38. ⬛️ El campamento 2/2 ⬛️

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Oliver

Desperté por el calor que estaba sintiendo. Aún miraba un poco oscuro a mi alrededor, fui adaptándome a la poca luz que se adentraba por la tienda parpadeando varias veces.
Un dolor de cabeza empezaba a tornarse dando pulsadas que sólo hacía que me doliera aún más. Quería pararme pero el brazo de alguien lo estaba impidiendo. Miré hacia mi derecha, Hades estaba completamente dormido.

Sonreí aún con ese fuerte dolor de cabeza.

Me acerqué un poco más a él rozando nuestras narices, estaba sudando un poco. El calor ya se empezaba a hacerse notar, pero Hades aún así estaba completamente envuelto en su sábana, como si estuviéramos a dos grados.

Sentí de nuevo ese dolor de cabeza, venía y se iba cada vez que quisiese. Recuerdo haber tomado cuando estábamos en ese aburrido juego. ¿Qué no era que ya no quería tomar?. Tengo que dejar de hacerlo.

Presté de nuevo atención al chico que aún dormía plácidamente, la mayoría de veces, o al menos en las que nos hemos quedado juntos, Hades es el primero en despertar. Así que era mi primera vez viéndolo dormir. ¡Y se mira tan lindo! Necesito dos de estos.

Sus pestañas son relativamente grandes, su piel se mira tan suave que quiero tocarla ahora mismo. Me acerqué dándole un pequeño beso en la punta de su nariz, un beso pequeño y delicado para que no se despertarse y pusiera seguir contemplando tan hermoso paisaje.

Luego me entró ganas de besar su frente, lo hice de la misma forma que cuando besé su nariz. Quería parar para no despertarlo y seguir viéndolo, pero quería besarlo ahora mismo en todas partes. Le di otro en su barbilla y otro en su mejilla. No se despertaba, así que le di un beso corto pero algo lento en sus labios cerrando mis ojos disfrutando este acto.

Pensé que seguiría dormido, pero cuando abrí mis ojos lentamente separándome de sus labios, vi como este mismo sonreía.

—¿Estabas despierto?.— dije algo sorprendido.

—Buenos días para ti también.— me dio un beso pequeño en mi frente. — desperté hace una hora, pero quería ver que hacías cuando estaba dormido, no esperaba menos la verdad.—

Mis mejillas empezaron a arder. Por supuesto que estaba despierto.
De nuevo esa pequeña punzada de mi cabeza.

—Me duele... mi cabeza.— me quejé recostándome mientras miraba el techo de esta tienda.

—Ayer tomaste un poco, eres algo sensible al alcohol.— rió.— pero tengo medicina en mi maletín.—

—¿Por qué traes medicina en tu maletín?.—

—Por si algo como esto sucedía.—

Hades. Sexo. Esas dos palabras vinieron a mi mente. Miré mi cuerpo, tenía ropa, pero no camisa. Miré a Hades con los ojos bien abiertos.

—¿Lo... hicimos...?.—

—No, aunque cierta persona lloró porque le negué.—

Suspiré.

—Por favor, no dejes que tome de nuevo.—

Hades rió y me abrazó.

—Haré lo que pueda.—

Luego recordé nuestra cita.

—Mierda, nuestra cita, lo siento... —

—Está bien, podemos tenerla esta noche si quieres.—

La fama, el fútbol y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora