.Capitulo 10: Una aldea muy carbonizada.

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Embullado en una profunda lectura estaba Jonathan debajo de un árbol cerca de un lago en donde se encontraba Mike y Rey disfrutando de una rica tarde a la vez que tomaban un baño refrescante. Mike, con su elemento agua, le mostraba a Rey unos cuantos ataques que él podía hacer para divertirlo:

—¡Otro, otro!, y que esta vez sea diferente —exige Rey a carcajadas con Mike.

—Oye, esos son los únicos que me se.

—Pues haz ese, el que se parece a ti imitándote.

—Se cual es.

Mike, para complacerlo, le da lo que quiere y lo hace brevemente. Crea el suplente de agua y cada movimiento que Mike hace el suplente lo repite:

—¡Esto es divertido! —dice Rey feliz.

—¡Oigan, ya es hora de que nos vayamos! —vocifera Jonathan por el tiempo que tienen.

—Pero quiero quedarme más tiempo —pide Rey.

—No Rey, ya está bien por hoy —aclara Mike.

Los 2 salen del lago, se comienzan a secar y terminan poniéndose la ropa para seguir caminando. Ya en marcha, logran distinguir a lo lejos una especie de poblado:

—Creo que es hay... —supone Jonathan.

—La aldea del carbón —comenta Mike.

—¡El último en llegar es un caracol! —grita Rey para echar una carrera.

Rey sale corriendo a toda prisa hacia la aldea ignorando los llamados de regreso de Jonathan:

—¡Rey, vuelve aquí ahora...!, este niño.

—Nos vemos caracol —Mike fue otro al hacerle caso a la carrera de Rey.

—¡¿Tú también?!, eres pero que un niño, espera.

Mike le sigue el juego a Rey, a lo que lleva a Jonathan a perseguirlo a los 2. Rey ya se encontraba en la entrada, después llega Mike y al final Jonathan, pero este llego con la intención de regañarlo. Lo toma del hombro y le da la vuelta:

—¡Rey, no vuelvas hacer eso!

—Vaya, que lugar —opina Mike.

Jonathan deja a Rey y se concentra en lo que Mike observa. Ve personas, en la mayor parte hombre, sucios desde las manos hasta la ropa de carbón. Caballos jalando carretas con carbón, personas empacando carbón en sacos blancos. Carbón y carbón era lo que se apreciaba en sus actividades:

—Bueno, ¿ahora qué?

—Esa pregunta es de Mike —puntualiza Jonathan.

—¿Qué? —dice Mike en el aire.

—¿Cómo que, qué?, tú sabes que estamos aquí por tu viaje, no —dice Jonathan.

—Bueno, lo común seria buscar un lugar en donde alojarnos y después en adelante pensare lo que are.

—Qué bueno que pensaras así. Mejor tarde que nunca —argumenta Jonathan.

—De la que me salve —refuta Mike ese alivio en su mente.

Terminando esta conversación, que al final quedaron de acuerdo los 3 en lo que harán en adelante, prosiguen en avanzar hacia la aldea del carbón. Caminando por la calle solo veían a la gente haciendo el mismo trabajo de recolectar carbón. Empacando y luego se lo llevaban. A medida que caminaban, comenzaron a notar que no sabían dónde estaban hasta que dieron con un lugar de se hospedarían:

—¡Qué bueno!, lo encontramos —festeja Mike.

—Pensé que tendríamos que preguntar, y eso que no me gusta preguntar a gente que no conozco —inquiere Jonathan.

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