.Capitulo 20: La cacería.

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La gran preocupación se apodero de ellos 3 tras el secuestro de Rey. Jonathan lagrimeaba, Elmer solo tenía la mano izquierda en la frente y Mike apretaba el puño derecho en donde estaba sosteniendo la carta:

—¿Cómo paso esto? —augura Mike pasmado.

—Eso es lo malo de esta aldea —inquiere Jonathan.

—¿Qué dices? —dice Elmer.

—La aldea de la sal es considerada muy peligrosa. Cuando se empezó el comercio de sal aquí llamo la atención de mucha gente, eso incluía a los magos de magia negra. Esa es la razón por la cual muchos le temen a este lugar.

—¿Pero qué tiene que ver Rey con eso? —cuestiona Mike por tan solo un infantil.

—Eso no lo se —niega Jonathan—. Ni sé por qué o quién se lo llevo... pero lo digo ya que los niños son el objetivo fácil para rituales y cosas así.

—¿Dónde empezaremos a buscar? —dicta Elmer por no dejar el caso impune.

—Eso no lo se.

—Yo sí gente así elige preferiblemente lugares oscuros y desolados que estén muy apartados de ciertos puntos en donde haya mucha gente. El problema es que no sé qué lugares se encuentren así aquí —ingenia Mike con desventaja.

—Yo si lo sé, pero se los explicare en el camino, andando —apresura Jonathan.

Se alistan y salen a toda marcha del hotel. A Rey lo tenían amordazado en el piso dentro de un pentagrama con sangre de animal y velas en una iglesia abandonada. En aquel lugar había 3 brujas, entre ellas Besdira:

—¡Jajaja! La luna casi está en posición. Mi querida amiga cuervo, chupa, ¿te aseguraste de poner todas las velas necesarias? —dice Besdira muy augusta.

—Si Besdira, estos velones blancos son muy perfectos, aunque la camaleoncita Tija los quería rojos.

—Es porque el rojo representa mucho la sangre. Además, es mi color favorito a la hora de camuflarme como la camaleona hembra que soy. Mas aun cuando estoy bañada en ese rojo carmesí.

—Deja de ser tan intuitiva —esmera Chupa.

—Miren quien habla, la que no se molestó en cazar ciertos animales y solo fue a buscar velones —contrataca Tija.

—¡Ya basta las 2! Lo importante es que todo está hecho y terminado aquí. Orn fallo y lo bonito es que el uso a este niño para sus planes malévolos. Se merece mucho estar en la cárcel.

—¡Al igual que tú! —grita Mike.

—¡Devuélvanlo! —exige Elmer.

Las 3 mujeres se dan la vuelta dando la cara ante los que iban a rescatar a Rey, pero lo malo fue que Mike reconoció a una de esas brujas:

—¡Besdira!

—Eres tú -Besdira lo recordaba.

—Si, soy el chico de esta mañana, al que le hablaste del espíritu elemental.

—¿Qué haces aquí y cómo fue que nos encontraron?

—Las encontramos gracias a que sabemos cuáles son los condominios muy abandonados de aquí. Este lugar está en una parte muy desolada y poco habitada entre las chozas.

—¡¿Lo que queremos saber es por qué a él y lo que quieren hacerle?! —implosiona Elmer en desespero.

Todos se quedaron callados esperando respuestas de las brujas:

—Mike, tu y tus acompañantes nunca lo entenderán. Una cosa es que este niño sea inocente, pero otra es que esto es para lo que él nació. ¡Chicas, ataquen! —ordena Besdira.

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