22.⬛️ Rechazo ⬛️

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Oliver

-Estás de nuevo en tendencia.—

Llegué a mi casa agotado, cansado y creo que casi que muerto. Desde que he estado corriendo el doble, mis piernas ya no son las mismas, me duelen demasiado y aparte de todo eso, llego muy cansado al instituto con ganas de no hacer absolutamente nada, como ahora. Supongo que es normal, ya me iré acostumbrando.

Dejé las llaves de mi auto colgadas y mi cámara también.

-¿Y ahora qué hice?.—

Mi madre me enseñó las fotografías cuando Ángela me dio un beso en mi mejilla. Tampoco es la gran cosa, pero las personas siempre lo hacen ver la gran cosa. Sólo fue un beso, y en la mejilla, pero todos se alteran.

-¿Quién es ella?.— me hizo una cara juguetona. Sé que quiere molestarme y hacerme miles de preguntas. Pero estoy cansadísimo ahora.

-La chica de los dibujos.— dije sin más

-Oh, ¿la encontraste?.—

-Si, y ya hablamos sobre el cuadro que quieres.—— me senté en el primer escalón de las escaleras .— espero que le pagues bien.—

-Por supuesto que lo haré.— se sentó a la par mía.¿no quieres hablar sobre cómo te fue?.—

Me recosté en su hombro y sonreí.

-Fue muy divertido.—

-¿No habrán detalles?.— me acarició mi cabeza .

-Bueno... Diego y yo bebimos una cosa súper deliciosa y no te preocupes, fue muy poco lo que tomé. Luego fui paparazzi por unas horas y créeme, creo que es más divertido tomar fotos a que te tomen. Luego a Diego se le calló un helado y fue muy gracioso verlo lloriquear por el, reímos bastante y... ¡Hubieras visto a Hades! Estaba todo el tiempo estresado corriendo de un lado hacia otro lado, le tomé tantas fotos que creo que se me llenó la memoria de mi cámara sólo con sus fotos, pero es que se miraba muy gracioso y necesitaba algo con que molestarlo más adelante.—— la miré.— y lo de la chica, ella me preguntó si podría darme un beso en la mejilla, me dijo que era Ángela, la de los dibujos, y fue tan amable que sólo acepté. Y luego vi a Hades y a Diego discutir de algo que no tengo ni idea, pero eso ya es normal.—

No me di cuenta que dije todo eso sin parar de sonreír.

-¡Estoy tan feliz por ti! ¡Te divertiste!.— mi madre me abrazó muy fuerte que casi no podía ni respirar.

-Madre, me ahogo.—

Se separó de mí tomándome de los hombros sin dejar de verme.

-Bien, ahora dime. Revisé tu cuenta bancaria, ¿compraste una casa?.— Reí

-No, doné para la asociación que está ayudando el instituto.—

-Eso estuvo muy lindo de tu parte, pero...—

-Sabía que habría un pero.—

-Pero, tienes que avisarme siempre, por favor hijo, y más cuando son cantidades muy grandes.—

-Claro, avisaré, lo siento.—

-Muy bien, ¿quieres que pase para otro día las fotos de hoy?.—

Me paré y subí las escaleras.

-Por favor, estoy tan agotado que creo que mis piernas están a punto de caerse.—

La fama, el fútbol y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora