Día 5 Parte 1

114 24 0
                                    

Tal vez hayan días en los que no pase nada interesante, quisiera tener uno de esos, en los que simplemente viva, con la monotonía de simplemente, vivir, pero no es así, cada día me pasan tantas cosas inexplicables, tal vez exista gente que este cansada de descansar, puede que pase, puede que mucho de algo sea agotador, pero solo un día no sería nada malo.


Me levanté con la intención de hacer este día normal, uno común de esos en los que te preguntan "¿Qué hay de nuevo?" y tú dices "pues nada" eso sería divertido.


Recordé que hoy vería a Nacho, bueno, al parecer, no será un día normal, me puse el uniforme y alisté mi bolso antes de salir.


-Buen día señorita.


-Buen día tía ¿Cómo te sientes?-genial, olvidé que ella estaba aquí, ojalá no note cuando Nacho entre por el balcón como el vándalo que se cree.


-Malísimo, quisiera irme a acostar...-tenía una mano en la cabeza y con la otra sostenía una pequeña carterita roja.


-¿No tienes trabajo hoy?


-Por supuesto, ¿Pero podría mi sobrina amada llamar y decir que tengo una gripe terrible?


-Pero tía yo...-no sabía que decirle, la verdad estaba muy asustada, en cualquier momento Nacho entraría, la puerta de mi cuarto estaba abierta y mi tía interfería entre mi habitación y mi posición actual.


-Solo diles eso por favor, prometo no molestarte el resto de la semana-eso sonaba tentador, aunque prácticamente no la vi todo el fin de semana. Por otro lado, tenía que distraerla


-Está bien tía...-fingí estar resignada-dame el número.


Llamé desde casa para que sea más real, no sé, tenía miedo que tengan un registro de llamadas o algo así. Terminé la llamada y mi tía dio un brinco de alegría.


-¿No pareces muy enferma ahora?-abrió los ojos y miró a otro lado.


-Bueno sobrina tengo algo que contarte...


-Perdón que te interrumpa pero, ¿puedes decirme lo que quieres mientras desayunamos?-se haría tarde, además, mantendría sus ojos lejos de mi habitación.


-Es una estupenda idea, necesito un café muy cargado.


Llegamos a la cocina y ambas nos hicimos unos deliciosos cafés cargados, nos sentamos y yo solo esperaba levantarme primero para correr a mi habitación.


-Dime tía que me quieres contar-tomé un delicioso sorbo de café.


-Creo que me voy a casar-y escupí todo lo que había tomado.


-¿Qué?


Y este preciso momento es en el que me doy cuenta que nunca tendré un día normal, siento que el equilibrio del mundo se cae, nada es como recordaba, creo que pasé algún portal mágico que me llevó a una dimensión desconocida en la que todos hacen lo contrario a sus roles normales. Bueno sí, estoy exagerando, pero llevo más de diecisiete años conociendo a mi tía, pero jamás esperaba escuchar esto.


-Es una persona increíble, es atento y divertido-parecía una quinceañera hablando de su primer novio, aunque realmente creo que lo era, nunca había visto a mi tía con alguien, por lo menos más tiempo que una fiesta en la que salió igual de sola como había entrado.


Como sea, su noticia era diferente pero no mala, tal vez quedé congelada por mucho tiempo, debo decir algo inteligente.


-Es increíble-eso es todo lo que se me ocurrió, bueno pude haberlo hecho mejor, voy a aumentar algo como-¿Cuánto tiempo llevas, bueno con esta persona?

Si Te Elijo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora