Día 14 Parte 2

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-Solo dime la verdad...-su voz se quebraba en el intento por hablar.

-¿Qué verdad?-me acercaba poco a poco a él.

-Él y tu...lo tomé de la mano para sentarnos en la cama.

-Él y yo nada, mi amor, es una gran persona, nos llevamos muy bien y solo nos sentamos a hablar de lo que pasó para que me castigaran, y luego fue a encargarse de eso al colegio.

-Dan, la manera como lo miras, nunca me viste así.

Se que todos hablaban de eso y realmente yo no lo notaba, no lo veo de una forma distinta, Oliver es una gran persona y lo que siente por mi esta claro pero yo no siento nada por el, eso lo tengo claro, creo.

-Nacho, nunca voy a verlo igual que a ti, ni a él ni a nadie, el solo es una persona más que pasa por mi vida, tu eres el hombre que nací para amar.

-Dan te amo-Nacho me abrazó y yo le devolví el abrazo, no podía creer tenerlo conmigo de nuevo.

Tomó mi cara y me besó con toda la fuerza que nos estábamos guardando estos días. Yo le devolví el beso y avancé atrás para acomodarnos en la cama, el me siguió y terminó sobre mi besándome el cuello mientras yo ahogaba las ganas de gritar. Besó mis mejillas mientras yo acariciaba sus hombros y su pecho, se levantó un poco y le saqué la camiseta que traía puesta volvió a besarme inmediatamente y poco a poco me subió el crop hasta sacarlo, me besaba suavemente entre mis pechos y mi vientre, me causó cosquillas y no pude evitar reírme, me tapé la boca de inmediato mientras Nacho me miraba divertido.

Nos besamos hasta el último centímetro de piel, como si con los besos curáramos el dolor que sentimos en todo el cuerpo estos días, Nacho y yo volvimos a hacer el amor, suave, sin prisa, repartiendo besos por todos los rincones para que quedara claro que el era mio y yo era suya. Ahí en ese momento y para siempre.

Finalmente nos acostamos juntos uno a lado del otro, me apoyó en su pecho y podía sentir su respiración agitada, no hablamos por un momento, solos ahí desnudos podíamos sentirnos y mimarnos tan solo un poco más.

-¿Estas dormida?

-No-hablé con un 50% de verdad, con los ojos cerrados y más cerca de un sueño que de una realidad.

-Tengo que irme.

-¿A donde?-ahora si estaba despierta.

-No ahora, mañana salgo de viaje con mamá y volveremos en una semana.

-¿A dónde y por qué?-me pegué más a él e hice el abrazo más fuerte, me besó en la frente y continuó.

-Tenemos que ver a mi abuela saldremos de la ciudad, esta muy enferma, pero el próximo viernes ya estaremos juntos de nuevo.

-Esta bien-lo dije en un suspiro.

-¡Ey!-levantó mi rostro-volveré por ti, sabes que te amo, y eres la mujer de mi vida. Ni la muerte podría alejarme de ti nunca.

-Nada puede separarnos, te amo desde el día que te besé por primera vez, en este mismo lugar.

-¿En serio? Yo te amé desde el día que te vi comiendo papas en el recreo la primer semana de tus clases en secundaria.

-Aún no te conocía-me levanté a verlo y el sonreía con la vista al techo.

-Lo sé, yo tampoco lo entendí pero sabía que eras para mí.

-Y dime ¿cómo esperabas que pasara algo si no me hablaste hasta un mes después?

-Dan, si eras para mi aunque tardes sabía que llegarías a mi vida, además ¿cómo ibas a resistirte a mi?-lo golpee suavemente en el pecho y nos reímos mientras me sostenía y besaba el rostro, nos divertimos un rato jugando hasta cansarnos.

-Me encanta ser parte de tu vida, verte convertirte en la mujer hermosa que eres ahora, Dan no puedo pedir más en esta vida que contemplarte siendo lo que eres y amarte, amarte como nadie nunca más lo hará.

-Ignacio Bertotti, se a convertido usted en un romántico.

-Jennifer Dante, créeme esto es poco comparado con todo lo que soy capaz de convertirme por ti.

-Solo te quiero a ti, sin converciones, sin cambiar nada de ti. Solo tú, con todo lo que viene incluido en el paquete.

-Y yo a ti chiquita, yo a ti.

Nos abrazamos y finalmente nos dormimos, esta noche no pudo ser más perfecta, los dos juntos piel con piel, corazón con corazón, nada podía romper esto.

Si Te Elijo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora