Capítulo 5

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– ¡QUIERO VIVIR! LLEVENME DE REGRESO AL MAR CON USTEDES. – en su mente se repetía una y otra vez la voz de Saúl diciéndole que algún día encontraría nakamas que darían la vida por ella, que ya no estaría sola.

Verla llorar de aquella manera y al fin entendiendo cuales eran sus verdaderos motivos y el real enemigo de Robin, su sed de sangre se apodero de él, escuchando como ese maldito enmascarado se burlaba de ella, sus propios pensamientos hicieron eco a las palabras de Sanji, y en cuanto pudiese lo haría picadillo, nadie lastimaría a Robin frente a él y viviría para contarlo.

– Bajen ese puente. – ya no aguantaba más, sus katanas pedían la sangre de sus enemigos.

– No tienes por que poner esa cara de demonio. – el reclamo de Nami solo lo hizo sonreír más, esos mal nacidos pagarían caro el haberle puesto un dedo encima a Robin y más aún el intentar arrebatarla de su lado.

Tras el caótico aterrizaje del rocketman y haberse divido en busca de las llaves, al fin encontró a su enemigo, el segundo de los miembros más fuertes del CP9 lo estaba esperando.

La batalla contra Kaku le resulto complicada, no solo por las técnicas usadas por el grupo elite del gobierno, sino también a su concentración, primero por la sorpresa que le causo su ridículo aspecto una vez que se convirtió en jirafa y luego cometiendo el estúpido error de quedar esposado a Usopp, pero no tenía tiempo para perder, cada segundo que pasaba era un segundo en que Robin estaba más lejos de ellos, de él. No podía permitir que aquello sucediera, debía luchar con todas sus fuerzas por recuperar esa llave.

El ajetreo que trajo Chopper convertido en monstruo los dejo anonadados por un momento, sintió confusión al ver a Franky llegar y lanzar al doctor al mar, pero su preocupación se desvaneció de inmediato con la llegada de Nami, diciéndole que tenían un plan, una vez que estuvo libre se enfrentó al espadachín de la agencia gubernamental con una fiera mirada, pagarían cada una de las lágrimas que le hicieron derramar a Robin. el grito de sus nakamas en la habitación lo confundió, por un momento se sintió desesperado y sin saber qué hacer cuando Jabura comenzó a atacar a Nami y Usopp, no estaba seguro de que con su poder actual pudiera enfrentar a ambos oponentes, pero debía intentarlo. Por lo que cuando Sanji apareció en escena una sonrisa socarrona ocultando su alivio y alegría de verlo, se instaló en su rostro. No lo admitiría jamás, pero sabía que si el cocinero estaba allí podría poner toda su concentración en su propia pelea.

Lo dio todo por ganar, sabía que no tenía otra opción, la libertad y vida de Robin dependía de ello, por eso cuando el hombre jirafa la insulto y ninguneo, no pudo controlar la ira que emergió de su cuerpo, él rostro bañado en lágrimas de la arqueóloga lleno su mente y todo el poder maldito y demoniaco que desprendía tanto él como sus katanas salieron a flote, creando la ilusión del dios demonio Ashura, con cada una de sus katanas tomando vida propia a través de él.

Tras vencer a Kaku, Sanji apareció a través de la puerta.

– Hey marimo ¿Dónde está la llave?

– La tengo. – respondió mirando el pequeño objeto en su mano con el numero 5

– La maldita torre se volvió a mover ¿se va a caer entera?

– ¿A quién le importa? tenemos todas las llaves, vayamos con Robin. – dijo esta vez intentando ocultar su apremio por llegar junto a la arqueóloga.

– No alcanzaremos a llegar, pero Usopp está esperando, Franky fue tras Robin después de ayudar a Chopper, Usopp lanzara las llaves hasta él para que pueda liberar a Robin-chan. – le explico el rubio ante la impaciencia de su nakama.

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