Valientes.

.Capitulo 32: Arte en cuchillos.

La gente susurraba a la vez que se fijaban en la persona elegida por Mely, ella voltea hacia caja. Le pregunta a una chica ardilla su nombre:

—Tú, ¿cómo te llamas?

—Norma —habla atemorizada.

—Sal de ahí y ven aquí —pide Mely con potencia.

Se gira hacia donde Elmer:

—No tengo todo el día contigo, así que ven tú también.

—¿Quién se cree para hablarme así?, pero ya vera —expresa furioso.

—No hagas tonterías —susurra Rey.

—La vida de esta genta corre peligro. Lo mejor será cumplir con lo que quieren —aconseja Jonathan.

Da un suspiro hondo para luego ponerse en pie, se acerca con las manos levantadas:

—Así es, sin tonterías o una vida es cobrada hoy —amenaza Mely.

Al haberse acercado, Kortel toma el brazo derecho de Elmer doblándoselo para atrás y ponerle un cuchillo en el cuello:

—Solo es por seguridad —dice Kortel.

—No eres el único, tú el azul, también vendrás.

—No me lo puedo creer —expresa Mike.

Se levanta. Un soldado se le pone detrás apuntándole la cabeza con una pistola:

—Ya estamos reunidos. Norma, ¿dónde guardan el dinero aquí? —aclama Mely.

—La bóveda esta arriba.

—Llévanos, ¡los demás reclutas se quedarán aquí vigilando, y tú haces bien en apuntarle en la cabeza, si hace algo no dudes en presionar el gatillo.

—Entendido —confirma el recluta.

—Adelante Norma.

La ardilla no tenia de otra elección, obedeció. Entraron en una puerta que daba a un pasillo. Ricki no quería quedarse como rehén así que opto por un plan:

—No me quedare aquí, iré.

—Si, vete, adelante, no hay duda de que hoy haiga un funeral —apoya Rey a toda voluntad.

—¿En qué piensas?

—Confía en mi —Ricki toma el riesgo—. ¡Disculpen, necesito un baño!

Un recluta que estaba cerca de él lo atiende:

—No es mi problema, aguanta hay hasta que esto termine.

—Tengo problemas en la vejiga y no puedo más, es insoportable.

—Lo insoportable es oír un disparo, cállate.

—¿Prefiere un charco de sangre o de orina?

—Me empiezas a provocar.

Se le acerca y le apunta a la cabeza. Toda la gente se sorprende creyendo que sería en fin de ese joven:

—El charco de sangre es preferible —dice el recluta sin temor a cobrar una vida.

—¿Enserio lo hará?, ¿usted podrá cargar en la conciencia la culpa de haber matado a alguien inocente que solo quería aliviar la gana de hacer del uno?

—Bien, levántate y camina.

—No te preocupes por el camino, eh venido aquí un par de veces.

—Muévete.

Se lo lleva, el impacto de Jonathan y Rey era grande:

—Lo logro sin que lo mataran —didacta Rey.