Capítulo 19

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Al abrir los ojos se dio cuenta que estaba rodeada, aunque no parecían ser de la marina se puso en alerta inmediatamente, había pensado en atacar primero y preguntar después, y noto que esa sería una reacción digna del espadachín, de inmediato la incertidumbre se alojó en sus pensamientos y aprisiono su corazón, ¿Qué habrá pasado con sus compañeros? ¿estarán bien? ¿estarán cerca? En cuanto intento incorporarse las personas que la rodeaban le apuntaron con armas, levanto las manos en señal de rendición, no quería provocar problemas de manera innecesaria, sería mejor primero investigar que sucedía y donde se encontraba, por lo que se dejó esposar de manos y pies y la llevaron hasta la oficina de quien ella suponía debía estar a cargo del lugar.

El hombre comenzó a explicarle cuales eran las tareas que se realizaban en aquel lugar y lo que escucho la dejo sin palabras.

¿de verdad llevaban 700 años construyendo ese puente? La inhumanidad de los lideres del gobierno mundial no dejaba nunca de sorprenderla, aquel puente estaba realizado con la sangre de personas que tuvieron la mala suerte de llegar hasta ese lugar, no solo criminales, si no habitantes de los pueblos cercanos.

– Has tenido la mala suerte de aparecer en este lugar, deberás trabajar en este puente hasta morir. – uno de los guardias que la había llevado hasta la oficina, tiro de su brazo, y la llevo hasta un biombo, dejo un uniforme sobre una silla tras el biombo, libero las esposas de sus manos para que pudiese cambiarse de ropa.

"no tengo tiempo para esto, debo buscar la manera de escapar de aquí lo antes posible, estas personas deben tener un barco, tengo que volver a Sabaody, saber que ocurrió con Luffy y los demás... Zoro, tengo que encontrar la manera de buscar a Zoro, estaba muy mal herido, ni siquiera se podía mantener en pie. Maldición no puedo quedarme mucho tiempo por aquí, investigare la mejor manera de escapar, mientras los hare creer que me tienen bajo control, por suerte no se han dado cuenta de quien soy ni de que soy usuaria de akuma no mi" – pensaba Robin en tanto se cambiaba la ropa.

Habían pasado entre dos y tres días cuando todo cambio en aquella construcción, Robin había estado trazando un plan de huida, memorizando los horarios de los guardias y de los pocos barcos que venían una vez al día a dejar alimentos.

Se encontraba moviendo unas piedras cuando el alboroto comenzó, escucho disparos y gritos, soltó la enorme piedra que cargaba, en esos momentos agradecía las veces que ayudo a Zoro a ordenar sus pesas, en comparación a ellas las piedras parecían de algodón.

Se oculto entre la muchedumbre y observo como un grupo de extraños armados derrotaba a los guardias custodios de los prisioneros del puente.

– No teman, somos el ejército revolucionario y hemos venido a sacarlos de aquí. – hablo uno de los hombres con voz en grito.

– Comandante, la encontré, es ella... es Nico Robin. – la aludida volteo a ver y se dio cuenta que uno de sus compañeros de construcción se dirigía al hombre que había hablado.

Los miro entre temerosa y asombrada ¿Qué quería con ella el ejercito revolucionario? ¿Cómo fue que la reconocieron de inmediato?

– Nico-san, te hemos estado buscando. – el hombre llego hasta ella y la saludo con respeto.

– ¿y puedo saber qué es lo que quiere el ejército revolucionario conmigo? – pregunto intrigada.

– Nos encantaría que formaras parte de nosotros, llevamos años buscándote, lamentablemente no habíamos podido dar contigo. – se lamento

– Lo siento, pero ya tengo nakamas y debo volver con ellos. – respondió de manera amable.

– Por supuesto sabemos que formas parte de la tripulación pirata de los mugiwaras, permítame. – dijo liberando sus esposas. – debería leer esto. – dijo tendiéndole un periódico.

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