Día 10 Parte 1

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Desperté sin apuro y me peiné, aunque me costó bastante porque el día anterior mi cabello no conoció el cepillo. Fui a desayunar en silencio, pero no aguanté mucho y puse un poco de música me preparé unas frutas picadas con yogurt y jugué con mi teléfono mientras comía tranquila, Nacho me mandó un mensaje y me dijo que esté lista para las 9:00a.m. Le puse que no se preocupe por mí que estaría lista, eran apenas las 7:40 tenía bastante tiempo, mientras iba a mi habitación sonó una canción que me hizo bailar y llegué dando vueltas, solo para darme un susto tremendo de que unos brazos detengan mi giro y me presionaran a él.

-Si pretendes seguir conmigo mucho tiempo más sugiero que no hagas otra cosa como estas-le dije soltándome al fin.

-¿Por qué? ¿Piensas dejarme por un par de sustos?-dijo Nacho atrayéndome de nuevo para besar mi frente.

-No, pero un infarto seguro me da.

-¿No crees que lo nuestro siga después de la muerte?-me miró tranquilo, mientras se acostaba de lado sobre mi cama.

-Lo que sé es que hay cosas que ni la muerte sería capaz de destruir-me senté a su lado y lo besé. Me acercó a él y seguimos ese beso durante mucho tiempo más, casi hasta quedarnos sin respiración, entonces bajé la cabeza para sentir su corazón mientras él seguía besando mi frente y mi cabeza.

-Bueno, me tengo que bañar- le dije alejándome un poco de él, o por lo menos intentándolo ya que no me dejó hacerlo.

-Cinco minutos más...-reclamaba mientras me sostenía.

-Cinco minutos más y nunca llegaremos a tu casa de campo-lo besé fugazmente y me levanté.

Fui a mi baño y tardé lo mínimo posible para volver a su lado. Cuando llegué a mi habitación Nacho estaba acostado viendo su teléfono. Ignoré su presencia tanto como el la mía cuando fui a sacar mi ropa para ir a vestirme a la habitación de mis padres, cuando volví seguía en la misma posición, enganchado al teléfono. Salté a la cama para acercarme a él y apartó el teléfono de inmediato.

-¿Qué haces?- le dije ya muy cerca de su cara.

-Esperando a que mi ángel se ponga sus alas.

-¿Piensas llevarla a volar?-le dije acostándome a su lado sobre su brazo, se apoyó en su codo de costado y puso su cara sobre la mía.

-Yo estoy volando desde que la tengo a mi lado-Nacho me besó como pocas veces lo hizo, me dejó sin aliento y presionó su cuerpo contra el mío. Después se levantó para acomodarse a mi lado.

-Lo siento, pero tengo que irme-le dije levantándome de la cama.

-¿Dónde?-respondió asombrado.

-Mi novio me dijo que vendría por mí a las 9:00 y solo me faltan unos minutos.

-Mira que ese tipo es puntual-dijo Nacho levantando los hombros.

Fui a la recamara de mis papás a recoger mis toallas y las dejé en el baño.

-De cualquier forma ya podemos...-entré en la habitación pero Nacho ya no estaba, no sabía dónde se pudo meter.

Entonces el timbre de casa sonó.

-Buenos días belleza ¿Estás lista?-Nacho actuaba como si no nos hubiéramos visto antes.

-Buenos días, si, perfectamente lista.

-Espero que nadie te haya demorado.

-No para nada, un bichito molesto me zumbó un poco en la mañana, después todo tranquilo.

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