Valientes.

.Capitulo 18: El acuario.

La tarde ya se asomaba en la aldea del pescado. Los negocios, restaurantes y el puerto ya estaban cerrando ante el océano del sol divino resplandeciente. Mike y los demás yacían en el hotel de la aldea arreglando sus cosas en las habitaciones. Jonathan y Rey se encontraban en una para ellos solos al igual que Mike y Elmer:

—No se tu pero hoy fue un gran día para mí, ¿sabes por qué? —inquiere Mike.

—Porque recibiste el poder que te dio el pez arcoíris.

—Vaya, acertaste.

La conversación se ve interrumpida por 3 toques en la puerta:

—¿Quién podrá ser? —adivina Mike.

Elmer se levanta de su cama para poder afirmar siendo estos Jonathan y Rey:

—¿Que se les ofrece?

—Vamos air al acuario —dice Rey.

—¿Que? —habla Elmer.

—Esta aldea tiene un acuario y pienso que sería buena idea que fuéramos —dicta Jonathan para matar el tiempo.

—¿No lo estarán cerrando? —dice Elmer por suposición.

—No, el acuario funciona hasta las 10 en punto de la noche —afirma Jonathan.

—Yo opino que sería divertido ir ya que no estamos en nada aquí —expresa Mike.

—Qué más da, vamos —dice Elmer en aceptación por su parte.

Quedando de acuerdo para ir al acuario se alistan para ir. En el camino ven que todo ya está cerrando, pero al llegar al destino requerido ven como el acuario esta inmensamente lleno:

—¡¿Pero qué?, ¿de dónde salió toda esta gente?! —dice Mike sorpresivo.

—Me imagino que al finalizar el trabajo las personas vendrán aquí con sus familiares —promulga Jonathan.

—Lo que me gusta de esto es que no hay que hacer fila —dice Mike.

Entrando al acuario ven un gran tumulto de gente que los deja perplejos. Elmer toma una de las guías del lugar para así dar inicio al recorrido:

—¿Qué animal marino veremos primero? —pregunta Mike.

—¡Yo quiero ver a los tiburones! —dice Rey.

—Aquí dice que están lejos —puntúa Jonathan en la guía.

—¿Qué hay de los pulpos? —agrega Elmer.

Comenzaron a resolver que animal verían primero en lo que Mike se encontraba observando en una de las grandes paredes transparentes a una orca nadando libremente. El gran animal se movía con cautela como si el agua y el fueran uno solo en toda la existencia, hasta que la orca se pone frente a frente con Mike. Mike se sorprende, pero retiene el susto, tragando saliva a la vez que el animal lo miraba fijamente como si quisiera decirle algo, pero llega a un punto en el que Mike pone su mano derecha en el cristal justo en donde se encontraba la nariz del animal. Marchaba todo bien hasta que una voz masculina le pregunta que si lo oye. Esto deja sin palabras a Mike a tal punto que este mismo hecha atrás chocando con Elmer:

—¡Oye tranquilo! —dice Elmer por el choque

—¿Qué ocurre? —dicta Jonathan por preocupación.

—¡¿Ustedes no lo oyeron?!, una voz me dijo "¿tú me oyes?" pero estoy seguro de que fue esa orca —apunta al animal con la mano izquierda.

—Tu debes de estar delirando. Es cierto que ha sido un duro día para nosotros, incluso para mí —enfatiza Jonathan.