➖Miniextras #2➖

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—Oliver—

Me levanté cuando tocaron el timbre del apartamento. Hace dos semanas que he estado muy ocupado por las pasarelas del siguiente mes, las pruebas de vestuario se habían adelantado y estaban coincidiendo con unas fotografías que había dejado pendiente pensando que tendría tiempo para más adelante. Pero no fue así. Este es el último día de descanso para después retomar mis horas de trabajo.

Hades y Jonatan están trabajando ahora mismo. Se fueron más temprano de lo normal, los clientes habían aumentado su número de ventas cuando las personas se enteraron que yo había estado visitando esa librería, y también aumentaban porque las dos personas que trabajaban en ese lugar, me conocían. En todo caso, había dejado de visitar a Hades en su trabajo, porque ya no podíamos estar solos como la primera vez. Pero me alegraba que, gracias a esa pequeña publicidad, le habían aumentado su salario. A los dos.

Abrí la puerta y me encontré a un señor con una gorra negra, una caja enorme en sus brazos y unas hojas encima de esa caja.

¿Hades Cooper?

—Em... si, aquí vive.

—Este pedido es para usted, solo necesito su firma por favor.

Recibí la caja, no pesaba mucho. La dejé en el suelo y tomé las hojas firmando con el bolígrafo que me había prestado.

Gracias, que tenga un buen día.

—Gracias...

Cerré la puerta y vi la caja. No recuerdo haber pedido algo para Hades estos últimos días, y él no me había comentado que recibiría un paquete.

Tomé la caja llevándola a su habitación, la dejé encima de su cama. Marqué a su celular esperando que me contestara.

*Llamando a Mi capitán"*

Me respondió al tercer tono.

Solecito... estoy un poco ocupado ahora mismo...— se escuchaba unos gritos de algunas chicas. Tuve que ponerlo en altavoz porque el ruido era exagerado.

Si, solo... acaba de llegar un paquete a tu nombre y tengo miedo que sea una bomba porque no lo comentaste esta mañana.

—Oh, sí. Es para ti, puedes abrirlo si quieres.

—¿Para mí?

—Si, no pensé que llegara hoy...— escuché un llanto, reconocí ese llanto al instante.— llegaré dentro de unas horas, Jonatan está teniendo otra crisis.

Reí.

Bien, te veo luego.

Había cortado la llamada. A Jonatan le ha engañado su exnovia, se enteró gracias a Diego, cuando la miró en la cafetería con otro tipo teniendo esa escena de besos exagerada, y ha tenido unas cuantas crisis donde llora por horas unas dos o tres veces por día. Aunque ahora está mejor, después de haberle regalado unas entradas para ir a ver unos cuantos partidos de su equipo favorito. Pero las crisis llegan solo un par de veces y ahora unos cuantos minutos.

Tomé una tijera del cajón de la mesita de noche de Hades. Me sorprendí cuando vi el cajón lleno de condones, literalmente estaba colapsado de condones. Así que esta es la razón por el cual no ha querido que yo abriera este cajón.

Me dirigí a la caja de nuevo tratando de ignorar mis pensamientos morbosos. Con ayuda de la tijera, le he quitado la cinta. Dejé la tijera encima de la cama y abrí la caja. Primero encontré mucho plástico, a primera vista se miraban muchas bolsas trasparentes, dentro de ellas parecía que hubiera ropa.

La fama, el fútbol y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora