Capítulo 18

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A pesar de la preocupación de Sanji y Usopp por el hecho de que Zoro fuera a perderse ninguno de los dos espero la explicación que les dio el espadachín, al menos eso los dejo satisfechos y tranquilos, aunque nadie se dio cuenta que en el momento en que una burbuja tapaba la mitad del número del manglar, aunque aquel error seria después una fortuna.

Zoro comenzó a caminar entre los manglares, disfrutando de la vista. Buscando una taberna donde sentarse un rato a beber sake y de paso encontrar alguna tienda donde encontrar algo para regalarle a Robin, él no era de mierdas cursis como Sanji, pero sabía que la mujer se merecía todo, y si él había decidido a lanzarse a la piscina lo haría con todo, ya había decidido en convertir lo que él pensaba en un inicio sería una debilidad ahora sería una de sus fortalezas.

Sonrío para sus adentros pensando en cómo sería aún más entretenida la vida en el barco, sabia de sobra que entrenar y hacerse más fuerte era su objetivo principal, pero como la misma Robin que le había dicho eran piratas y eran adultos, no tenían por qué privarse de los placeres de la vida. Continuo su camino con eso en mente, hasta que se encontró con un gran alboroto, llego a una calle concurrida, pero todo el mundo se encontraba arrodillado y en silencio, en el otro extremo de la calle un hombre vestido de manera ridícula le había disparado a otro y ese era el alboroto que había oído. Sin importarle lo que sucedía continuo con su camino, hasta que el tipo ridículo le apunto con su arma cuando él solo había tenido la amabilidad de preguntarle si es que estaba perdido, eso se ganaba por ser amable.

Desenfundo su katana en cuestión de segundos y ataco, pero lo siguiente que supo fue que era empujado por una niña, no entendía ni mierda que estaba ocurriendo, estaba seguro de que una pequeña se había lanzado sobre él, y gritaba, pero cuando se levanto era una chica como de la edad Nami, según le pareció a él. No les presto mayor atención a ninguno de los que murmuraban a su alrededor, se limpió el jugo de tomate que tenía en la cara y cargo al hombre que habían herido, como nadie le decía dónde estaba el hospital continúo caminando cargando con el hombre, hasta que al fin dio con el edificio.

Dejo al desconocido al que ingresaron rápidamente y él continuo con su camino, "esta isla es extraña y complicada" pensaba mientras continuaba su camino.

Mientras tanto Robin y Nami se habían separado del grupo, se encontraban en el centro comercial del manglar 30, habían notado el extraño comportamiento que Camie y Hacchi desde que llegaron al archipiélago, por lo que Robin procedió a contarle lo que había leído en algunos libros de historia.

– Eso es horrible. – comento Nami, sintiendo pena por Camie.

– Así es, pero no es buena idea hablar de esto aquí. – dijo la morena mientras entraban en el centro comercial.

– Eh... si tienes razón. – comenzaron a mirar la hermosa ropa que había en las tiendas.

– ¿te gusta ese vestido? Creo que cierto espadachín quedaría loco si te lo ve puesto. – Robin se sonrojo ante las palabras de Nami y a su mente regresaron las palabras dichas por Zoro antes de abandonar el barco "ya tengo una respuesta" será que al fin el peliverde se decidiría a darles una oportunidad. Sacudió levemente su cabeza para quitar ese pensamiento, no quería hacerse falsas esperanzas

– No sé de qué hablas Nami. – la navegante le sonrió con picardía y continuaron con sus compras, aprovechando también de escoger la ropa de Luffy y Zoro, ya que si fuera por ellos ocuparían los mismos trapos todos los días, es por eso que ellas dos y Usopp eran los encargados de comprarles la ropa*

Terminaron con las compras que gracias a los regateos de Nami les salió casi gratis, no supieron bien cuanto tiempo estuvieron dentro de la tienda.

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