La fama, el fútbol y tú.

20. ⬛️ La plaga ⬛️

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Oliver

-¡Hades, concentrate!.—

Y perdimos la pelota de nuevo. El entrenamiento de hoy está siendo muy desordenado y todo gracias al chico que está con el cuerpo en el campo pero la cabeza en otro lado. Ya casi termina el entrenamiento y no hay forma que Hades ponga un poco de su parte. Esta tan desconcentrado que llevó la pelota hacia la otra portería, falla tiros y lo peor de todo esto es que ni me mira.

Le hablo, no me hace caso.
Me acercó a él, se gira hacia otro lado. Y así en todo el entrenamiento.

-¡Hades, acércate!.— el entrenador lo llamó.

Hoy el sol está mucho más fuerte que otro días, eso hace que el entrenamiento sea más intenso, significa que estoy cansado hasta los cojones, y todavía tengo que estar averiguando que le pasa a Hades.

-¿Tu amigo perdió un tornillo o que?.— me acerqué a la portería donde estaba Jonatan.

No hay mejor persona que Jonatan para preguntarle sobre la vida de Hades. Tal vez sólo tuvo un mal día, o tiene problemas en casa o algo hice yo mal para que no me quiera ni mirar.

-Quisiera tener una respuesta, pero estoy igual que tú, no sé qué le pasa a Hades.—

-¿Al menos sabes si es por mí que esta así?.—

-No lo sé. ¿Le hiciste algo?.—

-¿Qué le puedo hacer? No le hice nada.— que absurdo pensar que yo le haría algo a Hades, cuando Hades me ha ayudado mucho estos días y se ha estado comportando menos molesto que otros días.

-Entonces no lo sé, jamás lo había visto tan distraído desde que su mamá...—

Paró como si hubiera dicho algo que no tenía que decir. Pero yo lo sé todo.

-Si, me lo contó.—

-¿Te contó? Espera, ¿qué te contó?.—

-¿Qué su mamá le fue infiel a su papá? Me sé toda la historia, no te preocupes.—

-Él jamás cuenta esa parte de su vida a los demás, sólo yo lo sabía...—

-Ahora somos dos.—

La expresión que se tornó en el rostro de Jonatan fue una de tristeza acompañada de decepción. ¿Se puso así sólo por que yo sé esa otra parte de Hades, en serio?.

Vimos a Hades regresar de nuevo al campo.

-Al parecer no le dieron de su biberón al capitán.— Alex ya se nos había unido.

Los tres lo estábamos viendo. Estaba enojado, su enojo era visiblemente notorio. Jamás lo había visto tan enojado. Lo malo de todo esto es que ahora mismo es mi capitán, no querrán tener a un capitán furioso.

Buscó a alguien con la mirada y les juro que estaba deseando que no fuera a mí, pero como no me porté bien el año pasado, me miró a mí.

-¿¡Van a descansar o qué!?.— lo dijo en plural pero en realidad me estaba viendo a mí.

-Es mejor que corran.— nos dijo Jonatan.

Alex y yo salimos trotando a nuestros puestos. Llegué junto a Hades.

-Vamos a hacer la misma jugada, pero ahora tú empezarás, como lo explicó el entrenador.—

Su actitud me parecía totalmente desconocida, es como si él Hades amable se hubiera ido por el pozo más profundo de la historia.