Por suerte hoy no tenía clases, pero alguien no le avisó eso a la radio de mamá.
Hoy si tengo clases, rayos.
Me levanté de la cama a empezar la rutina de siempre, fui al baño y cuando volví de la ducha una corriente de aire me dio escalofríos, entonces reaccioné ¿Cómo llegué a mi cama? Mi corazón me dio un vuelco, Nacho. Tal vez él estuvo aquí pero no tenía como saberlo-
-Buen día-les dije a todos en la cocina.
-Buen día.
-¿Papá tú me llevaste a la cama anoche?
-No ¿Por qué?-no podía decirles mis sospechas.
-Nada, solo no recuerdo como llegué ahí hoy.
-Bien, que tengan un excelente día-papá nos besó en la frente a mi mamá y a mí y salió.
-Espera voy contigo-salí corriendo detrás de él para que nos llevara al colegio, me sentí fatal toda la mañana, mi cabeza iba a explotar.
-Claro corre.
-Hija no te irás sin desayunar-saqué dos panes y puse el jugo en una botella y salí.
-¡Te amo mamá!
-Vas a hacer que nos mate a ambos-papá me habló en el auto.
-Es probable-le dije antes de que arrancara.
Llegamos y salí directamente a ver el cronograma de partidos, los chicos jugaban esta noche y nosotras mañana, recordé cuando hablamos de esto, como lo pensé el partido siguiente era mucho más sencillo que el que tuvimos la semana pasada.
-¿No estas muy pensativa para un partido tan sencillo?-David habló detrás mío.
-Se llama destrucción psicológica del enemigo, y no te vendría mal hacerlo también.
-¿A mí por qué?
-¿No estás en la nómina como suplente?
-No, los chicos están completos.
-Hablaba del de chicas.
-Voy a matarte-corrí antes de que reaccione.
-¡Ámame no me mates!-le dije ni bien me alcanzó
-Ambos sabemos que puedo hacer ambos-me sostuvo de las manos y me mordió el hombro.
-¡Salvaje!
-Gracias-me dijo orgulloso-¿estás mejor?
-Claro-le dije para que creyera que ya no había que hablarlo.
-Igual vamos a hablarlo.
-Claro que no-le dije mientras íbamos donde estaban los de mi curso.
Por suerte las primeras horas pasaron rápido y ya era hora de educación física, como siempre el profesor nos explotó la primera hora y después nos dio la cancha.
-¡Chicos primero!-gritaron llevándose el balón.
-No es justo, también queremos jugar-Alejandra habló por todas.
-Lo siento, esta noche jugamos-Orlando se puso a la cabeza.
-Nosotras mañana, y no tendremos tiempo de entrenar.
-¿Que dices? ¿No te escucho?-dijo Orlando mientras salía corriendo con los chicos a la cancha y las chicas detrás de ellos.
-¿No piensas apoyar a tu equipo?-dijo Harold apoyándose en mi hombro como solía hacerlo.
-En realidad no, estoy segura que ellos ganarán.
-Tienes toda la razón.
-¿Vamos?
-Ok-fuimos donde se sentaban normalmente a los que no les interesaba ningún deporte, a las gradas a esperar la hora, Harold y un par de chicos más contaban lo emocionante que fue su maratón del fin de semana hasta que tocó la campana, volvimos al curso y después por fin el recreo.
A Harold le tocaba comprar y se quedó estancado en la fila de la tienda.
-¿Entonces? ¿Tu fin de semana?-le dije a David que bostezaba a mi lado.
-Nada interesante.
-Entonces solo olvidaste dormir y ya-David se reía.
-Creo que sí, anoche tuve insomnio.
-¿Tú cómo estás? Estuviste muy triste últimamente y por tu cara algo no está bien.
-Nacho sabe lo de Oliver-David me miró extrañado- realmente no pasó nada, en serio, un casi beso pero reaccioné a tiempo y ya, pero estoy sintiendo cosas, cosas raras.
-¿Cosas cómo?
-Como cosas, y Nacho lo sabe, ahora tengo que elegir, si quiero seguir con él.
-Pero eso es sencillo ¿no?
-Yo también lo pensaba, pero por alguna razón me está costando bastante.
-Mira Dan...
-Listo, 3 sándwiches de queso, los siento Dan no conseguí kétchup extra.
-No hay problema-salimos del espacio de la tienda para comer y cuando le di un mordisco al sándwich, mi cuerpo lo rechazó y lo vomité en un basurero, los chicos me miraron congelados.
-No es tan feo sin kétchup-Harold habló y David no pudo evitar reírse.
-Ahora vengo-les dije camino al baño, entré y me mojé la cabeza y la cara antes de salir.
-¿Estás bien?-David y Harold me esperaban afuera.
-Sí, solo que creo que el sol me hizo mal, es todo.
-¿Quieres mi sándwich?-Harold me ofreció su sándwich medio mordido pero realmente no podía ni olerlo.
-No gracias-tocó la campana y volvimos a los cursos, a la salida David quería hablar conmigo pero su mamá pasó por el colegio y decidió recogerlo. Yo me fui a casa.
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Si Te Elijo...
Teen FictionEste es el inicio y el final, una cuenta regresiva. Cuando crees estar en tu felices para siempre, imaginas todo lo que podría pasar? 3 personas 2 opciones 1 decisión