Día 17 Parte 1

86 19 0
                                    


A veces tu día no empieza al amanecer, si no mucho antes cuando estas corriendo, por un campo de trigo, apenas puedes ver a tu alrededor, estas riendo, alguien te persigue, intentas esconderte, entonces te abraza por la espalda y te besa la cabeza, cierras los ojos, te volteas y lo besas, cuando abres los ojos, es Oliver.

Me desperté jadeante, vi mi teléfono y no había nada de Nacho. Pero no podía quedarme así y lo llamé.

-Hola.

-Hola-me dijo Nacho con la voz muy suave.

-Dios estaba preocupada por ti, te mandé mil mensajes.

-Lo siento pequeña, no tenía tiempo para responder.

-¿No tuviste tiempo? ¿Qué tan difícil es mandar un mensaje diciendo si estas vivo o muerto?

-Ey tranquila, estoy bien.

-¿Cómo iba a saberlo si no me lo dices?-me levanté y empecé a dar vueltas por la habitación.

-¿Dan estás bien?

No, ¿cómo puedo decirte que soñé que besaba a otro chico y la culpa me hizo llamarte?

-Solo-tragué en seco-solo estaba preocupada por ti.

-Estoy bien, aunque no puedo decir lo mismo de mi abuela.

-Lo siento...

-Tranquila, estoy con ella ahora ¿hablamos después?

-Claro.

-¿Dan?

-¿Si?

-Te amo.

-Yo a ti.

-Descansa, un beso.

-Descansa.

Colgué y me tiré a la cama de nuevo todavía podía sentir el beso en mis labios como si realmente hubieran sucedido, me revolvía el estómago y una sonrisa estúpida marcó mi rostro ¿así se sentirá? ¿Así serán sus labios?

Es muy confuso, nunca antes había querido conocer el sabor de los labios de alguien, ni siquiera los de Nacho, en realidad cuando lo besé fue en gran parte porque quería saber cómo era besar y no tan específicamente a él. Miré por la ventana y parecía que apenas amanecía, me volví a acostar y quise dormir de nuevo, tal vez a revivir el sueño.

-Despierta, despierta, despierta, despierta, despierta, despierta-Santy saltaba sobre mi cama.

-¡Voy a matarte demonio!-le dije agarrándolo para hacerle cosquillas.

Fuimos al desayuno y después a la habitación de mis papás, vimos un par de películas y pedimos comida, realmente nadie quería hacer mucho, pero ni bien terminamos fui a alistarme para la reunión en casa de Oliver.

Salí con menos ganas de lo normal, era un día muy tranquilo y no quería salir, al pasar por la plaza me encontré con Salvador que también iba camino a casa de Oliver, en lo que hablamos noté un gran cambio en el, parecía ya no ser tan idiota como antes.

-¡Voy!-se escuchó del otro lado de la puerta de Oliver.

-Hola-dijimos al unísono con Salvador.

-Hola, pasen-Oliver nos dio espacio para entrar, adentro ya estaba Calamina, lo saludamos y esperamos al resto.

-Bueno ya estamos todos-Oliver se sentó en su cama y tomó la pelotita que tenía en su velador-empecemos ¿Cómo están?

-¡Bien!-dijimos prácticamente juntos.

-Está bien, pero me refiero a ¿Cómo se sintieron con lo que hicimos ayer?

-Aparte de tener una terrible jaqueca creo que estoy bastante bien-dijo Jorge, me pasó la pelotita

-Emocionada, creo que empezamos algo muy bueno ayer.

-Totalmente-le tiré la pelotita a Nando quien había empezado a hablar-creo que vamos por muy buen camino.

Todos comentamos muchas cosas sobre lo que pasamos ayer, Oliver hizo un par de preguntas que fuimos respondiendo, vi a los lados y noté que Manuel no había venido otra vez, esto puede ser muy malo para él.

-Bien, no hablamos hace un par de semanas, no así por lo menos, quería saber si algo cambió, si tienen alguna duda o un sueño nuevo.

¿Sueño? ¿Él puede saber eso? Es imposible que él sepa que soñé con él anoche, es algo mío y no se lo conté a nadie.

-¿Dan? ¿Tienes algo que contarnos?-Oliver interrumpió mi pensamiento y asentí sin pensar.

-Cuéntanos.

-Yo...-no sabía que decir-ahora solo sueño con vengarme de todo aquel que me llenó de lodo ayer.

Todos rieron y continuaron hablando mientras Oliver solo me miraba, claramente no lo había logrado engañar y me asustaba mucho cuanto podría conocerme.

Finalmente terminamos, algo dentro mío me decía que me quede, que hable con Oliver pero ¿de qué? Ni siquiera yo sabía lo que quería decir. Así que me ignoré y me quise ir.

-Dan espera un momento por favor-Oliver me detuvo.

-Dime.

-¿Podemos ir juntos? Quedé con tu papá que iría a ver el partido con él y quisiera aprovechar para acompañarte.

-¿Qué? ¿En serio irás?

-Por supuesto, fue un compromiso.

-Está bien, te espero afuera-tenía que salir de ese lugar en el que me sentía encerrada.

-Listo-salió casi inmediatamente después de mí.

-Así que verás el partido con papá ¿no?

-Si te incomoda le hablo para disculparme y no voy.

-No, no, es eso solo que es raro.

-Está bien, lo siento por mi falta de normalidad, y dime ¿qué soñaste?

-¿Qué? Le dije congelándome.

-Era obvio que mentías respecto a tu sueño.

-No era tan obvio.

-Entonces si mentías-me dijo mientras se reía.

-Solo no quiero hablar de mis sueños con nadie.

-¿Por qué?

-Porque son míos, no quiero que nadie los conozca.

-Míralo así, tal vez si me contaras tu sueño podría hacerlo realidad.

Lógicamente podrías hacerlo, me soñé contigo.

Solo lo miré y sonreí negando, creo que entendió que por ahí no debía pasar.

-Llegamos...esto es raro pero adelante-le dije abriendo la puerta para que pasara.

Si Te Elijo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora