-¿Por qué?
-Por no delatar a Nacho, él es...
-No tienes que explicarme nada-me senté frente a él.
-No puedo explicarlo, mira Nacho me dijo que lo hizo por que vio cómo te miraba, no sé a qué se refiere con eso, no quiero justificarlo pero no entiendo cómo te veo pero al parecer lo hago de una forma diferente, no sé qué pueda ser y no sé si quiero averiguarlo.
-Yo tampoco sé lo que está pasando, Dan no puedo dejar de pensar en ti.
-Esa es la diferencia-me levanté para acercarme a la puerta-yo no quiero pensar en ti.
Salí sin voltear a verlo, subí al lado del copiloto y partimos, papá intentaba hacerme conversación pero no podía responder así que dejó de intentarlo.
Al llegar a casa entré a mi habitación me puse la pijama y volví a ver por la ventana con el teléfono en mano, quería saber de Nacho. Me acosté y solo podía llorar. La puerta de mi cuarto se abrió y sentí que alguien me arropaba, fingí estar dormida y me quedé quieta mientras la persona que estaba atrás se mantenía quieta y sentada a mi lado.
-Todo estará bien-papá se acercó a besar mi frente-no necesitas fingir estar dormida, a veces las penas hay que llorarlas.
Me di la vuelta a abrazarlo y lloré en sus piernas, no sé cuánto fue, pero me quedé dormida ahí, desintegrándome en llanto, sin saber que esperar, o si debía esperar.
**Uno de mis poemas favoritos, aprender a llorar a veces, solo a veces cura**
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Si Te Elijo...
Teen FictionEste es el inicio y el final, una cuenta regresiva. Cuando crees estar en tu felices para siempre, imaginas todo lo que podría pasar? 3 personas 2 opciones 1 decisión