La fama, el fútbol y tú.

15.◽️ Cosas en común ◽️

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Hades

-¿Hades? ¿Puedes prestarme atención?.—

Miré a mi derecha a Jonatan, no lo había visto llegar. Estaba estirando, cosa que debería de estar haciendo también. La semana estaba casi por terminar, llevo una semana muy buena y eso es raro. Estoy esperando a que algo malo pase pero no hay nada, siempre hay algo que tiene que arruinar mis días o al menos sólo amargarlos, pero no hay nada, absolutamente nada. Tal vez sólo debería de disfrutar esta buena semana y dejar de pensar en cosas negativas.

Los entrenamientos se volvieron más estrictos y más cansados. El partido estaba literalmente a la vuelta de la esquina, esta vez estoy muy seguro que ganaremos. Todos estamos muy motivados y tal vez muy confiados, todo gracias a Oliver. Tengo que agradecerle por levantarle el ánimo a mi equipo, no los había visto tan motivados desde el día en que empezamos a bajar en las clasificaciones.

Y ahora está estirando y charlando con uno del equipo. Me impresiona lo rápido que se acopló, bueno, supongo que debe ser fácil acoplarse a cualquier lugar teniendo en cuenta que es un modelo famoso.

-Y de nuevo desapareciste.—

Miré de nuevo a Jonatan.

-Perdón, ¿qué decías?.—

-¿En qué planeta estás?.—

-¿En la tierra?.—

-¿Y todavía lo dudas?.—

-No, estoy seguro que estoy en la tierra...—

-Deja de preocuparte tanto por Oliver.—

-¿Qué? ¿De qué hablas?.—

-Él puede ser bueno en el fútbol, pero no es él capitán y nadie te puede quitar ese puesto.— me miró.— porque...¿Es eso lo que te preocupaba, no?.—

-¿Ah? Emm... si, claro, era eso.—

-Bueno, ahora que está todo claro, te estaba diciendo que le escribí a Ailén.—

-¿De verdad? ¿Y qué pasó?.—

-Bueno, quedamos en que nos vamos a conocer y qué crees.—

-¿Qué?.—

-Tengo una cita.—

Sonreí.

-¡Al fin! Pensé que moriría y tú nunca  avanzarías con la camarera.—

-¡Ja, ja, ja!.— rió sarcásticamente.

-Tendrás novia y yo...—

-Y tu tienes que dejar de rechazar a todas las chicas que se te acercan.—  me interrumpió.

No sé si es rechazo realmente. Bueno, tal vez si. Es sólo que no lo sé, nunca he estado enamorado y no sé cómo se siente. Tal vez eso del amor no es lo mío, tal vez por eso no me llama la atención ninguna chica de este instituto o sólo mi destino es estar solo con tres perros y un hámster, eso lo puedo pensar.

-Hades.— levanté mi vista.— dijo el entrenador que empecemos con los pases.—

Oliver estaba enfrente mía y tenía una sonrisa diferente esta vez, no pude evitar ver su sonrisa, esta no era la misma, hay algo diferente en ella pero no logro descifrar el que. Tampoco es que sea un rompecabezas de esos de cien piezas.