Valientes.

.Capitulo 16: Agarralo que se resbala.

El sol ya había salido desde las montañas para dar un nuevo amanecer. Jonathan aun dormía tranquilamente a lo que ya estaban despiertos Mike, Rey y Elmer. El pequeño zorro se divertía con Mike lanzando piedras al lago en el cual tenían al lago, mientras que Elmer se ocupaba del desayuno que hervía en la fogata, pero a él se le venía a la cabeza lo que Mike le dijo cuando estaba herido. El labrador de pelaje negro se sentía feliz al saber que alguien comprendía su dolor mientras se ponía la mano derecha en el corazón:

—¡Oye Elmer, ¿cuándo estará el desayuno?! —ansiaba Rey

—¡Sí, ya tenemos hambre! —expresa Mike.

—¡No me presionen, estará pronto!

—¡Hazlo rápido que la tripa ya me rujé! —inquiere Mike.

—¡Lo mismo digo!

—Vaya con ellos, por lo menos tienen suerte de que alguien que los acompaña sepa cocinar.

Debido a los gritos se empieza a levantar Jonathan con los ojos y la cara cayéndoseles de sueño:

—¿A qué se debe este ruido?

—Esos 2 me atacan por el desayuno. Además, ya alístate que la aldea del pescado esta casi cerca.

—Rayos.

Los 4 se sientan formando un círculo alrededor de la hoya. El desayuno se sirven el desayuno con la ayuda de Elmer. Ya estando completos los 4 platos, comen mientras dialogan:

—¡Que carne más rica! —dice Rey en ricura.

—No seas como Mike al festejar por todo —aclama Jonathan.

—¡Es verdad, sabe buena!, ¿cómo lo haces Elmer?

—Aprendí algunas cosas de mi madre. Incluyendo cocina.

—Se nota que heredaste mucho de ella —dice Mike.

—Pero yo también cocino Mike, ¿se te olvida nuestra primera noche en el bosque?

—Si, lo recuerdo. Y también recuerdo cómo se quemó la cena y tuvimos que volver a cazar esos peces.

—Malagradecido.

—Estoy siendo franco.

—No se pongan a hablar y coman. Porque si no se les enfriara —ataña Elmer.

Terminado de desayunar recogen sus cosas. Además, ya se veía el mar mismo con grandes embarcaciones dejando caer redes con peces dentro:

—¡Guau, ya quiero un chapuzón! —fantasea Rey.

—Eso no es una playa, es un puerto —explica Jonathan.

—¡Vamos! —augura Mike.

Cuando al fin se hayan en la entrada de la aldea se percatan de que es muy diferente a la aldea del carbón. El pescado era lo primordial en ese sitio:

—Pero cuantos peces. Bueno, por lo menos aquí si hay higiene —opina Mike con diferencia ante la primera aldea.

—Eso es porque solo se maneja el pescado en todos sus aspectos. Se dice que este gran lugar surgió porque un hombre estaba entusiasmado por atrapar a un pez arcoíris. Cuando llego el día en que capturo uno mucha gente lo venero, tanto fue así que se instalaron en este sitio muchos negocios. El pez arcoíris se considera como un pez de bendición y al parecer fue gracias a eso que nació esta aldea —dice Jonathan por historia.

—¡Estupendo, entremos a este concurso! —rebosa Mike en otro tema.

Jonathan quedo solo en su cuento al estar los demás fisgoneando en un anuncio pegado en un poster de luz: