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Hades
Llegamos a nuestro departamento. Jonatan estaba muy emocionado y yo sólo quería sentir la misma emoción, pero no lo estaba realmente, al menos no tanto.
—¡Esto es enorme!.— dijo mientras se tiraba en el sofá.
El departamento es algo grande.
Cuando entré, lo primero que noté era un pequeño pasillo, caminé otro poco viendo a mi derecha, se encontraba la cocina con una pequeña isla, a mi izquierda habían dos puertas que seguro eran las dos habitaciones, un poco más al fondo estaba el baño, y la recámara principal debería de tener uno, así que habían dos baños. Había otro pequeño pasillo que daba hacia la lavandería, luego, estaba el balcón con unas puertas de cristal gigantes, daban a unas lindas vistas por toda la ciudad. Nuestro piso es casi el más alto, así que no pienso acercarme a ese balcón porque me da terror las alturas.—Llamaré a Oliver.— dije sacando mi teléfono dejando las dos maletas a un lado.
Jonatan me quitó mi teléfono y yo me quejé.
—Él está bien, si lo llamas lo pondrás triste, mejor hazlo un poco más tarde.—
—No, le dije que le llamaría para avisarle que ya habíamos llegado.—
—¿De verdad quieres hacer esto ahora cuando están los dos sensibles?.—
Lo pensé un poco y tal vez tenía razón, pero yo sólo le quiero avisar que estoy bien y que ya estoy en mi apartamento. No es mucho... sólo tengo que decírselo y ya. Los dos estaremos bien. Si. Si.
Le quité mi celular marcando el número de Oliver muy desesperado. Jonatan rodó los ojos mientras se sentaba en el sofá de expectante.
*Llamando a: Olly*
No contesta.
*Llamando a: Olly*
Tampoco contesta.
*Llamando a: Olly*
Contestó. Pero no lo miraba, sólo miraba borroso y muchos... muchos gritos. Logré visualizar una cabellera negra, pensaba que era Oliver, pero Oliver no tiene el cabello largo.
Luego vi a Martina un poco... alterada o tal vez... preocupada... no lo sé.
—Hola... ¿Martina?.—
—¡Oliver, no te comportes como niño de tres años!.— gritó Martina y yo la verdad es que no estaba entendiendo nada.
—¡Lo extraño, mamá, lo extraño!.— escuché algo siendo quebrado, me asusté un poco.
—¿Martina?.— volví a llamar su atención.
—Oh... Ha..des, qué sorpresa, ¿cómo estás?.—
Ella se arregló su pelo acomodándolo y sonriendo mientras se escuchaba algunos gritos de fondo que no lograba comprender.
—Bien... ¿está todo bien con Oliver?.—
Martina miró hacia otra dirección sacudiendo el teléfono haciendo una cara de sorpresa y tal vez un poco enojada.
—¡Yo lo amo, mamá!.— escuché.
—¡No rompas eso!.— gritó Martina.
Luego regresó su vista hacia la pantalla sonriendo como si nada estuviera pasando.
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La fama, el fútbol y tú.
Fiksi RemajaCuando el entrenador de la escuela invita al modelo famoso para ser parte del equipo de fútbol y se termina enamorando de su hijo, el capitán del mismo equipo. Una historia en donde la fama, el fútbol y el amor se unifican. // +18 ✅ // Enemies to lo...