo responder otras cosas, es mi vida y no quiero hablar de ella.

Sentí que alguien me tomó de la mano y la quité rápidamente muy asustado.

-Tranquilo, soy yo.—

Vi a Hades a mi lado y jamás pensé que iba a decir esto pero, me alegro mucho de ver su rostro en este momento.

Me tomó por los hombros y llevó uno de sus brazos por encima de ellos atrayéndome a su cuerpo. Con su otra mano iba abriendo espacio para lograr pasar entre la multitud.

-¿¡Eres el amigo de Oliver!?.—

-¿¡Quién eres!?.—

-No contestes.— le susurré a Hades y este sólo asintió.

Logramos salir y pude ver a los chicos en un carro negro con la puerta de copiloto abierta. Me dieron espacio para entrar y lo hice. Todos entramos el auto.

-¡Eso fue épico!.— gritó Jonatan.

-El popular tiene razón.— ahora habló Diego.