.Capitulo 34: Reina araña.

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No sabían que hacer, tenían aun gran vicho humanoide al frente, detrás estaba un gran puñado de arañas grandes:

—¿Quién... es usted? —pregunta Jonathan aterrado.

Se presenta con el nombre Aracvis identificándose como la reina araña y le dice que ellos han caído en su trampa. La cueva tiembla, pedacitos de piedra del techo caen y un gran túnel se derrumba al lado de los chicos dándoles una salida:

—¡Aquí, rápido! —grita Mike.

—La comida no se escapará —dice Aracvis.

Corren a esa cueva y escapan, la reina araña va tras ellos, pero hay mismo la entrada colapsa por el temblor y grandes peñascos bloquean la entrada. Los chicos se esconden en un hueco estando en guardia:

—¿Que era esa cosa?, tenía cuerpo de araña y cabeza de avispa —sintetiza Mike.

—Preocupémonos ahora por salí de aquí -augura Ricki.

—Usa tu elemento tierra para sacarnos —menciona Mike.

—Así no funciona, esta cueva está a medio caerse y mi elemento solo empeoraría el estado.

—No todo está perdido, solo hay que encontrar un rio aquí dentro —comenta Jonathan.

—¿Cómo hallaremos un rio aquí? —aclama Mike.

—Exploraremos la cueva hasta hallar uno, lo seguiremos rio abajo para dar con una salida.

—¿Te das cuenta de que tenemos a una mujer araña junto a sus hijos que nos quiere comer?, si no encuentra no pelearemos con ella porque si no la cueva se ira abajo —dicta Ricki la incógnita.

—Nadie sabe dónde estamos y no esperare un rescate. Prefiero intentar salvarme en vez de que este lugar se me caiga arriba —dice Jonathan tomando el riesgo.

Esas palabras se las dejo bien claro, y más cuando se fue. Mike solo observa a Ricki dándole señal de que también lo hará y lo hace. Ricki no tuvo otra opción más que ir también. Aracvis tenía en mente solo atrapar a eso chicos para comérselos a la vez que reposaba en su telaraña enorme, hecha en un lugar muy espacioso en la cueva:

—Se veían jugosos, apetitosos y ricos, voy a disfrutar cada delicia de ellos hasta los huesos —fantasea Aracvis por la lujuria de la carne.

Se metieron en un túnel muy estrecho con la esperanza de encontrar una salida ante las atentaciones de Jonathan:

—Yo creo que, en vez de encontrar una salida, nos estamos metiendo en esta cueva aún más —opina Ricki.

Ocurre otro temblor, se oye una especie de estruendo que hace eco en toda la cueva que se origina desde atrás:

—¿Que fue ese ruido? —sitúa Mike.

—Se escuchó como si fuese un derrumbe proveniente de atrás —deduce Jonathan.

—Ya no podremos volver —sintetiza Ricki.

—No se queden atrás, vamos —ordena Jonathan.

Ya casi salían de ese túnel, Jonathan fue el primero. Al salir su mano derecha queda atrapada en una de las telarañas. Hace fuerza para liberarla y lo consigue, sin saber que eso fue mala idea. Aracvis siente esa sensación que siente una araña cuando una presa queda agarrada en su telaraña, aprovecho la oportunidad para atraparlos junto a sus hijos. Cuando ya salen del túnel escuchan como un sonido de agua corriendo:

—Lo oigo, eso es agua de algún rio —dice Mike.

—Vez que siempre hay que creer en mí.

—Baboso y presumido —susurra Ricki.

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