Valientes.

.Capitulo 12: La Orden Blanca parte 2.

La aldea completa se en volvió en un pánico enorme. La gente corría con el fin de salir del lugar para salvar sus vidas. José y Caner se encontraban en camino hacia el hotel donde trabajaba la hija de José, a la vez que se dirigían hacia allá, las preocupaciones lo atemorizaban al no saber cómo estaba su hija ante la situación que ocurría en aquel momento:

—Por favor, Sandra, por lo que más quieras, espero que te encuentres bien —esmeraba José en su mente por temor ante lo que le pudiese pasar a su hija.

—Mi hermana esta fuera del peligro, ¿verdad?

—Si Caner, ella debe de estar bien.

Al llegar al hotel, José empuja violentamente la puerta que da con la sala justamente donde esta recepción:

—¡Sandra, ¿en dónde estás?! —grita a la deriva.

—¡¿Papa?, aquí estoy!, me escondí detrás del mostrados.

Sandra sale del escondite donde se refugiaba siendo debajo del mostrador, a lo que su padre acude allá a toda prisa junto a Caner:

—Sandra, ¿están bien, no estas herida?

—No papa, ¿tú y Caner no se lastimaron?

—Estamos bien hija.

—Me alegro.

—Papa, hermanita, ¿qué es lo que ocurre?

—No es nada, hay que salir de aquí rápido —dice José al aprovecharse de la inocencia de su hijo.

Salen a toda prisa de hotel sin haberle respondido la dicha pregunta a Caner. En el camino corrían junto a más gente que escapaba de la aldea también:

—No puedo creer que ellos estén haciendo esto ahora —dice José.

—¿Qué? —inquiere Sandra.

—Sandra, ¿no has oído hablar de un grupo de gran poder que tiene como objetivo dominar el mundo?

—Eh escuchado cosas de una tal orden, ¿pero eso a que viene?

—Esa orden se llama La Orden Blanca y justamente ahora están atacando la aldea del carbón.

Mike y los demás se encontraban escondidos detrás de un muro mientras observaban como un grupo de personas que bajaron del helicóptero se ponen a examinar el área:

—¿Porque buscan esas personas en las casas, se les habrá perdido algo? —dice Mike.

—No están buscando. Se aseguran de que no ahoga nadie por aquí —habla Elmer.

—Tenemos que movernos. Aquí nos van a encontrar —indaga Jonathan para que estén sanos y salvos.

Cada soldado va revisando el lugar, no faltaba poco como para que encontraran a los chicos que estaban escondidos. Pero de un momento de suerte ellos logran oír una conversación de un soldado junto a su comunicador:

—Todavía no eh encontrado a nadie. De acuerdo, estaré allí antes de que los generadores se activen para así podernos llevar la aldea del carbón —confirma el soldado.

Lo escuchado deja impactado a Mike, Jonathan y a Elmer:

—¿Generadores? —inquiere Jonathan.

—¿Llevarse la aldea del carbón?, ¿qué quieren esos tipos en realidad? —expresa Mike confuso.

—No pueden ser ellos, ¿porque ahora? —murmura Elmer a solas.

—¿De qué hablas? —dice Jonathan sin entenderlo.