Valientes.

.Capitulo 21: La venganza de Mely.

Ya no estaban en la aldea, se encontraban al lado de un arroyo sentados. El pequeño Rey seguía dormido ante las miradas confusas de los chicos que no saben que es realmente Rey y por qué las brujas lo querían respecto a el recado que dejaron:

—Me gustaría saber más sobre el pero no sé nada de su vida pasada —inclina Jonathan.

—O quiénes son sus verdaderos padres —agrega Mike.

—En el orfanato donde lo acogieron dijeron que lo habían encontrado en la entrada del lugar una noche —redacta Jonathan.

—¿Estuvieron en el orfanato de ciudad Republica?

—Cuando empezamos a viajar pasamos por ahí, y echamos una visita porque Rey quiso —dice Jonathan.

—Ya veo.

Avergonzada, confundida y aterrada ante el plan fallido de robar toda la aldea del carbón, Mely se hallaba cara a cara con el jefe, un lince que rige completamente La Orden Blanca. Este yacía en su trono cubierto de plata junto a 2 leones con melena de fuego que se encontraban a su izquierda y derecha:

—Jefe Amon, lo siento por lo sucedido.

—El plan era perfecto. No podía haber errores algunos en cada detalle, ¿cómo dejaste que pasara? —sus palabras eran ligeras, pero potentes y muy entendibles.

—Todo iba bien. Los generadores se hallaban en posición acordada, pero de repente alguien los hackeo.

—¿Hackearon los generadores?, eso es imposible. Nuestra tecnología es oculta ante la vista del enemigo.

—Yo...

—Cuando leí tu informe vi que decía que te habías enfrentado a 2 chicos que interfirieron. Según las descripciones que diste, uno de ellos era raza labrador pelaje negro. Espero que no sea el que me imagino.

—Lo malo fue que dejamos los generadores.

—Ya no se podía hacer nada por esos dispositivos.

Recuesta su cabeza con la mano derecha a la vez que el hombro se apoyaba en el brazo de la silla. La mirada fija y directa. El terror se apoderaba de ella porque temía a lo que le podía pasar a partir de aquel entonces:

—Mely, tú eres la única mujer en tu grupo. A diferencia de Frendon, Kortel, Saro, Delten y Token te valoro más. Tienes otra oportunidad.

Le sale una lagrima del ojo izquierdo. Aprieta el puño derecho y los dientes. Firmemente dice:

—¡Por su voluntad no lo are pasar vergüenza una vez más! —promete a toda costa.

—Espero que sea así, retírate.

—¡Sí señor!

Sale de la sala. Se recuesta en una pared a la vez que se aliviaba de haberse salvado de un gran castigo, pero el odio y la rabia que sentía al haber fallado y quedar en ridículo no lo aguanto:

—Me las pagaran —susurra en plan de venganza.

Camina rápido. Entra a una habitación. Teclea en una computadora y seguidamente se conecta alguien con ella:

—¿Hay algún ingeniero en línea?

—Aquí uno, ¿que desea? —se presenta una paloma.

—Quiero que usen uno de nuestros satélites para rastrear a 2 personas. Después vayan preparando uno de nuestros robots.

—No es por interferir señora, pero ¿que planea?

—Venganza.

Las dudas seguían en discusión, pero lo que no sabían era lo que les esperaba: