A veces no me doy cuenta de que tan lento pasa el tiempo, a veces, solo a veces puedo detenerme, mirar el reloj, son las 4:36:27, miro a un lado, la ventana está abierta, una moto esta parada afuera, la reconozco, busco al dueño, miro atrás y está sentado en la cama, con las manos apoyadas en la cabeza y mueve su cuerpo como si le costara respirar, levanta la cabeza y me mira, sus ojos se cristalizan, no quiero ver eso entonces volteo hacia el reloj son las 4:36:28 miro alrededor y no hay nadie, entonces me levanto, solo era un sueño, siento un olor asqueroso que me da nauseas, llego al baño corriendo y no logro sacar nada, porque realmente no hay nada. Vuelvo a mi habitación y esta vez entro a la cama y por fin, me duermo.
Por la mañana sigo sin apetito.
-Tienes que comer algo-mi mamá me pone un plato de cereal delante mío.
-Te juro que no puedo, creo que algo me sentó mal ayer.
-Probablemente sean los nervios de tu partido de hoy ¿no estás emocionada?
-No lo creo, pero que me vayan a ver realmente me emociona.
-Claro que estaremos ahí, siempre-mi madre tiene un carácter difícil, pero dentro de todo lo que decía era cierto, ellos estaban ahí para mí, siempre.
-Bueno me tengo que ir-salí evitando la comida, aunque todavía sentía ese olor en la ropa y me daba un poco de asco.
Llegué al colegio y me esperaba la misma rutina, mis compañeros en las gradas, Harold jugando con su teléfono y David a su lado, nada fuera de lo común, pasó la mañana como si nada, no pude comer nada aún, creo que todo lo que estaba pasando realmente me había enloquecido.
-¿Nos vemos esta noche no?-le dije a David antes de despedirnos.
-¿Te queda alguna duda?
-No lo sé, tal vez lo olvidaste-le dije levantando los hombros.
-Si, realmente lo olvidé, pero ahora que lo mencionaste lo recordé.
-Claro y como no querías quedar mal dijiste que sí.
-Por supuesto, no dejaría que pienses por ningún motivo que en realidad no me importa en absoluto todo esto.
-Pues eres bastante bueno casi no se nota.
Ambos empezamos a reír y David me abrazó, salimos del colegio y como en una de esas escenas cliché de películas cada uno se fue por un camino distinto. Después de una deliciosa caminata hasta mi casa con música llegué sinceramente cansada. entré y mi mamá me obligó a comer lo que resultó un completo desastre porque todo terminó saliendo por el mismo lugar por el que entró.
-Si sigues así esta noche no te dejaré jugar-me dijo mamá mientras me traía un té, yo estaba acostada en el sillón de la sala.
-Créeme que si sigo así yo tampoco me dejaré jugar esta noche.
-Más te vale-me tocó la nariz y se fue, tomé el té que había preparado y al parecer mi cuerpo si pudo asimilarlo, me fui a dormir hasta que una vocecita empezó a sonar cada vez más clara entre mis sueños.
-Dan, Dan, Dan-era Santy picándome el ojo.
-Voy a morder ese dedo y comérmelo-le dije apenas entendible.
-¿No tienes que alistarte?-me dijo mirándome de lado.
En ese momento reaccioné y me levanté de golpe, ocasionando un mareo que me hizo volver al sillón. Vi mi teléfono y aún faltaba casi una hora para el partido, aproveché de meterme a la ducha y alistarme con calma, también aproveché de la amabilidad de mi mamá y le pedí que trenzara mi cabello, lo hizo tan hermoso.
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Si Te Elijo...
Teen FictionEste es el inicio y el final, una cuenta regresiva. Cuando crees estar en tu felices para siempre, imaginas todo lo que podría pasar? 3 personas 2 opciones 1 decisión